Reparación de pinchazo de bici
Ya vimos en otra ocasión cómo reparar un pinchazo en una bici. Ahora vamos a arreglar otro pinchazo. Y vamos a verlo con más detalle.
En esta ocasión se trata de mi bici plegable, que ya sufrió otro pinchazo similar en otra ocasión.
Aprovecho para enseñaros cómo se hace paso a paso para que sepáis exactamente qué hacer si os ocurre algo así.
Por supuesto, os vuelvo a aconsejar que llevéis siempre en la bici las suficientes herramientas y accesorios para poder salir del paso.
Y si podéis permitiros llevar una cámara de repuesto, os ahorraréis la tarea, a veces complicada, de localizar el pinchazo.
A veces son tan diminutos que realmente sólo podréis detectarlos metiendo la cámara en agua jabonosa para ver por dónde salen las burbujas.
También es imprescindible llevar un inflador que os permita, en todo caso, reinflar la rueda para poder seguir avanzando.
En cualquier caso, hemos pinchado ¿qué hacer? Nos ponemos en un sitio donde no estorbemos y podamos realizar la tarea con cierta tranquilidad.
Abrimos las pinzas del freno –caso que sea V-Brake- como os expliqué en el post donde lo regulamos.
Sacamos las herramientas y cogemos una llave de la medida adecuada a la de la tuerca del buje de la rueda.
Por supuesto, si vuestra bici tiene el sistema de palanquines, basta tirar de éste hasta que quede alineado con el eje de la rueda y si aún así la rueda no sale, le aflojaríamos algunas vueltas.
Sacamos la rueda de su alojamiento, levantando la bici y tirando de la rueda hacia abajo, y ya estamos en condiciones de empezar a trabajar.
Examinamos la cubierta por fuera por si localizamos una chincheta, clavo u otro objeto punzante que haya ocasionado el percance. Si después nos cuesta localizar el pinchazo en la cámara, esto puede sernos muy útil.
Vamos a insertar un desmontable entre la cubierta y la llanta. Es muy sencillo. Una vez metida la punta del desmontable, lo giramos hacia los radios y vemos que ya empieza a separarse la cubierta de la llanta.
Los desmontables, suelen tener una especie de ganchito en un extremo y sirve, sencillamente, para engancharlos a los radios y así dejarlos fijados mientras trabajamos con otro.
Así lo hacemos: lo enganchamos y metemos otro desmontable a unos tres o cuatro dedos de distancia del primero. Una vez metido, podemos acelerar el proceso desplazándolo un poco para separarlo del primero y así abrir más longitud de cubierta de una vez.
Y lo volvemos a girar hacia los radios, vemos que poco a poco vamos separando la cubierta. Si es preciso, meteremos también un tercer desmontable.
Si veis que no podéis sacar así la cubierta, podéis extraer el desmontable que pusimos en segundo lugar y meterlo por delante del tercero…
En cualquier caso, llegará un momento en que podemos terminar de “abrir” la cubierta para tener acceso a la cámara.
Ahora debemos realizar dos tareas importantes: terminar de quitar el aire de la cámara y sacar el vástago de la válvula de la llanta.
Lo primero se puede hacer empujando la válvula con un extremo de un desmontable o un destornillador.
Para sacar la espiga de la válvula de la llanta, basta hundirla apretando y ya desde el interior, tiramos de la cámara hasta extraerla.
A veces notamos que cuesta un poco y es porque el vástago está muy encajado en su alojamiento por una goma. Pero tiene que salir y ,de hecho, sale.
Ya podemos terminar de sacar toda la cámara y ahora la inflamos. No hay que pasarse en principio: que tenga un grosor similar al de la cubierta.
Y ahora viene el proceso más delicado que nos podemos ahorrar hacerlo in situ si llevamos cámara de repuesto: hay que localizar el pinchazo.
Podemos ir girando la cámara manteniendo una zona cerca de la cara y el oído. Si el pinchazo es de cierta consideración, notaremos enseguida el aire saliendo a presión por el orificio del pinchazo.
Si no lo notamos, podemos probar a meterle un poco más de aire a la cámara. Así estará más dilatada, tendrá más presión dentro y ambas cosas harán que el orificio sea mayor y el aire salga más forzado.
Si se trata de un poro, podéis probar con un poco de saliva en la zona donde creáis que se ha producido el pinchazo. Si visteis en el examen preliminar el objeto clavado en la cubierta, será de gran ayuda.
En este caso, vemos que el pinchazo se ve a simple vista. Marcamos un círculo alrededor para no equivocarnos y vaciamos el aire de la cámara mediante la válvula.
Raspamos la zona con una lima o lija que suele estar incluida en todos los set para reparar pinchazos. No hay que isistir mucho, basta que la goma pierda el brillo.
Esto hace que la solución, que es el pegamento usado para pegar el parche, agarre perfectamente. Aplicamos la solución generosamente y la dejamos reposar.
Aprovechamos mientras seca la solución para examinar exhaustivamente la cubierta por dentro. A veces el clavo u objeto ha entrado en la cubierta, pero desde fuera no se aprecia por haberse quedado a ras… pero si está ahí clavado, bastará montar la cámara otra vez para que la vuelva a pinchar.
Es imprescindible examinar bien la cubierta por dentro y tratar de localizar el objeto y retirarlo.
Pasado un tiempo, notamos que la solución está seca al tacto. A veces es importante poner otra mano de solución ¡Leed las instrucciones de vuestro kit!
Entonces, procedéis a escoger un parche del tamaño adecuado. Si en un simple pinchazo, os bastará con el más pequeño.
Le despegáis la parte metalizada y dejáis el celofán transparente.
Ponéis la parte de goma, con cuidado de no tocarla, sobre el pinchazo, procurando que quede lo más centrado posible. Y con el mismo desmontable vamos presionando del centro hacia los bordes del parche, sobre el celofán, para que quede bien fijado y sin burbujas de aire.
Esperamos un instante y ya podemos retirar el celofán. Tampoco pasa nada si lo dejamos ahí.
Y es importante que examinemos si hay otro pinchazo. Es poco probable, pero posible: que hayamos pinchado en dos o más sitios. Asi que podemos comprobar si hay algún otro escape.
Realizado esto, basta realizar el proceso en sentido inverso: metemos la cámara en la cubierta empezando por la válvula, que insertaremos en su alojamiento de la llanta.
Después podemos ir metiendo la cubierta presionando con las manos. Conviene darle un poco de aire a la cámara para evitar pinzarla si necesitamos usar algún desmontable para terminar de meter la cubierta, cosa que haríamos igual que para quitarla, pero en vez de girar el desmontable hacia los radios, lo giraríamos en sentido contrario, con lo que terminaría de meter la cubierta en la llanta fácilmente.
Damos un poco más de aire a la cámara y ya podemos montar la rueda en la bici.
Si tiene el sistema de palanquín, bastará girar el tornillo opuesto al palanquín para darle cierta pretensión hasta que notemos que el palanquín ofrece cierta resistencia al cerrarlo, aunque no demasiada.
Si no, como es el caso, volvemos a apretar el tornillo con la llave. Sin pasarnos.
Volvemos a montar el freno y ya estamos listos para seguir nuestro paseo.
Como os recomendé cuando os hablé de las herramientas que debemos llevar en la bici, si habéis tenido la precaución de llevar unas toallitas húmedas, hasta podréis tener las manos limpias en segundos.
Si llevabais una cámara de repuesto, el proceso es mucho más rápido y os libráis de la incertidumbre de localizar el pinchazo in situ. ¡Pero no olvidéis examinar bien la cubierta!
Un consejo final: el proceso que quizá pueda pareceros más complicado es justamente el desmontaje de la rueda, sobre todo la trasera (lo vimos en el otro post de reparar pinchazo en bici). Asi que practicad en casa montando y desmontando la rueda para coger un poco de soltura. Asi todo será coser y cantar cuando ocurra lo inevitable...
Aprovecho para invitaros a todos a usar más vuestra bici. Este vehículo es sin duda lo más práctico para desplazarnos por ciudad por su economía, rapidez y por lo beneficioso que resulta el ejercicio.
Y, por supuesto, no contamina el medio ambiente, con lo que también aportamos nuestro granito de arena para preservarlo.
¡Animaos a cogerla!