Mejora de sierra de calar antigua
Amig@s: Le hicimos una reparación a nuestra estupenda sierra de calar y logramos que funcionase…. Pero nada es eterno y al parecer el problema es más serio: funciona renqueando y a veces se desconecta del todo, haciendo que los cortes se compliquen, al no llevar una velocidad constante.
Una lástima, porque como os dije, sale más barato comprar una nueva que repararla. La despiecé por completo, analicé los contactos y el cableado y el problema está en la bobina, que debe tener un hilo de cobre roto que contacta intermitentemente. Un serio problema que es relativamente frecuente en los motores eléctricos.
La cuestión es que estoy trabajando en la construcción de un horno solar y este problema con la sierra me ha pillado en el principio del trabajo, cuando más la necesito.
Dispongo de una sierra más vieja y rudimentaria (foto inicial). En su día, hace años, la compré fiándome de la marca… Pero lo cierto es que a veces interesa comprarse más una herramienta sin marca reconocida pero con más prestaciones, que recurrir a una marca de renombre, pero adquiriendo la más económica.
Las marcas suelen ofrecer varias gamas en sus productos y a mayor categoría, mayor precio. Y, evidentemente, no tiene las mismas prestaciones una sierra de 170€ que una de 35€ ¡Los mismos fabricantes se pillarían los dedos si funcionaran igual de bien!
La cuestión es que pensé que podría poner a punto esta vieja sierra. Es una Casals que no tiene variación de velocidad ni cambio rápido de hoja.
El problema que siempre he tenido con esta sierra es que al ir siempre a la máxima velocidad, tenía muchas vibraciones y era imposible poder realizar un corte limpio.
Otro problema es que el sistema de montaje de la hoja es bastante impreciso, con lo que unas veces queda montada derecha, otras veces está ligeramente girada a uno u otro lado….
Con lo que cuando ya hemos cogido el tranquillo a la inclinación de la hoja… ya hemos acabado el corte, siendo éste una sucesión de eses.
Aparte que a la velocidad que iba, quemaba las hojas de sierra. Literalmente las destemplaba y torcía. Y si cortábamos con especial cuidado… acababa por desafilarlas prematuramente.
Pero, amig@s, esto es lo que hay: una sierra buena que no funciona y una sierra bastante cutre que sí lo hace.
Vamos a empezar por dejarle la hoja de sierra que suelo usar más frecuentemente montada permanentemente.
Es una hoja de sierra con dientes finos para que no astilla demasiado la madera.
Así que monto la hoja esmerándome al máximo que quede bien derecha.
Seguidamente, ajusto el patín.
El patín tiene, en este caso, dos tornillos que sirven para desplazarlo longitudinalmente y para darle inclinación por si queremos hacer un corte en ángulo. Pero vemos que está inclinado respecto a la hoja, no están perpendiculares y nosotros queremos hacer un corte bien perpendicular.
Así que aflojamos los tornillos del patín y en primer lugar, desplazamos la rueda hasta que se apoye en la hoja.
Esta rueda tiene la finalidad de evitar que la hoja se deforme y también que se mantenga perpendicular, hace de guía.
Seguidamente, colocamos el patín, bien perpendicular. En este caso, he tenido que forzar a mano ligeramente el patín, porque no había manera que quedase en su posición. Y con cuidado de no mover la pieza de la ruleta, que va fijada con los mismos tornillos que el patín, apretamos ligeramente.
Cuando estemos seguros que el montaje es correcto, apretamos con más firmeza, sin pasarnos.
Podemos comprobar si la hoja está bien alineada colocando la sierra sobre el borde de una mesa y apretando la hoja contra el canto. Veremos, examinando la parte trasera del patín si tiene la misma inclinación respecto al borde de la mesa que si la colocamos apoyando la hoja en el lado contrario de la misma.
Finalmente, nos queda el problema de la velocidad excesiva… y es la clave del asunto.
Yo tengo un regulador de luz de una lámpara halógena que se rompió y pensé en aprovechar dicho regulador.
Así que he transformado el regulador con su cable en un alargador: he conectado la clavija macho de la caladora con un extremo y en el otro he puesto otra clavija macho (en realidad, la misma que traía el regulador).
Como se trataba de una prueba, he conectado la caladora al regulador con una clema grande. Posteriormente, colocaré una clavija hembra en el cable del regulador.
Conectamos la sierra con el regulador y vemos que tenemos cierto control sobre la velocidad.
Si la conectamos en vacío, observamos que aún tiene bastantes vibraciones pese a ir más despacio.
Pero cortando maderas, comprobamos que es otra sierra: hace unos cortes limpios y rectos y nos hará el apaño perfectamente mientras el presupuesto nos da para reparar la otra sierra o comprar una mejor.
He de decir que la sierra no tiene excesiva potencia: 340W y el regulador es para luces halógenas de 0 a 300W. Seguramente, si la sierra fuese de más potencia el regulador no nos serviría y deberíamos recurrir a un regulador de mayor potencia.
El truco del regulador ha funcionado de maravilla y os lo brindo para que podáis hacerlo vosotros también: igual tenéis alguna sierra o taladro viejo de una sola velocidad y os interesa aprovecharlo. Así podéis darle mayor versatilidad.
A mi, desde luego, me ha permitido poder continuar el trabajo y, sin embargo, os aseguro que he navegado horas por Internet buscándolo. Y solo encontraba tediosas explicaciones solo comprensibles por técnicos en electrónica, de ahí que me haya saltado algunos post que tengo pendientes de publicar para deciros este truco.
Espero que este consejo os sea tan útil como a mí.
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