Ya hemos confeccionado un refuerzo interno sobre el que el chapón quedará muy sólido, aunque lo hemos dejado sin colocar.
Ahora vamos a reforzar también la parte externa para que el chapón que coloquemos por fuera también apoye.
Me he esmerado en las zonas donde se unen los chapones, ya que es importante que queden las uniones entre chapones bien realizadas, sin huecos, y bien sólidas.
Para ello he añadido a la estructura varios listones delgados que van de parte a parte, o sea paralelos a los largueros. Sobre estos listones podremos encolar los chapones y así el resultado será el deseado.
Ha llegado el momento de revestir el horno por fuera, cubriendo los largueros. Ahora sí que empezará a tomar su aspecto definitivo.
El proceso no merece más explicación que tomar las medidas, pasarlas con la escuadra al chapón o tablé y cortar.
Para fijarlas, podemos volver a hacer uso de nuestros sargentos y mordazas.
En los sitios donde no tenemos acceso para este tipo de fijación, podemos limitarnos a poner algo pesado encima o poner unas puntillas de cabeza perdida, clavadas ligeramente inclinadas y cada una con la inclinación opuesta a la anterior.
Así queda mucho más fuerte que si las ponemos bien perpendiculares.
Es interesante usar el botador para hundir ligeramente las cabezas de los clavos.
Después podremos enmasillar estos huecos y así la pintura agarrará mucho mejor y el acabado será más fino.
De lo contrario, corremos el riesgo que las cabezas queden a la vista y con el tiempo se oxiden, dejando el aspecto bastante deplorable.
Y no nos olvidemos de poner bastante cola blanca, que dará una unión muy fuerte y rellenará las pequeñas imperfecciones que queden.
Y, pese a que la mayor parte de la fuerza la realiza la estructura interna, los chapones le darán una fuerza añadida.
Y ya puesto el chapón externo (foto inicial), podemos empezar a poner por dentro varias capas de cartón para el aislamiento.
Es exactamente igual que cuando lo hicimos con los laterales: cortamos el cartón a la medida con una regla y un cúter, aplicamos cola blanca o látex diluidos en agua y ponemos el cartón.
Lo apretamos para que asiente bien y colocamos en todos los bordes unas tiras de papel de periódico impregnadas en cola blanca o látex y fijándolas bien con la brocha.
Si el cartón tiene algún doblez o incluso lo hemos puesto en dos piezas, podemos también poner periódico para mejorar el aislamiento en esa zona “de riesgo”.
Solo podremos poner tres o cuatro capas. Recordemos que aún hay que colocar dentro la rejilla que hicimos con listones para el apoyo del chapón interno.
Así que cuando hayamos puesto estas capas y hayamos dejado secar un rato, ya podemos poner definitivamente estos listones.
Basta plantearlos y si vemos que quedan bien, ponemos un poco de cola blanca en la unión a media madera y en los extremos. Con una gota es suficiente.
Ponemos los ángulos de madera –o los metálicos, si lo preferís- y un clavito en el lado opuesto de los travesaños.
No es necesario clavar el palo central, el largo, pues ya queda sujeto por los travesaños.
Bastará ponerle una gota de cola blanca para que no se mueva.
Podemos revestir un poco más el interior del horno con aislante colocando entre los paños que han quedado un par de capas de cartón.
Como hicimos con los laterales, dejaré una pequeña capa de aire dejando sin poner la última capa, aunque sí pondré un trozo de cartón más pequeño en cada paño para mejorar el apoyo.
Finalmente he puesto en cada cara una hoja entera de periódico que he empapado en nuestra mezcla de látex y agua, con lo que creará una capa uniforme y aislante.
También revestiremos con capas de cartón los lados pequeños, los que están entre las bases y el cristal.
El proceso no merece mayor explicación porque es idéntico.
En el lado mayor, he puesto también unos travesaños para que apoye el chapón, como os dije cuando hicimos los travesaños.
Lo siguiente ya será encolar y colocar los laterales internos.
Un par de sugerencias: si usáis tablé en vez de chapón para el revestimiento externo e interno del horno, lograremos una interesante ventaja: si sobresale un poco de tablé, podéis eliminarlo rápidamente con el cepillo de mano.
Eso sí, mantenedlo bien derecho para no dañar accidentalmente la otra cara con la esquina de la cuchilla del cepillo.
Y os recuerdo, finalmente, que podéis consultar el post resumen donde describo de forma abreviada todos los pasos que he seguido para hacer el horno solar.