miércoles, 22 de mayo de 2013

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ANTIRROBO PARA MANILLAR Y SILLÍN. MEJORAR LA SEGURIDAD. TRUCOS Y CONSEJOS.

 

Amig@s: Ya hemos hecho bastantes post sobre bicis: reparación de frenos, cámaras, amortiguación, cambio de cadena, ajustes de desviadores y cambios, mantenimiento, restauración y pintura, fabricación de algunos elementos como el soporte de linterna y del mp4… Y ya tenemos la bici a punto… 

Salimos a comprar unas cosas que faltan en nuestra despensa y la dejamos aparcada fuera del Súper ¿La encontraremos intacta a nuestro regreso? Aquí el que no corre, vuela, y toda la bici se puede desarmar con un destornillador, una llave inglesa pequeña y un par de llaves tipo allen… 


Hoy os voy a enseñar un par de consejos y de trucos sencillos que se lo van a poner un poco más difícil a los amantes de lo ajeno. 

Nos va a costar muy poco dinero y trabajo, pero nos dará cierta seguridad. 

Digo cierta, porque nadie nos garantiza que aparezca uno con una cizalla bajo el abrigo, nos corte las cadenas o cables de nuestro/s candados y en diez segundos, antes que nos haya dado tiempo de entrar en el súper, nuestra bici haya desaparecido… 


Eso le pasó a un amigo -Cristóbal- con un ciclomotor que tenía aparcado y sujeto con una gruesa cadena… Fue a abrir la puerta de su casa para meterlo en el portal y antes que pudiese meter la llave, escuchó el sonido de la cadena al caer al suelo y el sonido del motor de su moto alejándose… Y os aseguro que la cadena era bien gorda…
Pero al menos, como os decía, dificultará un poco la tarea a los cacos.

Lo mejor, sin duda, es no dejar la bici estacionada en lugares solitarios. 

No dejarla siempre a la misma hora en los mismos sitios, que eso ya induce a los ladrones a examinar “la mercancía” e ir ya preparados debidamente para dar el golpe… 

Y evitar dejarla mucho rato fuera de la vista. 

Por supuesto, una bici de carbono de 2000€ atraerá mucho más la atención que una como la mía que se ve que es vieja, está repintada y no tiene un gran valor para venderla como bici de segunda mano.

Pero, aparte de todo esto, podemos evitar que se lleven alguna pieza.

 
 

En mi caso, voy a reforzar la seguridad de la vieja bici que restauré y lo más llamativo de ella es su bonito y brillante manillar de aluminio de doble altura. 

Podrían llevarse el manillar… o si se tercia, sacar la potencia de la pipa de dirección y llevarse el manillar con ésta. Ambas piezas están sujetas con un tornillo de cabeza allen cada una… ¡Como para dejar la bici tranquilos mientras vamos de compras!


La solución más sencilla es taponar los huecos de estos tornillos allen de manera que no pueda entrar la llave y de éste modo se lo pondremos muy, pero que muy difícil a los cacos.


Eso sí, antes hay que asegurarse de dos cosas: que tengamos bien regulada la posición del manillar y que los tornillos de la potencia y el manillar estén debidamente apretados, para evitar tener que manipularlos durante una buena temporada.


Podemos rellenar sin más con masilla epoxi de dos componentes los huecos… Esto lo pondría muy difícil a los ladrones… pero también a nosotros si queremos retirarla para algún ajuste u operación de mantenimiento…


Lo que propongo es rellenar parcialmente los orificios de los tornillos con papel. 
 

Yo he usado papel fino, tipo cebolla o similar. 
Suele encontrarse en el interior de camisas y otras prendas al desembalarlas. 
 

Bastará coger un trocito, amasarlo con los dedos e ir metiéndolo a presión en los huecos. 

 

Yo he presionado con una varilla de acero que con frecuencia encuentro tiradas en las calles procedentes de los vehículos de limpieza… 

 

Pero igual podéis usar el punzón de la Leatherman, un destornillador... 

 
Podéis dejarlo aún más metido si con la misma llave allen que sirve para ese tornillo, presionáis el papel. 

 

El objetivo es dejar uno o dos milímetros sin rellenar.

 

Entonces, tomamos un poco de masilla epoxi de dos componentes y los mezclamos hasta homogeneizar el color. 

 


Ponemos una bolita sobre cada hueco de los tornillos y vamos presionando y moldeando. Podríamos dar una pasada con lija o lima e incluso pintar… Pero lo cierto es que cuando el caco vaya a meter la llave allen y no encuentre el hueco, al menos esa vez se tendrá que irse de vacío. 

 

Además, en mi bici, los tornillos allen quedan con la cabeza completamente embutida, con lo que tampoco se podrían retirar con unos alicates o tenazas.


Otro elemento susceptible de robo es el sillín. Sobre todo en las bicis con fijación de la tija con cierre rápido, es cuestión de un segundo abrir el cierre y extraer el sillín. 

Podemos evitarlo si sustituimos el cierre rápido por uno de tuerca tradicional. Ciertamente, con una o dos llaves se puede abrir fácilmente, pero ya se lo ponemos un poco más difícil. Para dejar la bici con el cierre rápido del sillín, es preferible que lo saquemos nostros y lo llevemos encima, a arriesgarnos a dejarlo… Y que sea otro el que se lo lleve, Je, je, je.

 

Otra solución para los sillines que van sujetos a la tija por dos rieles es pasar un candado de cable que una el sillín al cuadro. Pasando el cable tras los rieles o barras que trae el sillín.


Si no queréis gastar ni un céntimo, podéis usar un trozo de cadena desechada de vuestra propia bici: con el tronchacadenas cortáis la cadena al largo deseado y empalmáis el sillín por un extremo y el cuadro por el otro. 

Es conveniente revestir la cadena con un trozo de cámara o de manguera, por ejemplo, para no arañar el cuadro y disimular la naturaleza de nuestro antirrobo. No es frecuente que el caco lleve un tronchacadenas. Y aunque podría cortarla con una cizalla, ya es una herramienta más aparatosa para sacarla en un lugar con público. 


Si no os parece buena idea… al menos –repito- jamás dejéis la bici aparcada con el sillín puesto. Es preferible cargar con la tija y el sillín a encontrarnos después que no tenemos dónde sentarnos.

Y otro elemento que suele ser fácilmente objeto de robo es la rueda delantera… también lo es la trasera, pero con la rueda delantera, que no suele fijarse junto con el cuadro y basta darle a la palanquita y sacarla… está chupado. 

No cuesta trabajo sacar esta rueda, ponerla junto a la trasera y fijarlas las dos al cuadro y a algún elemento fijo de la calle (tubo en forma de aro en el caso de los aparcamientos de bicis) para evitar tener que regresar a casa cargando con la bici sin una rueda.

Por supuesto, para fijar la bici al soporte fijo, jamás uséis un cable delgado –ojo, me refiero al cable, que a veces tienen un revestimiento grueso para dar más “apariencia”, pero el cable en sí es fino-. Es preciso usar un cable grueso, de 10mm o más para que una cizalla no pueda abarcarlo. 

 

También son muy prácticos los clásicos pitones hechos con cilindros de acero y revestidos de plástico –en la foto se ve enrollado a la tija para llevarlo cómodamente-. 

 

Los antirrobos articulados. 

 

Y los famosos candados con forma de U, aunque a veces dan problemas para poder enganchar la bici a un soporte grueso. 


Finalmente, el cierre ha de ser bueno. De poco sirve un pitón, cadena o cable de considerable grosor, si después su cierre se abre con un simple bolígrafo, como he visto en algunos vídeos en internet. 

Un buen antirrobo costará dinero, evidentemente, pero nos dará más garantía y nos durará muchísimo tiempo. Incluso para varias bicis.


Un consejo final. Aparte de todos los consejos que os he dado, que encontréis en Internet u os digan l@s amig@s, a veces lo más instructivo es convertirse en “caco virtual”. Es decir, aprovechar cualquier paseo para estudiar con disimulo cómo están fijadas las otras bicis… No con ánimo de robarlas, sino para tomar nota mental de lo que debemos y no debemos hacer… 

 

En ocasiones veo, por ejemplo, una bici que podría estar con el pitón rodeando el cuadro, la rueda trasera y el elemento fijo de la calle… Sin embargo, sólo fija la rueda trasera a éste, con lo que retirando la rueda, se pueden llevar la bici casi entera.


Y una sugerencia: no compréis bicis o accesorios de segunda mano… estamos incentivando el robo de vehículos para ese fin ¡Puede que la próxima bici que roben sea la vuestra! 

Si nadie comprase estos artículos de segunda mano, los que los venden no les darían salida y acabarían por no querer conseguir más, con lo que los chorizos tendrían que dedicarse a otra cosa y dejar las bicis ajenas tranquilas. 

Hay muchas bicis nuevas a módico precio ¡Seamos honrados! No hay excusa para caer en este círculo.


Una bici expuesta en la calle y sin vigilancia, siempre puede ser expoliada, pero si tomamos algunas precauciones, los amantes de lo ajeno se irán a por la de al lado, o al menos, no podrán llevarse gran cosa.

Bueno… y dejo abierta la sección de comentarios para que vosotros también comentéis vuestras anécdotas o bien los trucos que habéis encontrado para tener una “bici antirrobo”.




miércoles, 15 de mayo de 2013

Uso cotidiano de la multiherramienta Leatherman. abrir botellas. Abrir latas sin abrefácil. reparaciones caseras. Everyday use of the Leatherman multitool. open bottles. Open without easy open cans. home repairs. Utilisation quotidienne de l'outil multi-Leatherman. bouteilles ouvertes. Ouvert sans boîtes à ouverture facile. réparations à la maison



Uso cotidiando de la multiherramienta

 

Amig@s: Ya os he mostrado muchas posibilidades de la multiherramienta Leatherman. Hemos hecho trabajos que hubieran precisado de varias herramientas sólo con una multiherramienta: nuestra Supertool 300, Surge, Crunch o Charge… y os he demostrado que no se tratan de ningún juguete. Son realmente prácticas.


Y todavía no hemos exprimido ni la mitad de su potencial, que tienen muchas más funciones que todavía no hemos empleado.

 

Y, como podéis ver, siguen como el primer día. No tienen ni un desperfecto, ni una marca de desgaste por el uso. Realmente son unas herramientas soberbias.

Pero su uso no solo se limita a las tareas de bricolaje doméstico… Es muy raro el día que no la utilizo para algo.
 
 

Su abrebotellas puede sacarnos de un apuro…¿A quién no se le ha perdido el abrebotellas precisamente antes de recibir unas visitas?

 
 

El abrelatas es igualmente efectivo. Abren las latas como si fuese mantequilla. A veces se rompe la anilla de las latas con abrefácil… y como estamos acostumbrados a este tipo de apertura, no tenemos ningún abrelatas a mano… por no hablar si nos pilla en una excursión…

 
Su hoja de corte, afilada como una cuchilla de afeitar, sirve también para sacarnos de más de un apuro desde para abrir un sobre hasta cortar un trozo de cartón o pelar una fruta. Y la hoja de corte ondulada –pese a mis dudas iniciales- ha resultado también muy práctica en multitud de tareas.

 
La lima también es un poderoso aliado. Con ella podemos repasar un corte en madera o PVC para retirar las rebabas y astillas; reducir el grueso de una pieza de madera o metal… O darnos un repaso en una uña que se nos haya roto y ha quedado con un molesto pico que se nos engancha en todas partes...

 
La hoja de sierra es particularmente práctica, pudiendo cortar fácilemente madera, plástico, PVC Su diseño permite que corte tanto al avanzar como al retroceder, haciendo un corte rápido y limpio... 

 

Los destornilladores nos permiten atacar cualquier tornillo que se nos ponga por delante. 
 

Algunas multiherramientas, como la Surge o la Charge hasta tienen destornillador de precisión -de punta plana y de estrella-, lo que puede sacarnos de un apuro si a nuestras gafas de sol o de lectura de repente  se le desprende una patilla u otra pieza.

 

El punzón ha demostrado su eficacia en multitud de tareas. Permite perforar, marcar, separar… Sin necesidad de estropear la hoja de corte.  Este accesorio está presente en la Surge y la Supertool300.

 

Las tijeras, presentes en la Surge y la Charge, permiten cortes delicados en papeles, cordeles… Incluso en hojas de plantas, que también las uso en jardinería para sacar esquejes de mis plantas favoritas y recortar las hojas grandes y/o las inferiores… ya lo veremos en futuros post.

 

Y los alicates… ¿Qué podemos decir de ellos que no hayamos dicho ya? Su delicadeza y robustez están fuera de toda duda… Podemos usarlo como una delicada pinza o como un robusto alicate que cortará fácilmente hasta el más grueso alambre y podremos darle forma o retorcerlo de la manera que deseemos. 

 
 

En la imagen, abro el tapón del bote de cola blanca, que siempre queda adherido al pitorro al secarse el resto que queda en el borde. Con el alicate se soluciona rápidamente sin necesidad de irnos a coger un alicate de nuestra caja de herramientas...

 
Es un accesorio que siempre hay tener a mano. Las pocas veces que me he dejado la Leatherman en casa… me he arrepentido de ello. 
Es como una tercera mano que está ahí siempre que la necesitamos y nunca nos falla.


Su único inconveniente es quizá su peso para llevarla a todas partes… aunque para eso el fabricante ha diseñado multiherramientas de todos los tamaños. Algunas son incluso tipo llavero y abultan realmente poco. 
 

Yo, en ese aspecto estoy particularmente contento con la Charge, que combina la robustez de su hermana mayor, la Surge, pero de menor tamaño y peso, para poderla llevar con más comodidad. Y tiene un diseño realmente bonito.


Y ya estoy deseando hacerme con una multiherramienta de bolsillo que sea aún más ligera. Así podré llevarla siempre encima, incluso con las livianas prendas de vestir veraniegas.


Os exhorto a que disfrutéis también de una multiherramienta Leatherman. Por supuesto, descartad imitaciones… La calidad de este fabricante está demostrada y no os llevaréis después una desagradable sorpresa cuando la pongáis a prueba. No en vano la garantía de Leatherman sobre sus productos es de 25 años y eso es por algo…












viernes, 10 de mayo de 2013

Receta de churros típicos de Málaga. Fabricar boquilla de churrera para tejeringos.mouth to make fritter. Receta de tejeringos. Churros recette typique de Malaga. Fritter Recipe typical of Malaga .



Tejeringos: hacer boca para churrera y receta para hacerlos


 
Amig@s: Ya os enseñé a hacer churros. Le hemos cogido el tranquillo y salen deliciosos y sin sorpresas desagradables. Siempre están ricos y en su punto.


Pero quería variar, que todos los domingos los mismos churros, también cansa. Así que empecé a barajar otros tipos de churros: los tejeringos y las porras.


Tras dar muchas vueltas por internet. Que mayormente, sirve para liarnos con tantas variaciones de la misma receta y todas con la “garantía personal” de su resultado, encontré un par de recetas que me parecieron adecuadas.


Hoy vamos a centrarnos en los tejeringos, cuyo sabor me trae recuerdos de la infancia, de una churrería tradicional que había cerca de mi casa y que cerraron hace tiempo…


La receta, además es muy sencilla:
Ponemos en un bol 400gr de harina de fuerza mezclada con un sobre de levadura seca de panadero (equivalente a unos 14gr de levadura de panadería fresca tradicional) y una cucharadita rasa de sal fina. Mezclamos en seco e incorporamos 400gr de agua tibia, a unos 35º- 40ºC. 

Basta que calentemos un vaso de agua en el microondas durante un minuto a máxima potencia, la pongamos en un bol para pesarla y añadamos agua del grifo hasta llegar a los 400gr.


Incorporamos el agua y mezclamos muy bien todo para que no haya grumos.


Dejamos reposar cubriendo el bol con un paño hasta que la masa duplique su volumen. Suele tardar de 25 a 45 minutos, dependiendo de la temperatura ambiente.


Entonces, removemos para que la masa no tenga exceso de aire en su interior y la introducimos en una churrera. 


Al ser una masa mucho más ligera que la de los churros, podemos usar perfectamente nuestra churrera inicial, la que reparamos. Sólo precisamos una boquilla con orificio sin estrias y de 10mm de diámetro.


Mi churrera no tiene este tipo de boquilla… Pero como ya hicimos una para la otra churrera, voy a tratar de salir del paso. 

 

Tengo una pieza de una bicicleta plegable que se usa para enfundar las tuercas de las ruedas y que así no arañen éstas el cuadro al plegarla. Creo que puede servir. 


Además, el pitorro puede servir para dirigir mejor la masa para formar los churros…

 

Basta hacerle un orificio con una broca de 10mm. Otra opción, si no tenéis el taladro a mano, es usar el punzón de la multiherramienta, como hice al reparar la rosca del cierre de la churrera.


Pero, para mi sorpresa, vi que los churros salían muy gordos. Deliciosos, con el auténtico sabor de los tejeringos de mi infancia, pero realmente gruesos. 


Y es que la salida que toma el churro no es la del orificio de 10mm, sino el grueso de tubo de salida, que es lo que hace de verdadera boquilla. 


Así que la solución es limitar el grueso de este tubo.


Encontré por casa un bolígrafo en desuso de mi hijo mayor y que tiene en su interior un diámetro de 10mm.



Con la Leatherman Surge y una hoja de sierra para metal, corté en un momento el plástico convirtiendo el boli en un cilindro. Vemos, por cierto, que la broca de 10mm entra ajustada en el tubo... Perfecto. 


Obviamente, el cilindro tiene mucha holgura en la pieza, así que vamos a usar masilla epoxi, que unirá las dos partes y rellenará el hueco. con la hoja de corte de nuestra multiherramienta, no necesitamos ni pasar por la cocina para coger un cuchillo.

 

Para lograr que coincida el orificio, que hicimos antes, con el cilindro, y que queden más o menos alineados, basta introducir la broca de 10mm por el mismo y por el cilindro. 

 

 

 

En esta posición, cortamos un poco de masilla, la amasamos bien y la vamos introduciendo entre el cilindro y la pieza.

 

Y ya tenemos una estupenda boquilla de 10mm y con pitorro que nos permitirá dirigir la masa justo donde queremos para dar forma a los tejeringos.


Así salen tan ricos como en la primera prueba, que tenían exactamente el sabor que recordaba (hasta daba un poco de yuyu, jejejejej), pero con el grueso deseado.

 

Es un poco complicado darles la forma con la churrera soltando la masa sobre el aceite caliente… pero gozo de la experiencia de haber visto en persona cómo los hacían en la churrería cuando ésta aún estaba en funcionamiento y con un poco de práctica salen bastante bien.


En Youtube espero publicar en breve cómo hacerlos –una imagen vale más que mil palabras, jejejeje- Sólo os recomiendo sacarlos en cuanto empiecen a dorarse, para evitar que absorban demasiado aceite. El punto está donde os guste a vosotr@s.


Este tipo de churros resulta un poco más pesado que los tipo “madrileños” (yo los conozco por ese nombre quizá por una conocida churrería de mi ciudad que se llama Café Madrid y de ahí el nombre que le dan a estos churros), que pese a su masa más compacta, se ve que chupan menos aceite. No obstante, son deliciosos y se digieren bastante bien, aunque sacian mucho antes. 


Para dos o tres personas, recomiendo usar la mitad de las cantidades antes mencionadas, usando sólo la mitad del sobre de levadura. Puede parecer poca cantidad antes de freírlos… Pero hay que tener en cuenta que crecen bastante en la sartén.


En cualquier caso, merece la pena probarlos. 
¡Buen provecho!

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