Reparar
marco de madera
Amig@s: Hoy tenemos un nuevo desperfecto en
casa: se nos ha roto un marco de madera al despegarse una esquina.
Si lo
dejamos así, en poco tiempo acabará totalmente desarmado. Es buena cosa repararlo
cuanto antes y nos ahorraremos tiempo y trabajo.
Además, como veremos, en menos de cinco
minutos podemos dejarlo en perfecto estado.
Este trabajo se puede hacer de varias formas.
Podemos usar un sargento para marcos u otra herramienta. Yo voy a simplificar
al máximo y usaré dos métodos al alcance de cualquiera para fijar las piezas
encoladas mientras el pegamento endurece.
Pero lo primero es sanear la zona despegada.
Si dejamos los restos de pegamento seco, posiblemente el resultado no sea demasiado
duradero y el inglete no quede bien por tener exceso de material al sumar el
pegamento nuevo al seco.
Así que tomamos una lima. En este caso la de
mi Supertool 300, que siempre tengo a mano, y procurando no abrir en exceso las
maderas para no acabar por despegar los demás ingletes del marco, repaso las
dos superficies que se han despegado.
Soplando, eliminamos los restos de polvo
producidos por el limado y ya podemos añadir un poco de cola blanca. Por cierto... se nos ha vuelto a quedar pegado el pequeño tapón que cierra el bote de cola blanca... Con los alicates de la multiherramienta, lo solucionamos al instante.
He evitado el exceso y también colocarla muy
cerca del borde. Así logro que al apretar, no rebose y ensucie la moldura.
Por
supuesto, también podemos pasar un trapito humedecido en agua para retirar
estos restos. Pero he preferido hacer un trabajo más limpio evitando este paso.
Y ahora viene el truco: podemos coger una
cincha, de las usadas para atar bultos en las bacas de los coches y colocarla
alrededor del marco.
Para evitar que la cinta se enganche en las esquinas y que
deslice bien, he puesto cuatro ángulos de plástico.
Los obtuve de una obra de
la calle cercana a mi casa. Se ve que los usaban para proteger las esquinas de
las losas en los palés, de modo que es un material de desecho, reutilizado (y
reutilizable) y totalmente gratis.
Basta montar la cincha con los ángulos y
apretar bien.
Al día siguiente, el marco estará como nuevo.
Si no tenéis a vuestro
alcance estos ángulos, podéis fabricarlos con trozos de fleje de acero, o
incluso unos ángulos metálicos de los usados para reforzar uniones de madera.
Para soltar la cincha –por si hay alguien que
nunca haya usado una-, basta cerrar las dos partes y meter un dedo para presionar
dos lengüetas que quedan dentro. A veces hay que presionar la interna antes de
terminar de cerrar las dos partes para que no se trabe el seguro. Esta presión
hace que el carrete con la cinta quede libre y podamos tirar de ella para aflojarla.
El segundo método es aún más económico… basta
una cuerda.
Los que seáis asiduos a mi blog, habréis visto que siempre suelo
llevar un cordel en mis multiherramientas, a modo de función extra. Pues bien,
ya va siendo hora que veáis una de estas funciones:
Retiramos el cordel de la multiherramienta y lo pasamos alrededor
del marco para tomar la medida.
Hacemos un nudo doble dejando un buen trozo de
sobrante.
Metemos la misma multiherramienta dando una
vuelta a la misma sobre el cordel y la giramos si es preciso para que el hilo
empiece a tensarse.
Colocamos los ángulos –como hicimos antes- y giramos la
multiherramienta tensando el cordel. Hace una fuerza impresionante.
Si no tenéis una Leatherman, también podéis
usar para apretar el cordel un destornillador o un palito de madera. Yo, como
tenía a mano la herramienta, la he usado.
Tanto con el sistema de la cincha, como con
el del cordel, os será de inestimable ayuda si alguien os ayuda sosteniendo la
cinta o el cordel mientras empezáis a apretar.
Realmente, lo más complicado es
justamente ese momento, en que comenzamos a apretar y empieza por salirse de
una esquina, luego de otra… En tal caso, una par de manos extra no vienen nada
mal y en un instante estará todo el marco apretado.
Una cosa interesante es comprobar si una vez
apretado el marco, éste sigue estando escuadrado en las esquinas. Es tanta la
presión que le aplicamos que no sería raro que se descuadrase ligeramente.
Si
lo comprobamos con la cola aún fresca, estamos a tiempo de reajustar las piezas
para un acabado perfecto.
Para comprobar la escuadra, basta medir las dos
diagonales, de esquina a esquina. Deberían medir las dos igual.
Y otro punto a tener en cuenta: a veces, nos
queda el marco escuadrado, pero cabe la posibilidad que no quede en el mismo
plano, de modo que al ponerlo en la pared, una esquina quede levantada sin apoyar
en la pared. Para evitar esto, podemos quitarle al marco la alcayata que sirve
para fijarlo en la pared antes de encolar. Y así todo el marco quedará en contacto
con la mesa de trabajo.
Si usamos un cristal o una superficie bien plana como
referencia, cuando la cola seque, todo el marco estará bien plano y apoyado en
la superficie, con lo que el trabajo será impecable.
Yo en este caso no he
retirado la alcayata porque sólo se había despegado una esquina, pero realmente
tampoco cuesta trabajo retirar ésta y volverla a colocar una vez seca la cola.
Con los alicates de la misma herramienta, se hace en segundos.
Y ya tenemos de nuevo el marco listo. No es
ninguna maravilla, pero desde luego, desluce mucho verlo roto. Y como habréis
visto, no cuesta nada arreglarlo.