Llave
de media luna
Amig@s:
Ya hemos visto varios post donde mi moto era la protagonista. También lo hemos
visto en mi canal de Youtube…
Y
hoy no va a ser menos. Vamos a ajustar
la precarga de los amortiguadores traseros. Esto no es más que darle más o menos
tensión al muelle del amortiguador para que éste trabaje acorde al peso que llevará
–sobre todo en la parte trasera- y del terreno sobre el que vayamos a circular.
En
realidad, esto no se suele hacer todos los días… Una vez que hemos probado la
moto y sabemos el peso que va a llevar, podemos hacerle este ajuste y dejarlo
así.
Salvo que llevemos un pasajero muy pesado, por ejemplo, no necesitaremos
hacer más ajustes.
Pero
para hacer esto, necesitaremos de una llave especial llamada de punto, de gancho, o de media luna por
su forma.
Si
nos fijamos, veremos que en el amortiguador, bajo el muelle, tiene una pieza
con muescas. Pues bien, necesitamos una llave que tenga un mango y un extremo
terminado en un semicírculo cuyo diámetro interior debe ser igual o ligeramente
mayor que el de la pieza almenada o con muescas. El extremo de este
semicírculo, tiene un tetón o saliente que es el que entrará en las muescas o
almenas del amortiguador.
La
llave podemos adquirirla por relativamente poco dinero… Pero como tengo ganas
de trabajar un rato, voy a hacer una yo mismo.
Así vosotros también podréis
haceros con una sin tener que pagar un céntimo y en muy poco tiempo.
Yo
he hecho tres prototipos.
En
el primero, usé un viejo cáncamo de hierro que tenía la parte de la rosca partida. Iba a usar el gancho de una
percha antigua –como me sugirieron- Pero vi que el grosor de este cáncamo era
similar al gancho de percha y más duro –menos maleable-.
No
obstante, era una pieza demasiado flexible –que si bien funcionaba- no me
convencía su consistencia.
Así
que encontré por el taller un trocito de varilla algo más grueso. Pese a ser
sólo ligeramente más grueso, esta vez si que funcionaba mejor, era más rígido.
Salvo que le hice el tetón algo pequeño, el problema era que al ser una pieza
muy corta, apenas tenía mango…
Y
ya puestos, decidí usar un material algo más grueso y ya del largo adecuado… No
he quedado totalmente satisfecho porque este material era mucho más blando
–demasiado maleable-. Y aunque se trabaja muy fácil, también se deforma si le
aplicamos mucha fuerza.
No
obstante, cualquiera de estos prototipos funciona y nos puede sacar del apuro.
Os
voy a explicar cómo hice el último prototipo, para no extenderme demasiado.
Todos se hacen igual.
Lo
primero, Buscar una varilla adecuada, de unos 3.5 a 4.5mm de diámetro. Y a ser
posible un material duro: hierro, acero…
Una
vez conseguida la varilla adecuada, es hacerle el tetón, ya que es la parte más
complicada donde la varilla puede partirse… Si escogéis un material muy acerado
y difícil de doblar sin partirse, podéis calentarlo previamente en la zona del
doblez.
Para
hacer el doblez, sujetamos un trozo del extremo de la varilla en un tornillo de
mesa.
Si no tenéis tornillo de mesa, podéis hacerlo con un par de maderas
sujetas con sargentos.
Al ser un doblez muy brusco, conviene hacerlo golpeando
con un martillo en la base de la varilla, justo sobre la mordaza.
Al mismo
tiempo, podemos ir tirando con la otra mano de la varilla para facilitar el
doblez.
En mi caso, esta varilla ya tenía un extremo doblado a 90º y me he
ahorrado este paso (las dos fotos anteriores son del segundo prototipo).
No importa si vemos que la parte doblada es muy grande.
Para cortar siempre hay tiempo.
Seguidamente,
vamos dando la curva, empezando por la parte del tetón, que suele ser la más
complicada.
Se
puede dar la forma curva de varias formas.
Yo lo he hecho dejando las mordazas
del tornillo de mesa entreabiertas y apalancando para doblarla. Es mejor
repetir muchas veces cambiando la posición, pues así evitamos que queden
dobleces y ángulos y conseguimos una curva más suave.
Yo
he usado como plantilla para mi tercer prototipo, la llave precedente.
Os
recomiendo que hagáis una plantilla en cartón para así adaptar mejor la curva y
no tener que estar yendo y viniendo de la moto al taller para hacer ajustes.
Si
vuestro material es muy duro, siempre podéis ir haciendo los dobleces de la
curva con la ayuda del martillo.
Tras
hacer una semicircunferencia, ya podemos hacer un doblez para el mango. Podemos
hacerlo exactamente igual que como doblamos el tetón.
Ahora
podemos cortar el exceso de varilla. Yo he hecho un mango bien largo. Pero si
queréis una llave para llevar en la moto y no queréis exceso de peso, siempre
podéis hacerla de la longitud que deseéis.
Para
cortar, se puede usar una segueta de metal. Incluso si el tetón os ha quedado
demasiado largo, también podéis hacerlo así: sujetando la pieza en el tornillo
de mesa y cortando el sobrante. El tetón debería tener 4 ó 5mm (medidos desde
el interior).
Ya
queda retocar el tetón para que encaje bien en la ranura.
Para eso hay que hacerlo
plano por la zona interior. Es trabajo de lima.
Si os ha quedado ligeramente
largo, pero no lo suficiente para cortar con la segueta, también podemos
retocar con la lima. Se hace en un minuto… Os muestro la punta de un prototipo anterior para que lo veáis bien (hice las fotos con el móvil...)
De hecho el proceso completo puede
ser unos diez minutos, si tenéis las herramientas a mano.
Aprovechamos también
para eliminar rebabas y filos que puedan marcar el amortiguador.
El único
“filo” o arista, debe ser el borde donde se agarrára a la almena. El que hemos hecho con la lima al eliminar la redondez del tetón.
Ya
queda hacer los ajustes finales: se prueba en la moto y vemos si hay que cerrar
un poco el semicírculo, retocar el tetón o el ángulo del mango…
En mi caso ha
quedado tan bien que se sujeta solo, queda encajado.
Para
usarlo, lo mejor es que el mango salga perpendicular a la moto, hacia afuera.
Así hay menos riesgo que nos golpeemos si se escapa.
Con los dedos, localizamos
un hueco o almena que quede por la parte trasera e introducimos ahí el tetón.
Movemos la llave para que el semicírculo de la llave se apoye en toda
la pieza del amortiguador, y tiramos o empujamos según lo que queramos hacer
–tensar o destensar-.
Eso sí, muy importante, siempre hay que trabajar de modo
que el semicírculo de la llave se
apriete -o se apoye con el movimiento- en el amortiguador, para que trabaje
correctamente. En la foto anterior, debemos desplazar la llave hacia la derecha.
Tras mover una posición, sacamos la llave, y repetimos el
procedimiento si queremos moverlo otro punto.
Ciertamente,
una llave de media luna se puede conseguir por poco dinero. Pero si os
gusta el bricolaje, tenéis un trozo de varilla, un martillo, lima y un tornillo
de mesa, en muy poco tiempo podréis tener vuestra propia llave para tensar los
amortiguadores.
A la hora del tensado o pretensado de los amortiguadores, hay que considerar cuántas posiciones tiene vuestro amortiguador -los míos, tienen tres posiciones-.
Normalmente, al llegar la última posición -la de más precarga-, si le damos otro punto, baja bruscamente a la primera posición. No os asustéis, si os fijáis en la foto, veréis que es así. Simplemente, empezáis de nuevo y le dais la misma precarga a ambos.