Pizza sencilla (y exquisita)
Amig@s: Hoy nos vamos a salir un poco del tema del blog. Bueno, dicen que en la variedad está el gusto ¿no? Y hoy vamos a tratar un tema con mucho gusto, vamos muy sabroso… vamos a hacer pizza.
No pretendo hacerle la competencia a los muchos y muy buenos blogs de cocina, como el de mi amigo pepekitchen, Solo pretendo divulgar esta sencilla receta. Veréis que es mucho más sencillo hacer la pizza en casa que llamar a las pizzas a domicilio…¡Y mucho más económico!
Para empezar, no precisaremos ingredientes raros como la harina de fuerza… que todavía no sé muy bien qué es ni dónde conseguirla… y en cualquier caso, seguro que cuando la necesitemos no la tendremos en casa.
Pretendo hacer una pizza exquisita y con los ingredientes que tenemos todos a mano.
Por lo pronto os adelanto que usaremos harina normal, de marca blanca que podemos encontrar en cualquier supermercado y que ni suele especificar el uso.
Eso sí, absteneros de usar harina fina, de repostería, pues saldrá apelmazada, dura.
Es fundamental la adecuada proporción entre el agua y la harina en la masa: para 400gr de harina (para hacer dos pizzas grandes), hay que poner 250ml de agua y si queréis que la masa salga más gruesa, tipo pan, podéis poner 500gr de harina para 312,5 ml de agua.
Otro truco para que salga más fina o más gruesa consiste en dejar que suba un poco más o menos tras colocarla en la base… pero no nos adelantemos, todo a su tiempo.
Pues bien, ponemos en un bol la harina –yo siempre uso uno de cristal, que es muy sencillo de limpiar-. Añadimos un sobrecito de levadura seca de panadería. Y una cucharadita de sal. Mezclamos todo en seco y añadimos una cucharada sopera de aceite de oliva.
Entonces añadimos el agua. Conviene que esté templada, algo más caliente que la temperatura de la mano, y la vertemos en un hueco que haremos en la parte central de la harina.
Vamos mezclando con una cuchara de palo o similar hasta que ya no haya restos de agua y entonces, espolvoreamos un poco de harina en la encimera de la cocina y sobre ella ponemos la masa, rebañando cualquier pequeño resto que haya quedado pegado a la pared del bol ¡aquí se aprovecha todo!
También podemos espolvorar harina en las manos para que no se nos pegue demasiado y vamos amasando procurando no tocar las partes de masa desnuda. Así no se nos pegará mucha masa en los dedos.
Seguimos amasando hasta hacer una bola como la de la foto.
La textura ha de ser ligeramente pegajosa, La experiencia me dice que así sale una pizza más jugosa que si añadimos más harina para que no se nos pegue en las manos.
No penséis que se tarda una hora… que todo este proceso lo hemos hecho en tres minutos… casi que se tarda más en pesar los ingredientes que en el amasado.
Ahora viene el proceso más lento: cubrimos la bola de masa con harina y añadimos un poco más de harina en el fondo del bol, pero muy poca, y lo cubrimos con un paño limpio.
Podemos humedecer ligeramente el paño con agua para que esté algo húmedo y no se reseque la masa.
El proceso de fermentado depende mucho de la temperatura ambiente. Así que en invierno, suelo calentar la placa inferior del horno con el gratinador inferior y coloco el bol sobre una tabla de madera. Así acelero el proceso. Si la temperatura es de 21 a
En cosa de hora u hora y media, veremos que la masa ha subido hasta duplicar el tamaño inicial. Prácticamente se nos sale del bol. Yo prefiero retirar la masa un poco antes de alcanzar su volumen completo para darle forma y dejar que suba ya sobre la bandeja.
Entonces debemos tomar la mitad de la masa si vamos a hacer las dos pizzas por turno, o toda la masa si vamos a prepararlas las dos a la vez y vamos haciendo un cilindro, lo estiramos, doblamos por la mitad, retorcemos en espiral y volvemos a convertirlo en un cilindro… repetimos esta operación durante unos minutos. No es imprescindible, pero la masa subirá mejor.
Con el rodillo le damos la forma a cada mitad de masa para que se pueda poner en la placa del horno. En mi caso, tengo un horno con microondas que tiene una placa redonda, con lo que sólo tengo que colocar la masa encima, darle la forma y alisar con la mano si en algún punto está más gruesa. También suelo dejar un pequeño saliente en los bordes para evitar que el relleno se salga. Si queremos acelerar el proceso y tenemos otra placa de horno, podemos poner también la segunda.
Es importante que antes de realizar el aplanado con el rodillo, extendamos nuevamente algo de harina sobre la superficie de trabajo y el rodillo. Así no se nos pegará.
Para cogerla, suelo enrollar la masa aplanada en el rodillo y la desenrollo sobre la placa. previamente enceitada. Así no se rompe ni estira y lograremos la forma final más rápidamente.
El truco está en el tiempo que dejemos la masa en reposo. A más tiempo, más subirá y nos saldrá una pizza más tipo pan.
Si la dejamos poco tiempo, saldrá fina.
A mí personalmente, me gusta más tipo pan, pienso que es más fácil de digerir y sale realmente deliciosa: Sale crujiente por fuera y apetitosa por dentro.
Siempre hemos de tener en cuenta que al meterla en el horneado final, subirá más.
Ya es hora de ir colocando los ingredientes:
Yo suelo ponerle tomate, queso, orégano, cebolla, pimiento, bacon o panceta, jamón cocido, zanahoria, aceitunas, champiñones…. Lo bueno de la pizza es que se le puede poner lo que tengamos a mano.
Se trocea y pica todo en un momento.
Yo suelo empezar por poner una capa de tomate frito.
Antes lo preparaba yo mismo, pero al ir el tomate en la parte más alta de la masa y la más baja de los ingredientes, recibe menos calor y podemos usar perfectamente tomate del que ya venden en supermercados frito y listo para su uso.
Seguidamente espolvoreamos con un poco de orégano, que le da un sabor especial.
Cubrimos con queso. En este caso ponemos queso de barra Edam, pero podéis poner el que tengáis a mano.
Como veis no es preciso cubrir completamente con el queso, ya que al fundir, prácticamente se esparcirá rellenando los huecos y así no es demasiado pesada.
También puedo colocar bacon ahumado o fresco, según el gusto, e incluso jamón cocido (suelo ponerlo cuando no me queda suficiente bacon). Añado zanahoria cortada en rodajas muy finas, algunos trocitos de champiñones en conserva, Cebolla cortada muy fina y pimiento verde, también muy fino. Suelo poner encima unos trocitos de chorizo, que al asarse soltará aceite que facilitará que se haga el pimiento y la cebolla y también añado un chorrito de aceite de oliva con tal fin.
Se puede decorar con unas aceitunas negras de sabor suave.
Pero vosotros podéis echarle lo que tengáis a mano. La clave está en el equilibrio de sabores: si algo tiene un sabor fuerte, como podría serlo el chorizo, hay que ponerlo en poca cantidad, o matará los demás sabores. Si le ponéis atún o anchoas, también ha de ser con moderación.
Y tampoco interesa mucha cantidad. A mayor número de ingredientes, hay que poner menor cantidad de los mismos, o será una pizza “empachosa” o sea que tendrá demasiados sabores y no estará tan rica que si fuese más sencilla.
Si sois amantes del queso, hasta podéis espolvorearla por encima con queso rallado, aunque con el que tiene debajo tiene de sobra.
En mi caso, mi horno tiene una función específica para hacer pizzas: basta meterle el peso y automáticamente la hace. Suele tardar unos 8 o 9 minutos, para cada una pues emplea también microondas. En un horno normal, habría que ponerla unos 20 ó 25 minutos a una temperatura de
Sí, ya sé que tardará más… pero todo lo bueno se hace esperar ¿no? Ya depende de vuestro horno para que se haga antes o después o que haya que darle más o menos temperatura. Pero en líneas generales, podeís poner el tiempo y temperatura que os digo y corregís sobre la marcha.
Si véis que se os tiende a quemar por el centro, podéis poner unas finas rodajas de tomate en esa zona.
Yo siempre suelo hacer al menos dos pizzas porque tengo un truco: una vez sacadas de la placa, las corto en ocho porciones, las envuelvo en film transparente y las congelo… así podemos ir tomándola cuando nos apetezca. Y os aseguro que sale como recién hecha. Una cena deliciosa y equilibrada si la acompañamos con una ensalada, por ejemplo.
El proceso puede parecer lento y laborioso… pero ya os digo: el amasado inicial es muy rápido, así como la preparación de la base tras el fermentado. Mientras sube la base, podemos preparar los ingredientes, que tampoco se tarda mucho. Y mientras se hace, podemos limpiar los cacharros y disfrutar de los aromas.
Y podemos hacer pizzas para varias veces, con lo que la próxima vez que se nos apetezca, no tenemos más que sacarla del congelador y calentarla ¡ya no tendremos que esperar sentados en la mesa y mirando con impaciencia el reloj mientras esperamos la llegada del repartidor de pizzas a domicilio! Y tendremos una pizza deliciosa, económica y de total garantía.
Ummmmmm!!!!, deliciosa, tengo el privilegio de comerlas, ummmm!!!
ResponderEliminarPor cierto, que bien has puesto la zanahoria,jejeje.
Je, je, je Si he puesto hábilmente las zanahorias para ocultar las marcas de los productos porque ya sabéis que no me gusta hacer publicidad gratuita. Si algún día alguien quiere patrocinar el blog o ponerme un anuncio, tendré mucho gusto en exhibir la marca.
ResponderEliminar¡Hola Carlos!:
ResponderEliminarHe visto este post en mi Facebook;lo cierto,es que te tengo en todos los sitios que puedo,para que no se me pase ni un tema tuyo.
Tienes razón,en la variedad está el gusto,por eso tu blog es tan entretenido,a la vez que útil.
Además hay algo que me encanta de ti:
en comentarios,contestas a todos,es muy amable por tu parte.
Yo tampoco sé que es "harina de fuerza" nunca lo había oído,pero quizá sea la harina normal;aunque,si tienes amigos cocineros,ellos lo sabrán,cuando te enteres a ver si nos lo dices.
La pizza que has preparado es toda una delicia
¡¡¡Mmmmmmmmmmmm!!!!
Es nutritiva,completa y con ingredientes fáciles de encontrar en cualquier sitio de alimentación;una de las cosas más importantes,te salió muy guapa,que para que la comida sepa más rica,debe entrar por los ojos también.
No tengo experiencia en la elaboración de pizzas,en Asturias,se estila hacer la empanada(las pizzas las compramos hechas),pero seguiré tu post;si consigo que salga rica,iré variando los ingredientes en las próximas.
Para finalizar,jamás se me había ocurrido meter la pizza en el congelador y eso que meto cantidad de alimentos,pero pizza no,pues ya lo sé y cuando sobre algún trozo...
Pues nada,que como siempre te paso a mi Facebook y a mi Twritter.
Ah!!!!me imagino que ya las habréis comido.
¡¡¡qué aprovechen!!!!
Un saludo.
Gracias por el comentario, Carmen. Me alegra mucho que te haya gustado el post... La verdad es que en principio no pensaba ponerlo por no ir muy acorde con la temática... pero me dije que a más de uno le vendría bien, que es lo que se trata: dar soluciones y aportes que nos hagan a todos la vida más fácil.
ResponderEliminarY por lo que veo, no sólo has aprendido a hacer pizzas, sino también has aprendido el truco de congelarlas. Es muy, muy práctico. A fin de cuentas, el pan también puede congelarse y la masa de esta pizza es prácticamente idéntica a la masa de pan. Eso sí, una vez descongelada, hay que tomarla pronto, en caliente, pues ya quedaría muy dura.
Me alegra que seas tan buena seguidora y espero que sigas siéndolo ¡tengo un montón de post pendientes de publicar: puesta a punto de bici antigua, instalación eléctrica de la casa, ventilador viejo de ordenador...
Bueno, nos hemos comido ya un trozo de la pizza ¡precisamente anoche! Y estaba exquisita: jugosa, crujiente....Sin duda me he superado.
La única pega que podéis encontrar es que no tengo horno convencional... Así que si la hacéis y veis que os ha faltado o sobrado tiempo, decídmelo en un comentario para que todos lo sepamos. Debería salir con la base dorada por la parte donde se apoya en la placa de horno y con los ingredientes que la cubren perfectamente hechos.
Ya me contarás cómo te ha salido...
Saludos