ACOMETIDA PARA AIRE ACONDICIONADO PORTÁTIL ll
Ya os hablé en el post anterior sobre el aire acondicionado portátil y de la necesidad de mantener la habitación cerrada para evitar fugas de aire fresco y entradas indeseadas del aire caliente exterior…
Vamos a hacer una toma de salida de aire para evitar tener la ventana entreabierta mientras funciona el aparato.
Si no habéis leído el post anterior, os recomiendo que lo hagáis ahora, así os situaréis mejor.
Esto también puede serviros para hacer una salida de aire para el extractor de la cocina o bien para hacer una ventana ¡Solo sería cuestión de variar las dimensiones!
Como siempre, he procurado realizar el trabajo, con los materiales más económicos y asequibles que he podido encontrar.
Antes que nada he de hacer un inciso: ciertamente, con esta tobera podemos evitar que entre el aire caliente por la ventana… pero de todos modos es necesaria una entrada de aire. Me explico: El aparato toma aire y lo expulsa hacia el exterior por el tubo. Pero para expulsar el aire de la casa, ha de entrar forzosamente por otro sitio. Y esta es la clave: si tenemos el aparato en una habitación y está dando el sol en la pared, el aire de esa zona estará más caliente que en la parte opuesta de la casa, donde está a la sombra. Así que podemos entreabrir ligeramente una ventana de la zona más fresca y así ahorramos energía.
Ahora vamos al tema:
He visto tirados unos restos de tubos que suelen usar los operarios del Ayuntamiento en la calle para las instalaciones de saneamiento. Son del grosor perfecto. Tras preguntarle al operario si los tubos le servían y responder éste negativamente, he cogido un par de trozos.
Lo ideal es que tuviera un codo para lograr que el tubo del aire llegue bien, ya que como tengo la parte inferior de la terraza alicatado, no quiero hacer el boquete en la parte inferior, para no tener que tocar la cerámica. Así si no me gustara la idea o viese que no funciona, bastará tapar y pintar el agujero en la pared. Romper azulejos ya es más complicado e innecesario.
El tubo que he encontrado encaja a la perfección en el de salida del aire acondicionado ¡Parece hecho a medida! El problema es que estos tubos son bastante rígidos.
He tratado de doblar uno con la pistola de calor para hacer el codo, pero queda una fea arruga en el interior que dificultará la salida del aire.
Aparte que cuando ya no usemos el aire, se nos quedará el antiestético trozo de tubo a la vista dentro del armario y ocupando sitio inútilmente.
Así que tenemos que recurrir al ingenio: voy a poner un codo hecho con tubo de instalación de salida de gases de cocina.
Es un tubo de aluminio flexible que viene plegado.
He comprado un trozo que estirado debería medir metro y medio, por unos 6€. De modo que hasta podríamos estirarlo para lograr un mejor alcance. De todos modos, prefiero dejarlo lo más plegado posible para que esté más fuerte.
Y cuando no necesitemos el aire, en invierno, basta retirar el tubo corrugado de aluminio y rellenar con papeles de periódico, por ejemplo el tubo que atraviesa la pared. ¡Incluso podemos guardar el tubo de aluminio dentro del otro, para ahorrar espacio y evitar que se deteriore!
Si lo queréis aún más estético, podéis poner unas rejillas de las usadas para tapar los agujeros que se suelen practicar en las paredes o ventanas de las cocinas que usan gas. O incluso una simple tapa hecha con chapón o tablé pintado con la pintura de la pared.
Así que vamos a ponernos manos a la obra. Veréis que tardamos muy poco en hacer el boquete y tomar el tubo con yeso.
Lo primero: marcar el boquete. Vamos a empezar a trabajar por el exterior: señalamos una zona ligeramente mayor que la del tubo y nos aseguramos que no pasen cables eléctricos, tubos de agua o gas ni haya zunchos o vigas estructurales.
Basta usar un detector de metales y para ver el tipo de material, podemos hacer un orificio con una broca normal para mampostería.
Si hay ladrillo, perfecto. Vamos atacando como hicimos para realizar una arrebola o roza y el hueco para la caja del interruptor, sólo que la forma es redonda y hemos de atravesar la pared: empezamos con un cincel y machota o maza de albañil y marcamos la zona dibujada.
Yo voy a hacer trampas (je, je, je…) y voy a usar un martillo eléctrico, que facilitará el trabajo ¡En vez de golpear con el martillo, sólo tenemos que sostenerlo y apretar el gatillo!
Vamos atacando siempre oblicuamente para evitar que se venga abajo un trozo de la pared opuesta...
Y siempre romperemos primero el ladrillo donde esté hueco, después las zonas intermedias atacando hacia abajo (o hacia arriba) y finalmente la mezcla entre ladrillos.
Cuando veamos que estamos a punto de llegar al otro lado, golpeamos con más suavidad y podemos taladrar en el centro para localizar en el otro lado este punto. Yo incluso he taladrado desde dentro para evitar desportillar. Seguimos trabajando hasta dejar el boquete abierto.
Si tratásemos de hacer todo el boquete desde un lado, al golpear, posiblemente caerían lascas de ladrillo y yeso mayores o fuera de los límites deseados, y sería más complicado de arreglar después.
Así queda un boquete más limpio y fácil de tapar. Y, aún así, me he salido un poco del dibujo deseado.
A veces interesa que el tubo no vaya demasiado justo. Es más fácil rellenar el hueco y que quede más sólido y con mejor acabado si dejamos un hueco mayor. Así podemos meter mejor el yeso.
De hecho, vemos que es bastante más grande que el tubo. No importa, así se hace más rápido y no tenemos que andar metiendo el tubo, viendo donde roza o si está torcido….
Ahora vamos a cortar el tubo en longitud. A pesar de ser un tubo muy rígido, se corta bastante bien con un cúter o un cuchillo afilado, como vimos en la foto del post anterior.
Lo colocamos en su lugar definitivo.
El proceso de tomar el tubo lo dejamos para el siguiente post ¡No os lo perdáis, es el último!
Gracias por tu informacion.Saludos
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