Encolado de taburete
Amig@s: Hace tiempo que tenemos en casa este taburete. Es muy sólido y sirve tanto para ser usado como asiento auxiliar cuando vienen visitas, como para uso como escabel, ya que nos permitirá tener las piernas en alto mientras vemos nuestro programa favorito de la tele y así descansar cómodamente….
Pero tiene un pequeño problema: las uniones están desencoladas hasta tal punto que se desarma prácticamente solo. Basta apoyarse en un travesaño inferior, para que éste se salga.
Aquí os voy a enseñar cómo repararlo. Esto también puede serviros para sillas desencoladas, bancos… Un problema bastante común, ya que con el uso, las vibraciones, cambios de temperatura, suelo irregular… las partes encoladas sufren tensiones que acaban por despegar la cola que las une.
En nuestro caso, lo primero es desatornillar el asiento, ya que así ya tendremos libre acceso a toda la estructura despegada. Basta retirar cuatro tornillos.
En algunos casos puede ser de mucha utilidad marcar las piezas para realizar después el montaje exactamente igual: basta poner en cada empalme un signo, número o letra igual en ambos lados. Así después es muy fácil que las piezas casen bien.
Aunque yo lo he hecho, después no ha sido necesario seguir con el orden, pues he limpiado muy bien todas las zonas de cola seca.
Y éste es, en efecto, el siguiente paso a seguir: la unión de los palos es mediante machihembrado, o sea, se ha practicado un rebaje en una pieza y en ese rebaje entra la otra pieza afinada con la forma del rebaje.
Es una unión muy sólida que se viene realizando de toda la vida.
Las piezas macho, podemos limpiarlas de restos de cola vieja muy fácilmente con una lima de madera o una escofina.
Es una cola muy, muy vieja y sale enseguida. Repasaremos todas las zonas del saliente hasta lograr que la madera se vea limpia.
Para las zonas hembra, hay cierta dificultad, pues la lima no tiene mucho juego al no tener mucho avance en cada pasada. Lo he solucionado afilando un cuchillo con punta e introduciendo la punta en el orificio. Apoyo la parte roma de la hoja del cuchillo en el borde del agujero y apalancando salen muy bien los restos de cola.
Es muy importante eliminar todos los restos, porque así después el machihembrado casará bien. Si dejamos alguna rebaba, la pieza macho no entrará a tope y no quedará bien.
Tras pasar el cuchillo y un formón, que también puede sernos de ayuda, podemos dar un ligero repaso con la lima.
Puede parecer muy laborioso, pero con un poco de paciencia lo terminaremos en menos de lo que pensamos.
Eso sí, hay que ser muy sistemáticos y no dejar una zona hasta no haberla terminado. Después trabajamos la otra parte de la madera y cuando ya esté lista, la ponemos a parte para evitar confundirnos.
Ya queda el encolado: con un pincel vamos aplicando la cola en cada pieza macho y la vamos encajando en su parte análoga. Con ayuda de un martillo de puntas de nylon, terminamos de encajar.
Una vez montados los dos laterales, basta poner uno con los orificios hacia arriba, colocar los palos que van en estos orificios y finalmente, el otro lateral encima. Siempre encolando antes de encajar las piezas.
Con varios martillazos más, terminamos de encajar y si queréis aseguraros una unión sólida, le metemos presión con unas cinchas.
En este caso, tiene el inconveniente que el taburete no es recto, sino tiene forma: más ancho por abajo y se va estrechando hacia arriba, con lo que la cincha tiende a resbalarse.
Con una silla es más difícil que tengáis este problema.
En cualquier caso, la cincha mantiene la tensión necesaria hasta que la cola endurezca.
Ya quedaría justamente eso: esperar que la cola endurezca, para lo que deberíamos esperar al día siguiente. Y montar el asiento.
En nuestro caso, vamos a aprovechar para lavar el asiento –que, por cierto, tapicé yo mismo en su día-, pues ha cogido bastante suciedad con el uso y ahora que está separado de la madera es muy manejable y fácil de lavar.
Para ello cogeremos un trapo humedecido en agua con un poco de amoniaco y unas gotas de detergente. Vamos dando pasadas procurando mojar sólo lo imprescindible. Queda como el primer día.
Consejos:
Si queréis encolar unas sillas o taburetes, esmeraos muy mucho en limpiar los restos de cola vieja. Es a veces pesado y laborioso, pero totalmente imprescindible si queréis que os dure cierto tiempo.
En segundo lugar, la presión es muy importante cuando trabajamos con cola blanca. Si no tenéis cinchas, podéis usar una cuerda o una cinta de persiana rodeando la pieza y podéis hacer un torniquete con un palo: lo colocáis sobre la cuerda y le dais vueltas. En cada vuelta, se va apretando más y más la cuerda hasta hacer una enorme fuerza. Asi que cuidadín que la cuerda no se clave en la madera –podéis protegerla con unos cartones- o que apretéis tanto que la cuerda se rompa bruscamente y os dé un latigazo. Después basta fijar el palo atándolo a la misma cuerda para que mantenga la tensión sin desenrollarse.
Y en tercer lugar, respetad el tiempo de secado y endurecido de la cola: dejad en un rincón el taburete o silla y no lo cojáis hasta el día siguiente.
A veces es necesario calzar el asiento para que no se quede cojo. Pero esto lo veremos en otro post.
Gracias por la información. Practicaré con 6 silla y luego tratare de buscar tutorial para sofás. Las imágenes son muy pedagógicas y ayudan a la comprensión.
ResponderEliminarSaludos.
José Andrés
Muchísimas gracias Carlos, me salvás!
ResponderEliminarmuy ilustrativo gracias
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