INSTALACIÓN DE GAS BUTANO
Ya hemos visto algunos trabajos con la instalación de gas: sustituimos una hornilla de gas y os enseñé a realizar la conexión de gas.
En este caso, vamos a hacer la parte complementaria: tenemos una cocina que se va a reformar y hay que hacerle la instalación de gas: tenemos un hueco para la bombona de butano, que ha de alimentar la hornilla de la cocina –que será mixta, con quemadores eléctricos y a gas- y el calentador de agua, también a gas.
Vamos a dividir el trabajo en tres partes: preparación del tubo, Fijación de llaves y fijaciones; y soldadura y repaso de la instalación.
Así que hoy veremos la primera parte.
Lo primero es tomar medidas de la longitud de tubo de cobre para gas que precisamos y estudiar la cantidad de fijaciones para el tubo, racores y llaves que necesitamos.
También precisaremos material para soldar tubos de cobre.
Eso sí, debemos hacer las mínimas soldaduras posibles, con lo que el tubo no debe llevar codos soldados. Debemos ir doblándolo para adaptarlo a los recovecos de la pared para que vaya enterizo. Así solo lleva soldado los extremos.
Antes de doblar el tubo, hay que dejarlo totalmente recto.
De todos modos, veréis que es un tubo muy blando: viene en un rollo y podemos enderezarlo fácilmente con las manos.
Para lograr un enderezamiento más controlado, podéis haceros de una tablita de 15 ó 20mm de grosor a la que le haréis un agujero con una broca de 10mm. Si metemos el tubo por ese orificio, podemos hacer mucha fuerza para enderezarlo cogiendo la tablita por el extremo. Y os estoy hablando de una tabla de 20 ó 25cm de largo, que no hace falta un listón de 200cm, jejejejeej.
También este sistema puede ayudaros en los dobleces, pero cuidado, que si dobláis demasiado cerrado, el tubo se aplastará si no usáis muelle.
Para doblar los tubos, dispongo de un aparato que realiza el trabajo con relativa facilidad. También existen unos muelles que se enroscan por la zona externa del tubo y que impiden que al realizar el doblez, el tubo se estreche en la zona de flexión y se quede aplastado.
En mi caso, disponía del doblador de tubos y es lo que he usado, aunque hay que reconocer que cuesta un poco cogerle el tranquillo y si disponéis de alguien que os ayude, os facilitará mucho el trabajo.
Aquí vemos el doblador con el tubo insertado y listo para su doblez. Bastaría bajar la palanca del doblador, que vemos que tiene mucho brazo de potencia, y el tubo quedaría rápidamente doblado al ángulo que deseemos, normalmente de 90º.
El doblador tiene dos defectos, desde mi punto de vista: el primero es que hay que cogerle el tranquillo para lograr que los dobleces salgan a la medida deseada. Conviene practicar con varios dobleces antes de meterle mano al tubo “bueno”, el que vamos a emplear.
En segundo lugar, cuando vamos a doblar un trozo pequeño, es difícil sujetar el tubo y a veces se desplaza a la par que vamos aplicando fuerza a la palanca, con lo que sale el doblez mucho más cerca del extremo de lo deseado…
Para eso conviene que nos hagamos con un trozo de cordel de cáñamo o algodón (los sintéticos son más resbaladizos) y sujetar bien el tubo al soporte del doblador para que no se mueva en el proceso. Cuantas más vueltas demos y más apretadas, menos se moverá.
Una vez realizado el doblez, bastaría desatar y seguir con los dobleces.
El muelle no he llegado a emplearlo y eso que lo tenía a mano. Para que os hagáis una idea es un muelle de unos 20cm de largo y el diámetro interno es de 10mm, el del exterior del tubo de cobre. Se mete el tubo por la parte más ancha del muelle y desplazamos el muelle hasta donde queramos doblarlo. Realizamos el doblez a mano con cuidado de que no sea un ángulo muy cerrado y después podemos ir sacando el muelle girándolo, pues queda muy ajustado.
Si algún doblez no os convence, podéis tratar de enderezar ligeramente el tubo por donde os hayáis pasado e iniciar el doblez un poco antes, hasta lograr la medida deseada.
No penséis que después cuando pongáis las fijaciones, éstas llevaran el tubo a su sitio. Mejor lograr un ajuste lo mejor posible.
Y hablando de ajustes y fijaciones: cuando hagáis los dobleces, recordad que las fijaciones mantienen el tubo ligeramente separado de la pared. Estudiad vuestras fijaciones para medir esta distancia y así no llevaros después un disgusto.
El trozo de tubo inicial –o final, según se mire-, el que va del calentador del agua a la primera llave de corte de gas, lo hemos doblado a mano, ya que es un trozo pequeño y si se estropea al doblarlo, se puede sustituir fácilmente. Digamos que nos sirve de ensayo para ir empezando con el proceso de doblado del tubo.
En el próximo post seguiremos con las fijaciones del tubo y de las llaves de paso de gas.