En este post vamos a realizar la construcción de una simpática casa nido aprovechando una caja de madera de cava, que vamos a reciclar.
Ya vimos en el post anterior cómo desmontar adecuadamente estas cajas para aprovechar la madera al máximo. Ahora ya empezamos con la construcción de la casita.
Os pido disculpas por la extensión del post. Podría haberlo dividido en dos o tres partes… pero así os ahorro tener que andar buscando, pinchando enlaces y demás. Y así podremos retomar la construcción del horno solar.
Imagino que a todos os gusta ver los pájaros. Bueno, salvo a los agricultores, que no estarán muy contentos al ver volar a las aves granívoras, jejejej. Pero nunca llueve a gusto de todos, como suele decirse.
A mi mujer y a mi nos encanta ver a los colirrojos tizones, los mosquiteros, vencejos, lavanderas blancas y cascadeñas –todos ellos insectívoros, por cierto-, e incluso gorriones por la zona y he pensado que sería una experiencia muy bonita para mis hijos si pudieran ver a una pareja de estos pájaros anidando en nuestra terraza o frente a una ventana…¡Qué mejor forma de enseñarles a amar y respetar la Naturaleza!
Yo he adaptado un modelo de casita que he visto en Internet.
Las medidas venían en pulgadas y los gruesos de las maderas también eran diferentes, así que he adaptado el diseño a los materiales que dispongo.
Podéis sacar las medidas de los planos que os muestro.
El largo del cuerpo de la casa es de 190mm, un poco más por la parte del tejado, pues tiene un pequeño saliente hacia la fachada. Si tenéis cualquier duda, decídmelo en un comentario.
He tratado de realizar un trabajo fino cortando las maderas con la fresadora… Casi al final del proceso, cuando tenía que recortar las piezas del frontal y la trasera, he descubierto que para este material, la sierra de calar es infinitamente mejor: más rápida, precisa y no astilla la madera apenas, como yo creía.
Los cortes son en verdad muy rápidos y precisos.
Así que he pasado las medidas a las maderas y las he ido recortando. El frontal y la trasera es lo más complicado.
Lo mejor es hacer el dibujo en papel y recortarlo. Dobláis el papel por la mitad para comprobar que sea simétrico y ya podemos pasarlo a la madera para cortarla.
También podéis copiar el dibujo en papel cebolla o similar y después con un papel de calcar pasarlo a la madera.
El primer sistema es más rápido y eficaz. Yo he usado el segundo sistema y también me ha ido bien.
Para lograr una mayor precisión podéis poner dos o tres puntillas fijando las maderas de las que saldrán el frontal y la trasera.
Así podréis cortarlas a la vez e incluso dar un repaso de lija tras el corte
En el frontal hay que hacerle el orificio para que entren los pájaros. He usado una sierra de corona, que nos permite hacer un trabajo limpio y rápido.
Si no tenéis una de estas brocas del tamaño adecuado, podéis usar una sierra de pala; hacer muchos orificios con una broca fina y después repasar con una lima; o con la sierra de calar con una hoja para cortes curvos.
Lo importante es lograr un orificio de unos 3cm de diámetro.
Si es mayor, además de los pájaros que han de anidar, podrían entrar sus depredadores. Si es más pequeño, los pájaros no entrarán bien y puede que no acepten la casa nido para criar.
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Para unir las piezas, podemos usar cola blanca y puntillas de cabeza perdida.
Para eso, podemos poner enfrentadas las dos piezas a unir sobre una superficie recta, con una tira de cola a todo lo largo de la unión.
Es interesante haber iniciado el clavado de las puntillas, así será el resultado final más preciso.
De este modo, sólo tenemos que dar algunos suaves golpes para lograr que las puntillas entren.
Se limpia el exceso de cola y pasamos a la siguiente pieza.
Es interesante que las puntillas estén puestas a tresbolillo, o sea, ligeramente inclinadas una respecto a la siguiente, así harán mucha más fuerza.
También podemos aprovechar para usar el botador y que así queden las puntillas totalmente ocultas. Sólo tendríamos que dar un poco de masilla antes de lijar y pintar.
Lo más complicado es poner las puntillas justo en el centro delas maderas, para evitar que al clavarlas queden muy cerca del borde.
Yo me he hecho una plantilla usando un retal de la misma madera: le he clavado una puntilla justo en el centro y con la sierra de costilla le he abierto el hueco hacia fuera, para poder extraer la plantilla una vez apuntado el clavo.
Aunque tardamos cinco minutos en hacer esta plantilla, pondremos todos los clavos con rapidez y seguridad, sin tener que mirar si están a la distancia correcta.
Un consejo: procurad que las letras o dibujo de la madera queden ocultos a la vista, en este caso hacia dentro de la casita.
A veces sale lijando… Pero otras está grabado con calor y aunque pintemos, se notará el desnivel o bajorrelieve.
En el frontal, también vamos a poner un palito para que se puedan posar ahí antes de entrar. Basta hacer un orificio pasante, del grosor del palo que vayamos a poner.
En este caso de 6mm de diámetro y podemos fijarlo con cola blanca tras el lijado previo a la pintura.
Yo lo he puesto quizá demasiado alto, habría que ponerlo como a mitad de camino de la parte inferior del orificio de entrada y la base.
En la trasera le he abierto una rendija para que la casita se pueda colgar de la pared mediante una alcayata.
Lo he hecho abriendo dos boquetes muy cercanos y emparejando con una pequeña lima.
Otra forma de ponerla sería mediante dos cáncamos situados en la arista superior del tejado.
A estas hembrillas podríamos atar unas cuerdas y la casita quedaría colgada.
Y en el suelo le he abierto dos agujeros gruesos que mejoren la ventilación.
Los pájaros cubrirán todo el fondo con pelusas, hilos, pelos, plumas, hojas… Pero la humedad que pueda producirse en el nido irá descendiendo pudiendo pudrir la madera. Así se mantendrá seco y confortable.
Voy a proceder a pintar el cuerpo de la casita, para lo que voy a usar barniz brillante con tinte color roble.
Pero primero hay que enmasillar los orificios de los clavos y los desperfectos.
También enmasillaré con una masilla hecha con aserrín más basto las rendijas que han quedado dentro, entre las paredes y el fondo.
Tras un exhaustivo lijado, que podemos hacer cómodamente en unos minutos con una lijadora eléctrica, pasamos un paño húmedo y ya podemos empezar a barnizar.
Como es un barniz tinte y no hemos dado tapaporos previo, es normal que los cantos de las maderas queden en un tono algo más oscuro.
Así que voy a dar una mano lo más delgada que pueda a modo de tapaporos.
En la siguiente mano, distribuiremos el barniz para que se note lo menos posible.
En cualquier caso es una casita artesana de madera y si queda alguna zona más oscura, casi va a embellecer más que afear, pues así se notará que no es de plástico, sino madera natural.
El truco para aplicar bien el barniz es evitar mojar la brocha excesivamente: pondremos sólo un poco de barniz en el extremo de las cerdas y extenderemos bien.
Yo suelo empezar a contraveta para extenderlo por toda la superficie y después muevo la paletina en el sentido de la veta.
Queda muy natural. Si en algún punto veis que os habéis pasado y queda muy oscuro, sobre todo en la segunda mano, podéis pasar un papel que no suelte pelusa y retiramos un poco del barniz.
Ahora, mientras seca esta segunda mano de barniz, vamos a trabajar un poco con el techo. Empezaremos por pintarlo.
Podemos pintar todo el tejado con pintura de caucho. Al ser totalmente impermeable y ser de color rojo teja, dará un aspecto bonito a la casita a la par que la protegerá
Vamos a ponerle dos bisagras para que un lado se pueda abrir para el aseo del nido cuando ya esté desocupado. Si no queréis complicaros la vida, basta que este lado vaya fijado con tres o cuatro tornillos pequeños que bastará destornillar para levantar esa parte.
Las bisagras que tengo son algo grandes para el grosor de estas maderas. Podría usar unas de una caja de puros de madera, pero como tampoco tengo ninguna a mano, vamos a usar estas bisagras.
Para ponerlas, vemos en qué posición quedan mejor las maderas del tejado. A veces pequeños errores al cortar hacen que las maderas casen mejor en una u otra posición.
En cualquier caso, vemos que un lado de la bisagra sobresale.
Es una bisagra muy pequeña y si la ponemos en el tornillo de mesa para limar el exceso, corremos el riesgo de deformarla si apretamos un poco más de la cuenta, me he hecho una guía haciendo dos orificios en un resto de madera de modo que sobresalga la parte que nos sobra.
Con la lima, en pocos segundos hemos rebajado el sobrante. Quitamos los tornillos y ponemos la otra y repetimos.
Ponemos las bisagras definitivamente. Para fijarlas, las dejamos lo más próximas al lado de la puerta y para marcar la posición pondremos esta madera vertical y plantearemos la bisagra apoyada en la mesa de trabajo.
Así quedará lo más adentro posible, cosa necesaria porque, como vimos, las bisagras son algo grandes.
Ahora ya podemos clavar la parte del tejado que va fija. Usaremos el botador para dar un poco de masilla y cubrir con pintura. No se notará
Para el lado opuesto, ya solo basta poner las maderas unidas, marcar con un punzón en los orificios y atornillar.
Os recuerdo que si no os sale a la primera, siempre podéis cerrar los orificios con unos palitos mojados en cola blanca y que encajen a presión. Al día siguiente podréis poner los tornillos donde queráis.
Ahora voy a poner una especie de pestillo. De poco servirá que pongamos las bisagras si con el aire se levanta la tapa… Seguramente los pájaros no se instalarían en esas condiciones.
Voy a pegar un trocito de madera en el interior de la tapa. Casi tocando la pared por dentro y centrada con ésta.
A continuación hacemos un orificio que atraviese la pared y el taco de madera.
Bastará meter un clavo del grosor del orificio o algo menor para que la tapa quede cerrada, pues fija la tapa y el lateral.
Si escogemos un clavo largo o bien no hemos hecho el orificio que atraviese el taco interior, el clavo quedará algo salido y así podremos acceder a él fácilmente.
Podéis usar un alambre al que le haréis un asa o aro en un extremo para identificarlo como pestillo de apertura.
También podemos poner más de un pestillo, y así evitaremos que un ocasional combamiento de la madera deje una rendija que no guste a los pájaros.
En mi caso y considerando que es una madera delgada y que con el tiempo tenderá a combarse, he optado por poner una tira entera de madera para evitar este arqueo. He puesto otra tira más fina que va sujeta con los tornillos de las bisagras.
Asi evitamos tener que estar buscando unos tornillos de tan reducida longitud y a la par reforzamos esta zona que al no estar claveteada y encolada como las demás piezas, es susceptible de deformarse más fácilmente.
Estas casitas suelen ser usadas en primavera y verano, así que en invierno podréis quitarlas con vistas a darles un repaso de pintura, limpiarlas o guardarlas en sitio seco hasta que se aproxime la primavera.
Aquí vemos la casita tras la mano de pintura final recién dada.
He aprovechado para dar un poco de pintura de caucho a la base por dentro, así esta zona que es la más susceptible de acumular humedad, permanecerá seca.
Animáos a hacer estos pequeños trabajos de bricolaje. Son entretenidos... y obtendremos cosas como ésta: prácticas y bonitas.