HORNO SOLAR PARTE 10 CORTE Y MONTAJE DEL MARCO Y CRISTALES
Una vez preparado el listón, los vamos cortando a inglete para hacer el marco.
Los cortes a inglete merecen mención a parte, pues es una de las cosas más complicadas. Y he probado con todo: cajas de ingletar, marcando el corte con una escuadra a 45º...
Finalmente, me he comprado una sierra de ingletar que facilita considerablemente el trabajo, pues basta mover la sierra adelante y hacia detrás y la guía se ocupa de que la hoja vaya por su sitio, bien derecha y vertical.
Pero tampoco es la solución definitiva y os diré por qué: está montada sobre un soporte de plástico hueco y eso hace que no podamos fijar bien los listones contra el soporte con sargentos, porque podríamos romperlo.
Y si trabajamos con un listón largo y grueso, bastante pesado, tendremos que esmerarnos en no moverlo durante el largo proceso del corte, que en verdad se hace interminable.
Imagino que con una ingletadora eléctrica los cortes saldrán rápidamente y con bastante perfección, pero son herramientas caras, pesadas y voluminosas.
De todos modos, con paciencia y cuidado, he logrado sacar los cuatro laterales del marco y encajan bastante bien.
Eso sí, para cortar junquillos para ventanas o listones ligeros, esta sierra de mano es una maravilla, ya que ni siquiera es preciso fijar con sargentos y nos da un corte muy rápido y limpio, sin esfuerzo y un acabado perfecto, como veremos cuando pongamos los junquillos de los cristales.
Esta ingletadora, por cierto, me costó relativamente poco dinero y aunque es algo voluminosa, lo cierto es que tiene hasta un tope por si queremos cortar varios listones idénticos.
También podemos escoger entre una amplia gama de ángulos e incluso cortes inclinados. Y hace unos cortes muy finos, que apenas dejarán astillas o rebabas en los cortes.
Y tiene curiosos detalles, como un tope que impide que baje la hoja de la sierra y así podemos manipular las maderas para meterlas o sacarlas sin estar bregando con la afilada hoja.
Un consejo: Antes de cortar o encargar el cristal o los cristales, haced el marco. Siempre puede variar un poco y quedarse el cristal demasiado grande o pequeño.
A mí me pasó y tuve que ir por segunda vez al cristalero para que cortara 0,6mm de largo y de ancho.
Para montar el marco, he usado la escuadra para lograr que quede a 90º.
Una vez que vemos que el empalme es aceptable, ponemos cola blanca y fijamos la esquina con un sargento de escuadra.
Si bien esta herramienta no vamos a usarla todos los días, es económica y muy, muy útil.
Mantendrá las piezas en su posición mientras metemos un tirafondo, previamente hecho el orificio guía y el avellanado.
Tras ponerlo, volvemos a comprobar con la escuadra. Si es correcto ponemos el otro, evidentemente, ligeramente desviado para que no choque con el otro tirafondo que ya está puesto.
Si está algo descuadrado, haremos el orificio para el segundo manteniendo la posición correcta, y así quedará bien.
Pasado un rato, ya podremos quitar el sargento de escuadra para usarlo en otra esquina. De este modo, con dos sargentos, podremos apañarnos para hacer todo el marco en un rato.
Dejamos reposar el marco hasta el día siguiente, colocado sobre una superficie plana y lisa y ya podemos enmasillar los orificios de las cabezas de los tornillos y cualquier imperfección que deseemos corregir.
Pasado un rato –la masilla seca casi instantáneamente-, damos una lijada y pasamos un trapo humedecido en agua. Y podemos comenzar a pintar.
Si no os compensa comprar la masilla o no disponéis de un comercio donde conseguirla fácilmente, podéis usar el fino aserrín obtenido de cortar los ingletes del marco con la sierra de ingletar, que es muy, muy fino, mezclado con cola blanca hasta lograr una pasta homogénea.
Vamos a pintar el marco antes de poner el cristal porque voy a poner doble acristalamiento y es interesante que la madera quede aislada de la humedad por dentro y por fuera.
De poco serviría sellar con silicona la unión de la madera y el cristal si la madera es porosa y a su través puede pasar la humedad entre los dos cristales.
Importante: os recuerdo que al peinar la pintura, terminéis haciéndolo en el sentido de la veta de la madera. Obtendréis un acabado muy bueno.
Una vez que hayamos dado un par de manos de pintura, podemos poner los cristales.
Hasta ahora no os he hablado de los cristales y voy a hacer un inciso en el tema para comentároslo: podéis encontrar cristales en los contenedores de basura de gente que ha sustituido sus ventanas.
Es relativamente sencillo cortar los cristales a la medida, aunque haría el post muy extenso y no voy a comentarlo ahora. Eso sí, evitad los cristales templados, (muy usados en baldas de cristal y mesas) ya que no podréis cortarlos sin que se rompan.
No es que acertéis a la primera con los normales, que casi seguro que se os romperá alguno… pero es una opción.
Yo voy a comprar los cristales en una cristalería.
Lo lamento en el sentido que he hecho todo el horno con materiales reciclados y hubiera sido perfecto que los cristales también lo hubieran sido..
Es relativamente caro, pero no quería correr riesgos y lo mismo encuentro unos cristales en la calle en dos días… que en dos años y ya que no nos hemos gastado casi nada en la construcción del horno, he pensado que bien podemos permitirnos el gasto.
Lo ideal es que los cristales sean templados. Son mucho más fuertes y más por tener que soportar cambios de temperatura y demás… Pero yo he optado por vidrio normal de 4mm de grueso. Por supuesto, dos, pues voy a poner doble acristalamiento.
Llevo meses usando el horno y la verdad es que han aguantado bastante bien y siguen como el primer día.
Pero sigamos con el post. Vamos a colocar los cristales:
Para ello planteamos el primer cristal y vemos el grosor y el ancho que ha de tener el junquillo.
Si os limitáis a poner un junquillo normal, de los que venden en cristalerías y tiendas de enmarcado de cuadros, os ahorraréis mucho trabajo. De hecho, como os dije anteriormente, hasta podríais encargar que os hicieran un marco con cristal para no tener que hacerlo vosotros.
Los junquillos, por cierto, también deberían tener al menos una mano de pintura para que tengan cierta protección y por razones estéticas.
Y conviene pintarlos antes de colocarlos para evitar manchar el cristal.
También podemos poner los cristales y después estudiar el tema de los junquillos, porque como vamos a poner silicona, ya esto sujeta los cristales bastante bien, aunque los junquillos darán una mayor resistencia y seguridad ¡A fin de cuentas el horno estará asomando por la barandilla de la terraza!
Yo voy a poner los cristales y después veremos con más detalle el tema de poner los junquillos:
Poner los cristales no tiene ninguna dificultad, salvo que la silicona esté uniformemente repartida y los cristales limpios por la cara interna, ya que ahí no podremos acceder después.
Asi que planteamos el primer vidrio y tras ver su posición, le damos la vuelta y limpiamos a fondo.
Si hemos tenido la precaución de limpiar primero la cara externa, podremos apreciar enseguida cualquier mota de polvo, mancha…
Lo dejamos secar bien y, mientras tanto, vamos poniendo un cordón de silicona a lo largo de todo el soporte del cristal que hicimos en el marco.
Cogemos el cristal, como siempre con guantes –no olvidemos que los cantos están sin rematar o limar y cortan como cuchillas ¡y no es broma! Y para realizar la operación con limpieza hay que cogerlos forzosamente por los cantos para no ensuciarlos.
Ponemos el cristal sobre el marco y presionamos por todo el borde del cristal.
Veremos que la silicona se expande rellenando todo el hueco.
Si nos hemos pasado al poner silicona, ésta rebosará por el borde dejando un acabado feo.
Por eso es preferible poner un cordón fino por el centro del soporte del marco. Después pondremos poner un poco más en el borde a la hora de colocar el junquillo.
Con cuidado de no tocar el cristal por dentro, damos la vuelta al marco. Repetimos el proceso con el otro vidrio, teniendo en cuenta que una vez puesto en el marco, ya no hay vuelta atrás, porque no podemos volver a sacarlo empujando por el lado contrario, pues ya está colocado el otro cristal.
Yo he colocado el marco sobre una caja de madera para que todo el peso se apoye en el primer cristal y que así no se despegue
¡Os recuerdo que yo he puesto vidrios de 4mm, si el vuestro es más fino podría romperse si lo hacéis así y tendréis que buscar una superficie de apoyo mayor!
Si lo dejáramos apoyado en el marco, sin la caja, podría desprenderse el cristal.
Por cierto, esta caja de madera va a convertirse en un futuro post en una graciosa casita para pájaros. Os voy a enseñar a reciclar cajas de madera de vino y como ejemplo os enseñaré a hacer la casita.
Finalmente, colocamos un peso que garantice que los dos cristales se mantienen bien pegados al marco mientras seca o endurece la silicona.
En mi caso, he puesto una garrafa llena de agua. No es imprescindible, pero así no corremos riesgos.
Una vez seca la silicona –recomiendo esperar un día, si podemos- Ya podemos empezar a mover el marco para ir cortando los junquillos a inglete.
Es muy fácil: se mide y se corta.
Para evitar hacer un corte invertido y estropear algún junquillo, os recomiendo marcar con el lápiz donde tenga que ir el tope y después hacer una rayita en el sentido que ha de tener el corte.
Parece una tontería, pero hasta que llevéis varios cortes y empecéis a hacerlo mecánicamente, corréis riesgo de fastidiar uno.
También recomiendo que empecéis cortando los más largos. Asi si os equivocáis, siempre podréis recortarlo un poco más para un lado pequeño. Al revés ya no tiene arreglo y si habéis comprado los junquillos justos…
Para clavar los junquillos, le quitaremos la punta aguda a las puntillas o clavos que usemos, pues así evitamos que los junquillos se abran por la presión de los clavos.
Y para evitar golpes innecesarios tan cerca del cristal, recomiendo dejar ya cada junquillo con dos o tres clavos introducidos hasta que asome el extremo por la parte opuesta del junquillo.
Así sólo tenemos que terminar de introducir los clavos en el marco. Podemos dar suaves golpes en la cabeza del clavo apoyando la cabeza del martillo en el cristal, deslizándolo sobre él.
Y antes de empezar a clavar, conviene plantear los junquillos.
Un ligero descuadre que no habíamos percibido puede ocasionar que unos junquillos vayan con mucha holgura y otros se puedan incluso romper al tratar de meterlos muy ajustados.
La mejor forma de ponerlos es ajustando una esquina y clavando las puntillas más cercanas a ésta…. Seguimos con la siguiente y así hasta la cuarta. A veces si un junquillo queda algo más hundido o salido, el inglete se verá feo… así los vamos ajustando uno a uno.
Finalmente, pondremos los clavos centrales del junquillo.
También colocaremos un burlete tipo caucho en el marco superior del horno, donde se apoya el cristal.
Así el cristal o su marco se apoyará en este burlete y garantizará que quede totalmente estanco.
Evitaremos que entre agua y que pueda salir calor. Pero antes de eso hemos de colocar las bisagras... Tema de otro post.
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