Poner tapa de extractor de taller portátil
Amig@s: ya os comenté mi invento: un extractor para el taller fabricado con una caja de vino, un extractor de cocina y una bolsa para basura grande.
El ingenioso aparato funciona de maravilla y como he estado trabajando con la colocación de bisagras en el horno solar y me han sobrado algunas, he decidido terminar el trabajo.
Se trata de hacerle dos puertas que permitan que la caja pueda cerrarse cuando no la usemos y que al abrirla tenga más estabilidad y recoja el aire justo de la zona donde estemos trabajando. Algo especialmente útil cuando soldamos al arco.
Lo primero que tenemos que hacer es dividir la tapa original en dos, para hacer dos puertas.
Señalamos el centro en cada lado y trazamos la línea. Solo queda fijar bien la pieza y cortarla con la sierra de calar.
Para marcar el centro yo siempre tomo dos medidas: de derecha a izquierda y después de izquierda a derecha, por un lado y por el otro y ya sé que el hueco que hay entre las dos marcas es el centro exacto.
Ahora vamos a colocar las bisagras. El problema es que las bisagras son algo más anchas que el grueso de la madera.
Voy a solucionarlo haciendo un cajeado en bisel. Esto es, profundizaremos más hacia el interior de la caja que por fuera.
Así por una parte quedará la tapa bien pegada a la caja, pero la bisagra apoyará en todo el canto de la madera y no sobresaldrá.
Otra opción sería comerle con una lima a un lado de la bisagra. Pero haciéndolo de la primera forma, podemos recuperar las bisagras para otro trabajo si decidimos hacer otra cosa.
Hacemos, como digo, los cajeados con el formón. Vamos comprobando con la bisagra de modo que ésta quede a ras de los bordes, ya que no vamos a hacer cajas en la tapa.
Si no sois muy diestros con el formón, también podéis usar una lima o una escofina.
Colocamos cada bisagra en su posición dentro del rebaje que hemos hecho. Marcamos los orificios con un punzón y hacemos un orificio guía con el taladro y una broca muy fina.
Ponemos de este modo las cuatro bisagras.
Y ahora viene el momento más delicado: atornillar las bisagras a las tapas.
Para ello, planteamos la tapa de modo que quede la bisagra con el eje justo fuera de ella y con el canto alineado con la caja.
Manteniendo la posición marcamos con un punzón. Como he usado para esta parte tornillos muy finos de 10mm –para la otra parte los usé de 16mm-, no precisamos ni hacer agujeros guía. Eso sí, primero marcamos un solo orificio y ponemos el tornillo.
Seguidamente, comprobamos cómo ha quedado (a veces vemos que ha quedado muy pegada la tapa a la caja o que está desalineada la tapa respecto a la caja por la parte inferior….) Y aflojamos ligeramente este primer tornillo y nos vamos a poner el tornillo de la bisagra opuesta de ese mismo lado, esta vez procurando corregir el fallo. Si queda bien al apretar el tornillo, ya podemos dejarlo apretado.
Volvemos a la primera bisagra y procedemos con el otro tornillo, sin apretar todavía el primero, y también lo ponemos con la corrección deseada para que quede en su lugar.
Finalmente, sólo queda apretar en último lugar el primer tornillo. Al estar la bisagra ya fijada por el otro, apenas se moverá. Si hubiese quedado realmente mal, tendríamos que poner una astilla de madera encolada para tapar el orificio y hacer otro al lado.
Una vez puesta la primera tapa, comprobamos que queda en el centro y que la otra tapa no quedará sobresalida por el exterior.
Si queda bien, sólo hay que hacer lo mismo que con la primera.
Volvemos a poner el tubo plegable en el extractor ¡Y a usarlo!
En otro post os enseñé a reciclar cajas de vino. En este caso, prácticamente la hemos empleado tal cual, pero recordad que también os expliqué en otro post cómo desmontar estas cajas y os puse un ejemplo práctico de su reciclaje haciendo una casa nido.
hola manitas!!
ResponderEliminarTe paso para Reader,Buzz,Face y Twitter.Eres genial.
Un saludín.