lunes, 6 de febrero de 2012

remedio para la hernia de hiato. Soldar tubo fino. reparar boquetes en tubos. soldadura de tubos delgados



FABRICAR SUPLEMENTO PARA SOMIER



Amig@s: hoy vamos a abordar un tema de soldadura.

Veréis, tengo un familiar al que le han diagnosticado una hernia de hiato… esto que suena tan feo no es otra cosa que la válvula superior del estómago no hace bien su función y los jugos gástricos y alimentos en proceso digestivo que están en él suben por el esófago, pudiendo llegar provocar un accidente si pasan a la tráquea, pues podrían atorar las vías respiratorias durante el periodo de sueño.

Bueno, no soy médico, pero más o menos es el problema. Y la solución más eficaz en estos casos es elevar el colchón por la parte de la cabeza para que el tronco quede inclinado, más alto por la parte superior y menos por la inferior, con lo que por la misma gravedad, el problema queda solucionado.

Hay muchas soluciones: desde una cama tipo hospital que pueda elevar la parte de la cabeza, hasta una tabla con calzos que realice esta función.




Yo voy a hacer algo mucho más económico que lo primero y más funcional que lo segundo.

Lo primero es buscar un somier del mismo ancho que el que ya tenemos, pues vamos a hacer un suplemento sobre el antiguo.

La elevación debe estar desde la cabeza hasta el final de las caderas, para que todo el tronco quede recto, de modo que tomamos la medida, teniendo en cuenta que la elevación debe ser por la parte superior de unos 15 a 18cm y cortamos la parte inferior del somier con la radial.

Muy importante: que alguien os ayude, pues aunque los tubos son finos, si no están bien sujetos durante el corte se puede “entrapar” el disco y daros un buen susto. Una solución sería ponerlo sobre una mesa amplia bien sujeto con sargentos.

Es importante que antes de cortar, os aseguréis que los extremos queden en el hueco entre dos lamas del somier viejo, pues los extremos han de apoyarse en el tubo del somier.

Ahora, hay que estudiar el ángulo que ha de tener las terminaciones de este suplemento. Si dejamos el tubo tal cual, por la parte que toca el somier viejo abultará mucho y puede ser molesto e incluso estropear nuestro colchón. Así que tenemos que afinar los tubos del extremo. En principio, vamos a respetar el tubo central y dejarlo tal cual.

Para cortar este ángulo de la forma adecuada, vamos a poner el suplemento en el suelo y lo calzamos por la parte superior a la altura que le vayamos a dar, en este caso 17cm. Ponemos un palito en el suelo, junto a los extremos que se apoyan y marcamos la línea que nos indica el palito. Este es el ángulo que tenemos que darle. Solo hay que cortar a unos 2/3 del extremo en el ángulo hallado. Con un poco de cuidado no es nada difícil, pues es un tubo muy fino.




Las patas del lado opuesto, las que levantan la cabeza, sólo tienen la dificultad de que han de ir verticales y para ello, debemos cortar dos tubos con el mismo ángulo que el corte que hemos dado en las puntas.

Basta pasar el ángulo y cortar. Y tras asegurarnos que el ángulo es adecuado, podemos ya cortar las patas a sus 17cm de largo –o la medida que os convenga-, procurando, eso sí, que los ángulos sean idénticos en ambas y también su longitud.

Por supuesto, las patas las he sacado del mismo somier, de la parte sobrante.




Para que este suplemento quede bien anclado en el somier antiguo, voy a hacerle unas piezas en forma de U invertida que soldaré tanto a las patas como a los extremos.

Para hacer estas piezas, basta sujetar bien un tubo de hierro cuyo diámetro interno sea algo superior al ancho externo de los tubos del somier antiguo (es sencillo, porque los somieres suelen tener tubos de 35mm, pero algo más delgados y los tubos de 35mm suelen encajar bien) y eliminamos un lado haciendo dos cortes paralelos con la radial. Cortamos a continuación el tubo en trozos de 40mm y con cuatro trozos, ya sólo nos queda unirlos a la estructura.

Yo he afinado un poco más los soportes que van en el extremo… pero no es necesario y, de hecho, es una desventaja, pues con los soportes más largos se sujetará mejor.




He soldado primero los cuatro soportes...



Y finalmente he soldado las patas al nuevo somier.


La soldadura de todo esto es sin duda lo más complejo. La dificultad estriba en lo finos que son los tubos del somier, que tendrán 1mm de grueso. Se perforan al soldar casi sin enterarnos.

¿Cómo resolver esto? Pues lo mejor es sin duda ensayar en uno de los trozos que nos han sobrado hasta dar con la intensidad de corriente para nuestro soldador al arco.

Y, por supuesto, no usar electrodos superiores a 2mm.

También podemos jugar con la polaridad, si disponemos con un equipo de corriente contínua: lo ponemos conectado el polo positivo con la pinza porta electrodo y la pinza de masa al polo negativo. Así se calienta más el electrodo que la pieza, fundirá mejor el electrodo y no derretirá tanto la pieza.

Hemos de eliminar en primer lugar todos los restos de pintura del somier y de las piezas que hemos fabricado; así como cualquier resto de óxido, grasa o suciedad.

Un cepillo de púas de alambre acoplable a la radial, nos permitirá eliminar en un instante todos estos restos sin apenas desgastar el metal, que ya es de por sí bastante delgado.
Mucho cuidado con este práctico accesorio: las piezas han de estar completamente fijadas y tenemos que manejar la radial con precaución extrema y sólo rozando el metal, sin apretar jamás.

Para realizar la soldadura, debemos mover el electrodo con cierta rapidez para evitar incidir mucho en un mismo punto, pues fijo que se nos hará un orificio… Pero al mismo tiempo, debemos lograr que el tubo se caliente lo suficiente como para lograr que el material de aporte se funda en él.

Para colmo, una dificultad añadida es que el tubo que hemos cortado en forma de U invertida, es más grueso que el del somier, al menos el doble… y requiere más temperatura, más amperaje.

Sin duda se os harán varios agujeros… pero no pasa nada, podemos taparlos disminuyendo la intensidad del soldador todo lo que podamos y aportando poco a poco en los bordes, aplicando en un punto, seguidamente en el opuesto…, para lograr que se vaya enfriando ligeramente entre aporte y aporte. El electrodo seguirá cebado y prenderá muy bien y veremos como milagrosamente el agujero se va cerrando.

Ya os digo, es cuestión de regular el amperaje. Basta mover el dial un milímetro más… y veremos como en vez de cerrar el agujero, lo va abriendo. Y un poco menos y veremos que el electrodo no prende, se nos queda pegado sin poder hacer el arco.

Un fallo de mi soldador –e imagino que el de casi todos- es justamente que tiene el botón de regulación del amperaje muy pequeño. Si fuese un botón de cuatro o cinco cm de diámetro, la escala se vería mucho mejor y sería más sensible.
En cualquier caso, es posible hacerlo.

Es importante pararnos de vez en cuando a retirar la escoria y pasar el cepillo de púas de alambre.

Y, como el agujero casi siempre se hará en el tubo más fino, es buena cosa una vez cerrado el agujero y limpiado bien de escoria, que hagamos ya el cordón definitivo, que normalmente, ya está más fuerte por la zona que hemos cerrado y podemos soldar al otro tubo con una intensidad algo mayor.

Otra cosa importante: mantener muy bien la distancia de la punta del electrodo… a veces tenemos miedo de perforar y tendemos a separar… esto solo hace que caliente, pero no aporte material: se funde seguro y hace un buen boquete.

En cualquier caso, es una soldadura difícil.
De hecho, veréis que las soldaduras son bastante feas... en parte porque no las he repasado aún y en parte porque si las limpiamos demasiado, las debilitaremos.

Pero una vez soldado todo, podemos colocar esta pieza sobre el somier original y ver si queda bien.


Quedaría pasar la radial para pulir un poco las soldaduras y darles algo más de estética y pintarlas con pintura de minio y después con una pintura de un tono similar al original de somier. También podemos usar directamente una pintura de minio con color. Es menos eficaz, pero tampoco va a estar a la intemperie.

Un defecto de mi invento es que el somier que he usado para hacer esta pieza elevadora tiene una barra central que se nos queda al aire. Se apoya en una lama del somier viejo y esto hace que esta lama sufra una enorme tensión. Podemos resolverlo soldando una pata que vaya del extremo de esta barra central al suelo… o bien soldar un travesaño que fije esta barra central con las laterales.

Espero que esta solución que he encontrado os sea de utilidad… o al menos os ayude cuando tengáis que hacer soldaduras en tubos delgados.

1 comentario:

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