Tejeringos:
hacer boca para churrera y receta para hacerlos
Amig@s: Ya os enseñé a hacer churros. Le
hemos cogido el tranquillo y salen deliciosos y sin sorpresas desagradables.
Siempre están ricos y en su punto.
Pero quería variar, que todos los domingos
los mismos churros, también cansa. Así que empecé a barajar otros tipos de
churros: los tejeringos y las porras.
Tras dar muchas vueltas por internet. Que
mayormente, sirve para liarnos con tantas variaciones de la misma receta y
todas con la “garantía personal” de su resultado, encontré un par de recetas
que me parecieron adecuadas.
Hoy vamos a centrarnos en los tejeringos,
cuyo sabor me trae recuerdos de la infancia, de una churrería tradicional que
había cerca de mi casa y que cerraron hace tiempo…
La receta, además es muy sencilla:
Ponemos en un bol 400gr de harina de fuerza
mezclada con un sobre de levadura seca de panadero (equivalente a unos 14gr de
levadura de panadería fresca tradicional) y una cucharadita rasa de sal fina.
Mezclamos en seco e incorporamos 400gr de agua tibia, a unos 35º- 40ºC.
Basta que calentemos un vaso de agua en el microondas durante un minuto a máxima potencia, la pongamos en un bol para pesarla y añadamos agua del grifo hasta llegar a los 400gr.
Basta que calentemos un vaso de agua en el microondas durante un minuto a máxima potencia, la pongamos en un bol para pesarla y añadamos agua del grifo hasta llegar a los 400gr.
Incorporamos el agua y mezclamos muy bien
todo para que no haya grumos.
Dejamos reposar cubriendo el bol con un paño
hasta que la masa duplique su volumen. Suele tardar de 25 a 45 minutos,
dependiendo de la temperatura ambiente.
Entonces, removemos para que la
masa no tenga exceso de aire en su interior y la introducimos en una churrera.
Al ser una masa mucho más ligera que la de
los churros, podemos usar perfectamente nuestra churrera inicial, la que
reparamos. Sólo precisamos una boquilla con orificio sin estrias y de 10mm de
diámetro.
Mi churrera no tiene este tipo de boquilla…
Pero como ya hicimos una para la otra churrera, voy a tratar de salir del paso.
Tengo una pieza de una bicicleta plegable que se usa para enfundar las tuercas
de las ruedas y que así no arañen éstas el cuadro al plegarla. Creo que puede servir.
Además, el pitorro puede servir para dirigir mejor la masa para formar los churros…
Basta hacerle un orificio con una broca de
10mm. Otra opción, si no tenéis el taladro a mano, es usar el punzón de la multiherramienta, como hice al reparar la rosca del cierre de la churrera.
Pero, para mi sorpresa, vi que los churros
salían muy gordos. Deliciosos, con el auténtico sabor de los tejeringos de mi
infancia, pero realmente gruesos.
Y es que la salida que toma el churro no es
la del orificio de 10mm, sino el grueso de tubo de salida, que es lo que hace
de verdadera boquilla.
Así que la solución es limitar el grueso de
este tubo.
Encontré por casa un bolígrafo en desuso de
mi hijo mayor y que tiene en su interior un diámetro de 10mm.
Con la Leatherman Surge y una hoja de sierra
para metal, corté en un momento el plástico convirtiendo el boli en un
cilindro. Vemos, por cierto, que la broca de 10mm entra ajustada en el tubo... Perfecto.
Obviamente, el cilindro tiene mucha holgura
en la pieza, así que vamos a usar masilla epoxi, que unirá las dos partes y
rellenará el hueco. con la hoja de corte de nuestra multiherramienta, no necesitamos ni pasar por la cocina para coger un cuchillo.
Para lograr que coincida el orificio, que
hicimos antes, con el cilindro, y que queden más o menos alineados, basta
introducir la broca de 10mm por el mismo y por el cilindro.
En esta posición,
cortamos un poco de masilla, la amasamos bien y la vamos introduciendo entre el
cilindro y la pieza.
Y ya tenemos una estupenda boquilla de 10mm y
con pitorro que nos permitirá dirigir la masa justo donde queremos para dar
forma a los tejeringos.
Así salen tan ricos como en la primera
prueba, que tenían exactamente el sabor que recordaba (hasta daba un poco de
yuyu, jejejejej), pero con el grueso deseado.
Es un poco complicado darles la forma con la churrera
soltando la masa sobre el aceite caliente… pero gozo de la experiencia de haber
visto en persona cómo los hacían en la churrería cuando ésta aún estaba en funcionamiento
y con un poco de práctica salen bastante bien.
En Youtube espero publicar en breve cómo hacerlos –una
imagen vale más que mil palabras, jejejeje- Sólo os recomiendo sacarlos en
cuanto empiecen a dorarse, para evitar que absorban demasiado aceite. El punto
está donde os guste a vosotr@s.
Este tipo de churros resulta un poco más
pesado que los tipo “madrileños” (yo los conozco por ese nombre quizá por una
conocida churrería de mi ciudad que se llama Café Madrid y de ahí el nombre que
le dan a estos churros), que pese a su masa más compacta, se ve que chupan
menos aceite. No obstante, son deliciosos y se digieren bastante bien, aunque
sacian mucho antes.
Para dos o tres personas, recomiendo usar la
mitad de las cantidades antes mencionadas, usando sólo la mitad del sobre de
levadura. Puede parecer poca cantidad antes de freírlos… Pero hay que tener en
cuenta que crecen bastante en la sartén.
En cualquier caso, merece la pena probarlos.
¡Buen provecho!
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