Grifo de gasolina trucado. Remate final
Amig@s: Ya os mostré el inconveniente que
presentaba el grifo del depósito de la gasolina de mi moto, una Yamaha Sr. De
hecho, es el punto débil de la moto, que por lo demás es “un hierro”, casi
indestructible.
Os mostré como suprimir el mecanismo de succión del grifo para que no tuviésemos que depender de la membrana del grifo,
que es lo que suele fallar, y transformar el grifo en uno convencional con tres
posiciones: Cerrado, normal, y reserva.
Pero dejamos algo pendiente: el latiguillo o
tubito que se encargaba de la succión lo
dejamos desconectado del grifo y con ese extremo tapado…
Perfecto salvo por un
pequeño inconveniente: se queda colgando del otro extremo, que está en la tobera de
admisión.
La tobera es la pieza de goma (negra) que hay entre
el carburador y el cilindro. Y tiene por la parte superior un pitorro metálico
que es adonde va a parar el latiguillo de succión que retiramos por la parte
del grifo.
Al ser una pieza de goma, es susceptible de
agrietarse con el tiempo creando serios problemas de carburación, al entrar
aire en una mezcla de aire-gasolina ya bien equilibrada desde el carburador,
dando falsas explosiones y mermando el rendimiento del motor.
Y, justamente, el sitio por donde más suele
fallar la tobera, es por su unión al latiguillo de succión, quizá por las
vibraciones que éste transmite por el tubito metálico de succión… ¡Y nosotros
le hemos dejado el tubo puesto y colgando! Vamos a solucionarlo rápidamente.
Además, así no se verá el tubo suelto, que da
la sensación que algo está mal… cuando la realidad es que justamente ahora
es cuando la moto va bien y no volverá a dar problemas por la membrana del grifo.
El proceso, a todo esto, es totalmente
reversible. Al igual que lo fue el trucaje del grifo.
De modo que si queréis
volver a reparar el grifo, poner uno nuevo o, simplemente, dejar la moto como
estaba inicialmente, basta con deshacer los pasos y solucionado.
Nos hacemos con un trocito
de manguito de gasolina, un trozo de cámara de bici, una cuchilla y una varilla roma.
El manguito es de un material resistente y está preparado para
aguantar bien la gasolina, con lo que no nos dará problemas. Basta que tenga la
longitud del pitorro metálico de la tobera y un poco más, como veremos.
Respecto a la cámara de bici... Esta goma también es muy resistente y elástica y tampoco debería
darnos problemas con el tiempo… Aunque siempre podemos sustituirla pasados unos
años si notamos algún fallo al carburar la moto.
Opcionalmente, podemos usar también una
abrazadera de las de alambre, que van a presión (por su peso menor que las de tornillo). Yo no la he usado porque
considero que no es necesaria y sólo añadiría peso.
Sacamos el latiguillo de succión de la
tobera. Si no lo hemos movido últimamente, puede estar pegado… Apalancamos
suavemente, sin tirar nunca del manguito o se nos agarrará aún más al tubo metálico, forzando la goma de la tobera.
Conviene sacarlo presionando suavemente desde abajo, desde el extremo, empujando con un destornillador plano.
Yo he usado el de mi Leatherman sidekick.
También con mi Leatherman Sidekick corto
rápidamente un trocito de tubo de gasolina y una tira de cámara de bicicleta.
El tubito ha de tener la longitud del tubo metálico de la tobera más lo que
vaya a ocupar el tapón, unos 8 ó 10mm, como veremos.
Con una varilla con el extremo redondeado –podéis
usar un lápiz romo, un clavo sin punta… lo que tengáis a mano-, vamos metiendo
el trocito de cámara en un extremo del tubito.
Hay que procurar que no entre
mucho en profundidad, pero sí que ocupe todo el hueco interior… Vamos que tapone por completo
el extremo del tubito.
Ya solo queda soplar por el tubo para
comprobar que no tiene fugas de aire y meterlo en el tubito metálico de la
tobera, con el tapón hacia arriba, naturalmente.
También podríamos hacerlo un poco más corto y
usar una abrazadera de alambre. O bien cortar el mismo latiguillo de succión
dejando un sobrante y hacerle un doblez… Sin embargo, de la forma que yo lo he
hecho, queda estético; el tubito metálico queda cubierto y protegido de cambios
de temperatura que puedan afectar a la goma donde está fijado.
Y, como dije
antes, es un proceso totalmente reversible: basta sacar el trozo de manguito y
poner el manguito original para recuperar la función de succión.
Un trabajo que se hace en cinco minutos, es económico y probablemente alargue la vida de una pieza vital del motor como lo es la tobera ¿Se puede pedir más?