Reparar cepillo para el pelo.
Hoy os voy a mostrar cómo hacer una
reparación doméstica sencilla y eficaz.
Veréis mi mujer tiene un cepillo para el pelo
favorito. Evidentemente, ya tiene su uso, pero no por eso deja de ser especial
para ella.
La cosa es que un día se le cayó al suelo con
tan mala fortuna que se le partió el mango, que quedó separado del resto del
cepillo.
No sé si lo apreciaréis en la foto, pero el
mango estaba unido a la cabeza del cepillo por una espiga o tetón, pero éste ha
quedado parcialmente roto.
Una solución sería poner cola blanca y
ensamblar directamente las dos piezas. Podría quedar bien, pero pienso que al
primer golpe se volverá a romper por el mismo sitio, pues la espiga está rota…
Vamos a tratar de hacer una reparación más duradera.
Para ello, vamos a hacer una espiga con un
resto de madera, abriremos los orificios correspondientes en el mango y la
cabeza del cepillo y los ensamblaremos.
Podemos usar, evidentemente, una espiga
comprada para el ensamble de muebles, los conocidos tubillones.
También podemos
cortar una sección de un redondo de madera de la sección adecuada…
Pero en ése
momento sólo disponía de este trocito de un trabajo anterior y es una madera
fácil de trabajar.
Así que nos ponemos manos a la obra, cojo mi
Leatherman y empiezo a rebajar con la cuchilla los cantos de la madera para ir
redondeándola.
Como cuesta lo mismo hacerlo largo o corto, voy atacando un
trozo de mayor longitud que el que necesito para después seleccionar un trozo
de las dimensiones adecuadas.
A fin de cuentas es un trabajo artesanal y por
los extremos suele quedar más grueso o más fino que por el centro.
Además, en este caso, nos hemos encontrado
con un nudo en la madera y tenemos que desechar esa zona, pues es más difícil
de trabajar y con el tiempo puede separarse del resto del palo.
Con la lima, terminamos de emparejar, pues el
cuchillo siempre deja pequeñas caras o zonas planas con aristas entre ellas. La
lima nos permite dejarlo mucho más perfecto.
Cortamos con la sierra el trozo que más nos
interese y buscamos una broca para madera de esa sección.
Terminamos de cortar el tetón del mango.
Y
procedemos a perforar en el centro del mango y de la cabeza del cepillo.
Yo lo
he hecho sujetando la pieza con la mano y esto no debe hacerse: puede resbalarse
la pieza y causarnos una lesión importante con la broca.
Lo ideal es fijarlo a
un banco de trabajo mediante un tornillo de banco o un sargento que mantenga la
pieza alineada y fija.
Ya basta encolar el palito que hemos hecho e
introducirlo en la cabeza del cepillo. Volvemos a aplicar cola en la parte que
sobresale y colocamos el mango…
Tras unas horas para que el pegamento seque, el
cepillo quedará como el primer día y será muy, pero que muy difícil que se
rompa otra vez.
La principal precaución que hemos de tener es
que los orificios que tenemos que hacer con el taladro queden bien centrados y practicarlos
con la broca bien alineada. Y, por supuesto, que comprobemos antes de encolar
que el palito entre ajustado pero sin demasiada presión, o podría abrir la
madera del mango o del cepillo.
Un trabajo sencillo que se puede hacer en menos
de media hora –mucho menos si usamos una espiga comercial- y que permitirá
volver a usar cómodamente el cepillo.
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