REPARACIÓN DE FONTANERÍA:
Sustituir T empotrada, sustituir llave de
paso, reparar latiguillo viejo y mecanismo de cisterna que no corta el agua.
PARTE 1: detección de la avería y extracción
de la pieza dañada.
Amig@s: Ya hemos visto alguna reparación de
fontanería y soldar tuberías de cobre no supone ya ningún problema…
Pero
siempre hay algún caso que se nos complica un poco y si no tenéis experiencia,
es preciso recurrir a un fontanero.
Por simple curiosidad, he estado buscando en
la nube un caso como el que se me plantea y son pocos los resultados, por no
decir ninguno, donde puedan ayudarnos.
Por eso he decidido publicar esta
entrada. Así podréis hacer la reparación vostr@s mism@s y ahorráis unos
eurillos, que estamos en crisis.
Además, pese a lo aparentemente sencillo de
la reparación, lleva su trabajo y su tiempo, con lo que la factura del
fontanero podría subirse “un pelín” por encima de vuestro presupuesto.
Veréis: mi problema era que tenía que cambiar
la llave de paso de una cisterna. La cisterna no cortaba bien el agua y la
desperdiciaba… Pero la llave de paso también estaba mal, con lo que tenía que
estar cortando la llave de paso general hasta que encontrase un momento para
reparar ambas cosas.
Pero al colocar la nueva llave de paso –para
retirar la vieja basta desenroscar el latiguillo que la une a la cisterna y
desenroscarla de la pared-, vi que rezumaba agua al abrir la llave de paso
general… algo no iba bien.
La retiré para colocar más cinta de Teflón, que
suele ser el motivo principal de estas fugas, y vi que la pieza sobre la que
iba roscada la llave de paso estaba rota.
Es realmente raro encontrarse que la pieza
que está embutida en la pared esté rota.
Es una pieza de bronce, resistente a
la corrosión, y bastante dura… Pero, de hecho, se le había desprendido un buen
trozo de la parte de la rosca.
Lo más normal es que esta pieza sea en forma
de codo: va soldada al tubo de cobre y hace un ángulo de 90º para enroscar ahí
un latiguillo o llave de paso…
Pero el fontanero que me hizo este “montaje”
evidentemente no pensó en el detalle de una futura sustitución, con lo que puso
una pieza en forma de T, en mitad de un tubo que llevaba el agua a otras piezas
del baño.
De modo algo tan sencillo como descarnar un poco la pared, desoldar
la pieza rota y poner en su lugar la nueva, se nos complica inextricablemente,
porque al ser una pieza en T, va soldada a dos tubos opuestos entre sí –y metidos
en la pared- y esto dificulta bastante el proceso.
Tanto por tener que
descarnar más trozo de pared, como por el hecho de lograr retirar la pieza rota
y poner la nueva.
Hay varias opciones… Yo voy a hacerlo a mi
modo. Seguramente algún fontanero profesional se lleve las manos a la cabeza,
pero “cada maestrillo tiene su librillo”. Y a mí me ha ido bien así.
Por supuesto, hay que empezar por romper la
pared alrededor de la T.
En mi caso, no tengo azulejos en la zona, es
una pared de concreto o mezcla. Si en vuestro caso tenéis que retirar azulejos,
os aconsejo miréis el post en el que os decía cómo hacerlo.
Yo he empezado con un martillo y cincel
pequeños para evitar golpear y romper la tubería.
No es ninguna tontería: a
veces, por querer adelantar e incluso meter un martillo eléctrico, destrozamos
una tubería y tenemos que sustituir un trozo mayor del que pensábamos.
Una vez que comprobamos dónde están los tubos
(también podemos fijarnos mirando el interior de la T para ver la orientación
de los agujeros), ya podemos coger la machota o maza de albañil y un cincel más
grande que la soporte y vamos eliminando material.
Empezamos por la zona más
distante de las tuberías y nos vamos acercando.
En mi caso, el fontanero me había dejado
reservada una sorpresa, y no una sorpresa agradable precisamente: me encontré
que había rellenado el hueco bajo la T con un mortero durísimo y tuve que emplearme a fondo para ir rompiendo
el mezclón poco a poco sin tocar la delicada tubería.
Pero, como veis, en un rato logré dejar la
zona limpia.
Si no tenéis experiencia, os recomiendo que ataquéis
haciendo surcos con una esquina del filo del cincel plano y después, con todo
el filo podéis eliminar más fácilmente los salientes que han quedado entre los
surcos.
Al tener la esquina del filo muy poca superficie, todo el golpe se
descarga en un punto muy pequeño, logrando sin grandes golpes marcar unas buenas
ranuras.
Otro consejo: evitad usar el cincel
perpendicular a la pared. La machota manda fuertes golpes que podrían afectar
al muro. Incluso si éste es fino, podría dañar la parte opuesta… Hay que atacar
la pared siempre con el cincel en ángulo oblicuo.
Así los golpes se efectúan
hacia arriba, abajo o los lados y la pared no se resentirá.
En cuanto llevéis un rato, veréis que el
trabajo se hace más sencillo: os acostumbráis a la dureza del material y daréis
golpes más efectivos y en lugares más precisos para un mejor rendimiento.
Yo he vaciado hasta bastante profundidad,
como podéis ver. En realidad no es preciso eliminar más que un poco de muro
tras la parte trasera de la tubería y así se minimiza el daño y la cantidad de
pared que tendremos que reparar después.
Pero como os dije antes, el fontanero
usó una mezcla o mortero muy duro y acabó por desprenderse entero todo el
mezclón, con lo que tuve que ir rompiéndolo en trozos que pudiera sacar entre
el hueco que hice entre la tubería y la pared y sanear un poco, para no dejar
el mezclón suelto.
Con esto ya tenemos realizada la primera
parte del trabajo: hemos dejado la pieza a la vista.
La segunda fase consiste en retirar la pieza
dañada.
He calentado con el soplete la T rota para
tratar de desplazarla hacia abajo y así facilitar el corte. A veces funciona…
pero en este caso, la tarea promete y todo se nos va poniendo difícil.
Tras un
buen calentón, la pieza sigue exactamente en el mismo sitio.
Se ve que al estar
el tubo enterrado en el muro, se enfría rápidamente y antes que hayamos fundido
el estaño de una parte de la T, la anterior que habíamos calentado antes, ya se
ha enfriado.
Hay que proceder cortando La T para extraer los trozos por
separado (divide y vencerás).
Así que me hago un invento de los míos: como
en el hueco no entra bien la radial, hay que cortar manualmente.
En la
ferretería no tenían cables de sierra, así que no queda otra que coger la
segueta de hierro y retirarle la hoja, pues con el soporte tampoco tenemos
acceso.
El problema de esto es que no tenemos mucho
juego porque la sierra choca contra el fondo del hueco y como se nos clava en
las manos, no podemos hacer suficiente presión, con lo que la tarea se hace
interminable y terminamos por destrozarnos las manos y romper la hoja de la
sierra…
Así que para evitar esto –que ya tengo
experiencia de otros casos-, le hago un apaño a una hoja de repuesto de una
sierra de metal para poder sujetarla cómodamente, hacer más fuerza y que no la
rompa por chocar contra la pared del fondo reiteradamente.
Basta coger dos listoncitos de madera, meter
la hoja entre ellos y fijar las maderas entre sí con un par de simples
abrazaderas.
Ha resultado ser un sistema muy eficaz y las abrazaderas son
perfectamente reutilizables –al menos lo serían si fuesen de calidad, como
veremos-, aunque me parece que las dejaré así para otra ocasión.
He orientado la hoja de corte con los dientes
al revés, de modo que corte al tirar en vez de al avanzar adelante. Así podemos
introducir suavemente en el hueco la sierra y al tirar de ella con fuerza es
cuando corta.
Evitamos así golpeteos de la sierra contra el fondo del hueco y
que se nos parta prematuramente.
Aún así, se me partió un par de veces, pero
justamente gracias al mango que he hecho, pude seguir usando los trozos.
Las
abrazaderas son de las de los bazares de todo a cien (las tenía de hace años) y
los tornillos se pasan enseguida… pero me las apañé para acelerar el proceso
bastante y lograr cortar la T y el tubo de cobre.
Además, no he cortado el tubo de cobre a ras
de la pieza, pues entonces tendría que poner un empalme al tubo y tendríamos
que hacer más soldaduras…
Corto justo por los lados de la T, cerca de la parte central, de modo que
dejamos parte de las piezas soldadas al tubo y retiramos la parte central.
Ahora sí que podemos retirar las partes
soldadas al tubo de cobre calentándolas con el soplete y empujando al mismo
tiempo con un cincel o destornillador para sacarlas.
Damos unas pasadas de lima y de lija para
eliminar las rebabas que hayan podido quedar de la sierra y los restos de
estaño viejo para dejar los tubos lo más limpios que podamos.
Uno de los principales fallos al soldar es
justamente pensar que el flux o decapante hará todo el trabajo de limpiar el
cobre.
Para limpiar bien por la parte trasera, donde la lima no entra, cortamos
una tira de lija para metal, la pasamos tras la tubería y vamos tirando de un
lado y otro alternativamente. El tubo queda reluciente y liso.
Con esto hemos terminado la parte más dura
del trabajo. Hemos logrado dejar la pieza rota a la vista y hemos conseguido
retirarla.
En la siguiente entrega, os mostraré cómo introducir la nueva T en su
sitio, cómo soldar la pieza a las tuberías y cómo tapar el agujero.
No se os
ocurra empezar el trabajo hasta haber leído todo el tutorial completo, pues en
las sucesivas partes añado datos que os pueden ser de utilidad para las fases
anteriores.
Hola Carlos. Me encanta tu blog, reconozco que algunas ideas de mis chapucillas las he sacado de aquí.
ResponderEliminarQuería preguntarte, si consideraste la idea de utilizar una sierra de calar eléctrica con hoja de hierro para cortar el tubo, puesto que te habría ahorrado mucho trabajo, y si no era posible usarla por algún motivo.
Felicidades por el blog
Hola, Fran cis:
EliminarAnte todo, gracias. Es un verdadero placer que reconozcan tu trabajo.
Respecto a tu pregunta... Pues verás, he manejado seriamente esa posibilidad. Pero la descarté por varias razones. En primer lugar, la sierra de calar no entra en el hueco. No sé si te habrás fijado en las fotos, pero la llave queda en un trozo de pared situado entre la cisterna y otra pared. Es imposible que la máquina pueda entrar en ese hueco. Desmontar la cisterna hubiera dado más trabajo que cortar como lo he hecho.
En segundo lugar, la sierra de calar debe tener el patín bien apoyado en la superficie de corte para ser segura. En este caso, poco se podría apoyar, pues el tubo queda bajo el nivel de la pared y no se puede apoyar en él y si lo hiciese, posiblemente la sierra chocaría con los lados internos del hueco abierto. Si la sierra no se apoya bien, el corte saldría echo una porquería y podría ser muy peligroso, partiendo la hoja de la sierra incluso. La sierra de calar es muy segura... Pero si se cumplen ciertas normas.
Finalmente, las hojas de corte de metal suelen ser bastante cortas. Están hechas para cortar unos pocos milímetros de espesor, pues están pensadas para pletinas de hierro o de aluminio. Para que pudiese cortar el tubo necesitaríamos una hoja de largo especial y en tal caso, probablemente la punta de la hoja de la sierra chocaría con el fondo del hueco.
De todas formas, no creas que se tarda tanto en cortar el tubo manualmente. Incluso cortando la pieza de bronce como he hecho yo. Es mucho más blando que el hierro y es hueco.
En cualquier caso, es un comentario muy acertado que ayudará a muchos a tomar la decisión correcta a la hora de cortar un tubo. Así se tarda un poco más, pero es más seguro y fiable. Y el corte ha salido bastante bien.
Un saludo
Gracias por tu rápida respuesta. La verdad es que en las fotos no se aprecian bien las proporciones por lo que no se sabe muy bien el espacio real del cual dispones, pero llevas toda la razón.
ResponderEliminarDeseando estoy de ver como reciclas los componentes que has desechado, tengo mucha curiosidad :)
Una preventable de no veto: ..Es convenience taper un pequeño agh hero de untutored de cover con soldadura convencional. ?Gracias Por tu respectable.
ResponderEliminarCuándo pondrás la parte que sigue?
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