sábado, 19 de julio de 2014

Azulejos sueltos. Pegar azulejos. azulejos despegados de pared. Loose tiles. Paste tiles. detached wall tiles. Les carreaux décollés. Coller les carreaux. carreaux de mur isolé.



Azulejos sueltos

Amig@s: ya vimos un caso en el que teníamos un buen trozo de pared de una cocina con los azulejos desprendidos. Os dije que según el caso, tendríamos que retirar los azulejos y los mezclones, o sólo los azulejos… 

En este caso, tenemos un cuarto de baño con un caso similar: una pared entera tiene los azulejos sujetos por el lecheo que los une entre ellos, pero están totalmente sueltos de la pared.

Pero examinándolos, vemos que en este caso los mezclones están bien fijados a la pared. Son sólo los azulejos los que se han despegado.

Una solución relativamente rápida es retirar los azulejos y volver a ponerlos usando un adhesivo específico y/o adecuado a esta tarea. Pues como los mezclones están muy bien fijados a la pared, costaría tiempo y trabajo retirarlos; saldría un montón de escombros y después tendríamos que reponer la pared con mezcla… Mucho más sencillo pegar los azulejos.

Por supuesto, si queréis hacerlo bien y retirar completamente la mezcla vieja, es posible. Basta que miréis el post donde lo hacía así… pero en este caso vamos a salir del paso de un modo bastante airoso usando adhesivo.

Empezamos por retirar la cisterna, que es un elemento que está pegado a la pared y nos estorbará.
Seguimos con los azulejos sueltos. 

No es tarea tan sencilla como parece, aunque a primera vista dé la sensación que se van a caer por su propio peso de un momento a otro… están lecheados a conciencia y si no queremos que se desportillen, tendremos que actuar despacio y con delicadeza.

Si alguno ya se ha caído o está roto, empezaremos a trabajar por los de alrededor. De lo contrario, podemos empezar por el que notemos más suelto.

 
Con un instrumento duro y delgado como una espátula, un trozo de segueta de metal, cúter o similar, debemos raspar el cemento del lecheo o rejuntado del azulejo que queramos retirar. 

Es buena cosa ayudarse de una ventosa de cristalero para sujetar el azulejo, en especial los primeros que son los más complicados. 
Yo no disponía de una, y la eché en falta ¡Tendré que buscar una para futuros trabajos! 

También es conveniente sujetar con cinta de embalar los azulejos que creamos que se pueden soltar fácilmente. A veces parece que están muy sujetos, pero de repente salen varios a la vez.

 
Podemos ir tanteando con delicadeza, sin forzar, moviendo los azulejos separándolos y pegándolos hacia la pared para ver cuál es el más fácil. 


Y, poco a poco, lograremos ir avanzando.


Por supuesto, si tenéis azulejos de repuesto de sobra y queréis quitarlos a lo bruto, pues metéis un cincel, golpeáis con el martillo y se quitan en un momento.

Un par de azulejos conflictivos están cerca del suelo, pues están sostenidos por las llaves de paso del inodoro y del bidé (en la foto ya he iniciado el montaje y están colocados, pero antes, estaban totalmente inclinados hacia delante apoyados en las llaves). 

Tendremos que cortar el agua, retirar estas llaves y ponerles un tapón a las tomas de agua si queremos tener agua en el resto de las piezas del baño.


Al igual que hicimos en la otra ocasión, hemos de limpiar de restos del lecheado antiguo los bordes de los azulejos. Me armo con mi lima para cerámicos y con paciencia voy retirando dichos restos. Si os hacéis de una radial pequeña con un disco de corte de piedra, aceleraréis considerablemente el proceso, aunque levantará un montón de polvo.

De todos modos, es importante replantear los azulejos, pues no es raro que al volver a colocarlos no encajen en el hueco original. 

Es lógico: estaban abombados y despegados porque con las contracciones y dilataciones debidas a los cambios de temperatura no cabían en el hueco. 

Posiblemente, tengamos que hacer uso de la radial y un disco para piedra para retocar los bordes ligeramente. Es importante respetar una cierta separación entre azulejos, aunque sea de 0.5mm.

Hay que tener orden a la hora de limpiar los bordes y de retocarlos (si es necesario). 

Los vamos poniendo apilados con cuidado que no haya ni tan siquiera un grano de arena. Para lo cual pasamos una brocha sobre el último colocado en la pila justo antes de colocar el siguiente. 

También los apilaremos colocándolos dos a dos enfrentados entre sí por la parte cerámica. 

Podemos poner en otro montón los que presenten algún desperfecto ligero con vistas a ponerlo en un lugar donde no se vea demasiado, como podría serlo tras la cisterna o en la zona baja del váter o el bidé. 

Actuando con orden, lograremos que al ponerlos de nuevo el resultado sea óptimo.


Hemos de limpiar bien los mezclones y la parte trasera de los azulejos para evitar que tengan polvo que impida una correcta adherencia del adhesivo. Mal asunto si hacemos bien todo el trabajo y por no hacer ésta última limpieza, se nos vuelven a descolgar en poco tiempo.

Y pasamos a colocarlos, ya estudiadas las posiciones de los que estén dañados.

La colocación es sorprendentemente rápida: ponemos unas tiras o pegotes de adhesivo en el mezclón, pegamos el azulejo… 


Y se queda fijado.

Como hicimos también en el otro caso, haremos uso de palillos de dientes planos para calzar los azulejos y que queden perfectamente horizontales y alineados con los demás.

Para finalizar el alicatado, realizamos el rejuntado. En esta ocasión, he recurrido a un producto que ya venden preparado a tal efecto. 

Es más rápido porque podemos aplicarlo dosificado, ya que viene en tubos de plástico, y no tenemos que preocuparnos en preparar el cemento blanco, darle la consistencia adecuada, etc. Incluso si tenemos que interrumpir la tarea, basta con cerrar el tubo con su tapón y seguir en otro momento. 

El proceso es casi idéntico: con una espátula vamos rellenando todas las juntas. Después hacemos la llaga con el dedo y/o un trapo viejo, y limpiamos el sobrante.

Colocamos las llaves de paso, la cisterna… ¡Y trabajo terminado!


El principal problema de este trabajo es el costo del pegamento, aunque si podéis conseguirlo en formato profesional, para aplicadores de siliciona, saldrá bastante más favorable. 

Si no queremos arriesgarnos y la cantidad de azulejos es considerable, tendremos que gastar unos cuantos tubos… ¡Y no es demasiado económico! Hay quien realiza este trabajo con silicona o incluso con cola blanca… Yo no me arriesgaría.

Ya es cuestión de valorar la cantidad de azulejos sueltos… Si son demasiados, puede que os sea más interesante quitarlos todos y ponerlos nuevos. 

Lo más trabajoso es justamente retirarlos procurando que no se rompan y después de eso, la limpieza de los bordes.  Otra cosa es que sea un trozo de pared o una pared pequeña y que el resto esté en buen estado, en cuyo caso no hay ni que pensárselo. En un par de ratos podemos volver a tener el alicatado de nuestro baño en perfecto estado.


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2 comentarios:

  1. Hola! Gracias por la explicación y tengo una duda espero me puedas ayudar.
    Si no tengo pegamento pero si tengo pasta de mosaico (crest) la puedo usar? Y siendo esta es forzoso que quite la anterior o no? Gracias!!!

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    Respuestas
    1. No conozco la pasta que me comentas... Lo normal es usar cemento cola, que es el producto específico para pegar azulejos y losas sobre mezcla de cemento seca.
      Propongo la solución del adhesivo por ser más limpio y rápido.
      Si la capa de cemento anterior está firme, no es necesario quitarla; ya sea usando adhesivo o cemento cola... Aunque si se desprende o se deshace fácilmente desprendiendose polvo... Obviamente no va a agarrar en esa superficie ni lo uno ni lo otro y habrá que eliminarla.
      Espero haberte sido de utilidad.
      Un saludo

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