jueves, 30 de enero de 2020

Reparar azulejo roto sin cambiarlo, azulejo partido, azulejo quebrado,





Amig@s: Ya os he mostrado cómo se puede Cambiar un azulejo roto sin dañar los de alrededor. 
En este caso, sólo se ha roto un trozo pequeño del filo. Al colocarlo, no pusieron bastante pegamento y esa parte del azulejo se quedó hueco por detrás. 
Bastó algún golpe fortuito –Con niños en casa es frecuente, por los juguetes, patinetes, etc- para que ese trozo se partiese hundiéndose hacia dentro y dejando un feo hueco. Voy a enseñaros un truco para repararlo.

Siento no poder mostraros la foto inicial, con la pieza suelta. Pero me entusiasmé con la reparación y cuando me di cuenta que podría mostraros el truco, ya estaba el trabajo a medio hacer. Espero os baste con mis explicaciones.

En este caso, no voy a sustituir todo el azulejo. En parte, porque prefiero reservar los que tengo de repuesto para algo más grave o importante. Y, en parte también, porque será mucho más limpio y rápido hacerlo como os voy a mostrar.

En realidad, lo roto es tan pequeño que hubiese bastado con rellenar el hueco con cemento blanco. Apenas se hubiera notado… Pero vamos a hacerlo bien, ya que tenemos los trozos que se han desprendido.

El problema es que al haberse roto hacia dentro, la única forma de pegar el fragmento sería tirando de él hacia afuera. Pero… ¿Cómo lo hacemos?

Yo he buscado algo que pudiese pegar en el trozo roto para traccionar y lograr un buen pegado. En este caso, he usado el émbolo de una jeringa desechable. Como pegamento, he usado pegamento termofusible, también conocido como silicona caliente. 
Casi todo el mundo tiene una pistola de este tipo. De modo que no os quejaréis. Los materiales no pueden ser más sencillos y accesibles. También usaremos pegamento de cianoacrilato.


Pues vamos con el proceso: empezamos comprobando que el trozo suelto tenga suficiente movimiento y encaje bien en el hueco. 
En mi caso, tenía que eliminar un poco del lecheado del suelo para lograr colocar bien la pieza. Basta un cincel fino 
–o un destornillador plano viejo que no usemos- y un martillo pequeño.
Tras eso, colocamos un poco de pegamento termofusible en la parte plana del extremo del émbolo y lo pegamos al azulejo, procurando que no sobresalga ni pegamento ni parte del émbolo por los bordes. Ya que, obviamente, esto impediría colocar bien la pieza en su lugar.

Sólo queda poner un poco de pegamento de cianoacrilato en el borde de la pieza y tirar del émbolo para que quede encajado unos segundos mientras cura el pegamento.

Una vez seco, podemos lechear un poco para disimular imperfecciones y que quede mejor fijado al suelo.


Los vástagos pegados con silicona caliente, se pueden quitar calentando con cuidado la zona -el exceso de calor, podría ablandar el pegamento de cianoacrilato y tener que repetir el proceso-, con un mechero, secador de pelo... 

Y si queda algún resto (normalmente, todo el pegamento queda en la zona de plástico, ya que se adhiere menos al azulejo por ser más liso y menos poroso), podemos rascar con una cuchilla, cúter, etc.

En mi caso, la pieza se partió al manipularla. Se ve que estaba debilitada. Eso causó que tuviese que pegar otro soporte para la parte más pequeña -un taco de pared- y no me quedase tan perfecto como podría haber quedado. 
No obstante, hay que fijarse mucho para distinguir el azulejo roto ¿No os parece?

sábado, 4 de enero de 2020



Amig@s: Ya os he mostrado cómo poner un refuerzo en la cúpula o paraviento de la moto para que ésta no vibre tanto y resulte más cómoda.

No obstante, no estaba nada satisfecho –desde el principio, cuando la instalé-, porque no ajustaba en el faro. 
Se quedaba la parte inferior sobresaliendo hacia afuera del faro y muy levantada, con mucha separación. Es lo que tiene comprar una cúpula universal. No obstante, se puede solucionar.

Como el principal problema son los anclajes, que no permiten una mejor regulación de la posición, 

lo que hice fue alargar el anclaje atornillándole a cada lado un trocito de abrazadera.
De este modo, ese metal extra atrasaba la base de la cúpula haciendo que ya se pudiese colocar justo sobre el borde del faro.

Bueno, ya sabéis que estamos hablando de una Yamaha Sr 250. Pero si en tenéis otra moto en la que la cúpula tampoco se adapta bien, podéis hacer algo similar.

Aunque la cúpula así queda justo donde queremos, surgen dos problemas:
En primer lugar, el soporte añadido –la abrazadera- es de un material muy maleable. Vamos… muy blando, hablando con propiedad. De modo que en el momento que el viento empiece a forzar la cúpula, es posible que se doble esta chapa y la cúpula se quede “mirando pá Cuenca”.
En segundo lugar, al haber alargado el soporte, será también más proclive a rotar la cúpula sobre los tornillos del faro, al hacer el añadido de palanca.

Esto segundo lo solucioné rápidamente… Iba a sustituir los tornillos que fijan la abrazadera al soporte con unos tornillos más cortos. 
Sin embargo, observé que los vástagos sobrantes de los tornillos se podían apoyar fácilmente sobre los brazos de la araña del faro. Este apoyo es muy bueno y hace que todo el sistema quede más firme sin tener que forzar los tornillos del faro.

Lo primero lo solucioné usando una chapa más fuerte. En este caso, corté un ángulo de los usados para ensambles de carpintería, por el mismo vértice. Obteniendo así dos chapas de la medida justa.
Bastó taladrar usando como medida los trozos de abrazadera que usé antes, y volver a montar.
En muy poco tiempo, la cúpula ha quedado en su sitio. La he probado y va mucho mejor y es más efectiva.

Aún así, si sigue cimbreando con el viento –aunque, según la prueba inicial tras este cambio, el viento pasa rozando la parte superior del casco y ya no lo mueve-, siempre se puede colocar el refuerzo que os mostré en el otro post.

La última mejora, aún pendiente de realizar, es revestir los vástagos de los tornillos que apoyan en la araña con un tubito de goma (podría valer un macarrón de los de gasolina), o plástico (de los que vienen con las baterías nuevas). De éste modo, el tornillo no marcará la pintura de la araña.

Además, jugando con el grueso del revestimiento, podremos variar ligeramente el ángulo de la cúpula para lograr que quede más vertical o inclinada. En la foto vemos dos trocitos de goma de gas butano que he cortado longitudinalmente, calentado para facilitar doblarla, y la he pegado con pegamento. La he revestido con cinta americana negra para mejorar la estética y la resistencia. El alfiler lo he puesto para que mantenga su posición mientras cura el pegamento.

Espero este sencillo truco os permita disfrutar también de vuestra cúpula.