sábado, 15 de abril de 2017

Instalar ventana de aluminio 3, Colocar ventana



 Poner ventana de aluminio. PARTE lll
Ya hemos hecho el orificio y cerrado el hueco del muro; hemos fijado el marco a la pared y hasta hemos sellado el hueco entre ambos.
Ahora vamos a trabajar por el exterior y vamos a hacer los dinteles. 
Este trabajo es relativamente sencillo de hacer y podemos lograr un buen acabado… Pero hay que hacerlo bien.
Como todo, cada uno tiene sus trucos. Yo os voy a decir cómo lo hago yo. Igual algún albañil profesional que lea esto, se lleva las manos a la cabeza, pero a mí me va bien así.

Vamos a empezar haciendo los dinteles laterales y superior. Dejamos el inferior para el final.
Para hacer los dinteles lo más sencillo es usar reglas. 

Las reglas son unas guías que sirven a modo de molde para lograr que la mezcla quede pareja, alineada y lisa sin tirarnos horas y horas retocando. 
Puede servir una pieza de aluminio, tipo ángulo; de chapa; de plástico… Si es un material poco poroso, mucho mejor, porque el cemento no se agarrará con fuerza a él. O al menos lo hará con menos fuerza que a la pared y cuando retiremos la regla, no nos llevaremos toda la mezcla pegada a ella. 

Repecto a la anchura, cuanto más ancha, mejor se adaptará a la pared y más podremos rellenar sin moverla. la mía tiene sobre 10cm. 

Y la longitud, que sea un buen trozo más grande que la longitud del marco, para que sobre 10 a 30cm por cada extremo.
Junto con la/s regla/s, tenemos que usar las fijaciones. No sé muy bien cómo las llamarán los albañiles –yo los llamaré “gatos de albañil”-. Pero son unas piezas que fijan las reglas contra la pared. En una ocasión vi hacerlo a un albañil bastante hábil y usaba arcos hechos con cabillas de construcción de unos 10mm. Al final de la segunda parte, os explico cómo hice estas sencillas y útiles herramientas.
Este material no es muy elástico… Pero si lo cerramos un poco (presionando los extremos con las manos) para que tenga una medida algo menor que el grueso que queremos abarcar y lo abrimos para fijar las garras, lo hacen con sorprendente eficacia. No podía haber algo mejor y más económico.

Como mezcla, he usado mortero que ya venden preparado en sacos de 25kg. Es muy cómodo de llevar y trabajar. Si no, siempre podéis comprar cemento, arena y preparar una mezcla de una parte de cemento y cuatro de arena.
Otras cosas necesarias: un capazo para preparar la mezcla; un par de palustres; una llana; un cubo con agua y una esponja.
Vamos a empezar haciendo un dintel lateral. 
Como regla, he usado una chapa esmaltada en blanco y con un lateral formando un pequeño ángulo, que le permite mantener esta zona bien recta. Pero ya os digo: un perfil de aluminio, de hierro, de plástico… pillad lo que tengáis a mano.
Para poner la regla, empezad colocándola aproximadamente en su lugar y ponemos el primer gato: un extremo en la parte superior, presionando la regla por su zona central (no cerca de un borde) y el otro extremo del gato en la obra del interior del muro. Ponemos el otro gato de modo similar en la parte inferior y ya podemos ir ajustando…
 
 
 
¿Cómo? Muy sencillo: yo pongo la llana, que tiene bordes rectos lisos y escuadrados, apoyada en el marco de modo que el canto llegue al borde exterior de éste. Y aquí movemos la regla para que quede alineada con el borde del marco según nos manda la llana. Hacemos lo propio en el otro extremo de la regla. Y, finalmente, a ojo vemos que la regla queda alineada con todo el borde del marco -éste ya lo colocamos correctamente con el nivel, de modo que nos sirve de referencia-. 

Yo suelo poner un tercer gato entre los dos gatos de los extremos y así me permite ir moviendo los gatos a medida que me estorban, sin que se mueva la regla. Luego lo explico un poco mejor.

Pues bien... Ahora preparamos la mezcla.
Es importante que la mezcla –ya sea mortero o mezcla preparada por nosotros- tenga la suficiente consistencia. 

Podemos pensar que si la hacemos “floja” o líquida se adaptará mejor a las zonas. Y en algunos sitios puede ser así… Pero al secar será un material frágil, poroso y permeable.
Es mejor hacer una mezcla dura y consistente… aunque tengamos que estar pulverizándole agua o añadiéndole agua con una esponja mientras la usamos.
Otro factor: la pared debe estar húmeda. De lo contrario, la mezcla no agarrará bien y se descolgará.
Así que con un pulverizador (o una esponja o brocha) mojamos bien la zona en la que vamos a trabajar.

 

 

Yo no soy mucho de “lanzar” la mezcla con el palustre. No es que sea complicado, pero requiere cierta técnica, práctica y entretanto se nos caerá un montón de mezcla. Prefiero ir colocándola con el palustre. 

Para ello, remuevo un poco la mezcla del capazo y pongo una pella sobre la llana. 

Unos golpes con el canto del palustre, asientan la pella de mezcla y dificultan que escurra sobre la llana. 

En este caso, la llana hace como de bandeja para tener una porción al alcance de la mano para ir colocándola con el palustre.
Y eso es lo que hacemos. Tomamos con la punta del palustre un poco, la presionamos sobre donde queremos ponerla a la par que deslizamos el palustre. 

Si, además, colocamos la llana debajo, se desperdiciará muy poca mezcla, ya que con lo que caiga en la llana, la volvemos a echar al capazo, removemos y se reutiliza sin problema.


Vamos poniendo en donde necesite más grueso. Comenzando por rellenar los huecos de las rasillas o bloques y aproximándonos tanto a la regla como al marco, ya que nos marcan el límite de mezcla. Hay que sobresalir un poco de ambos sitios, pero sin pasarnos demasiado.
Si nos quedan huecos entre la pared y la regla, es importante que metamos la mezcla presionando contra la pared, ya que si no, quedará suelta o se pegará a la regla y cuando retiremos ésta, nos llevaremos una desagradable sorpresa, pues se vendrá la mezcla abajo arruinando el trabajo. Si ponemos la mezcla así, presionándola contra la pared, la mezcla hará efecto "ventosa"y se quedará adherida a ella. Si lo hacemos al revés y la apretamos contra la regla, se pegará más a la regla que a la pared. Espero haberlo dejado claro.
Una vez rellenado todo el hueco –Si es muy grande o profundo, podemos hacerlo en dos o más sesiones-, debería quedar la mezcla ligeramente sobresalida de la regla -o de la línea imaginaria entre la regla y el marco-. 

Entonces podemos usar la llana y/o el palustre –si no entra la llana en alguna zona- para “cortar” el sobrante de mezcla. 

Para ello la pasamos apoyándola ligeramente sobre la regla de modo que vaya la otra parte alineada con el borde del marco. 

Al deslizar la llana, retirará todo el exceso de mezcla. Y si en algún sitio nos hemos quedado cortos, veremos que ahí la llana no ha tocado la mezcla y podemos añadir un poco más y repetir.
Podemos alisar con el palustre o pasar suavemente la esponja humedecida en agua. Esto incluso permite rellenar algún hueco o grieta y dará un acabado uniforme.

Es normal que los gatos nos estorben a lo largo del proceso... Por eso he puesto tres en vez de dos, que sería suficiente. De este modo, podemos mover uno de ellos rotándolo sobre los extremos o anclajes o incluso soltarlo con suavidad y colocarlo un poco más hacia arriba o hacia abajo, según nos interese.
 
Pasado un tiempo yo recomiendo de una a cuatro horas, quitamos las garras con cuidado, sin mover la regla, y retiramos ésta deslizándola por la pared en el sentido de alejarnos de la ventana… Aunque normalmente se despega fácilmente.
Podemos poner unos pegotitos de mezcla si ha quedado alguna zona de la pared con huecos y pasar la esponja humedecida para homogeneizar.
Parece muy complicado… Pero nada de eso. Queda un trabajo perfecto -o bastante bueno- y nos limitamos a ir añadiendo material… Es la regla la que nos va diciendo cuánta mezcla poner.

El lado opuesto, el otro lateral, se hace exactamente igual.


 

 
El dintel superior también se puede hacer así, pero como la mezcla va contra la gravedad es mucho más sencillo que descuelgue, por lo que tendremos que ir aportando capas más delgadas de mezcla y esperar que fragüe entre capa y capa.

Podemos poner la regla al final, en la última capa o bien colocarla para orientarnos y poner un grueso uniforme. 

Si vais a tener que poner una capa después de la que estéis dando, no dejéis la mezcla muy lisa y “perfecta”, al contrario, dejadla a paletadas, con surcos y estrias que permitan que la siguiente capa se fije a esas irregularidades. 

Incrustar pequeños trozos de rasilla también puede ayudar a que la siguiente capa se fije más fácilmente.

En mi caso, en la primera ventana dejé mucho hueco en la parte superior y tardé tres días en hacer ese dintel. 
Si veis que os va a pasar eso, dadle una capa arriba justo antes de hacer un dintel lateral y así vais ganando tiempo. 

Y no os exasperéis si veis que se os descuelga mucha mezcla del dintel superior… haced lo que os he dicho: humedeced la zona, usad mezcla espesa, pero que no se agriete (y humedecedla y remezcladla con frecuencia en el capazo), y tened paciencia.

Ahora queda el  dintel inferior.
 
El dintel inferior tiene la particularidad que debe llevar unas gotas o azulejos especiales que sirven para que el agua no penetre en el muro o entre éste y la ventana. 

Tienen el borde exterior hacia abajo justamente para que el agua no escurra por debajo del azulejo y vaya a parar a la pared, por donde podría causarnos humedades.

Las gotas han de colocarse de modo que vayan encastradas en el muro por los laterales, por lo que podemos romper un poco la parte inferior  de los dinteles laterales para este fin…De este modo, el agua de lluvia que vaya a parar al dintel y escurra hacia abajo, caerá sobre la gota y ésta la echará para fuera.
Una cosa que yo suelo hacer también es colocar las gotas metidas bajo el marco de la ventana. Asi el agua que corra por el cristal hacia abajo, seguirá su camino escurriendo por la gota.
Pero empecemos por el dintel.
En los otros dinteles, hemos rellenado lo más posible el hueco entre el marco y la pared. Pero ahora nos interesa que quede un hueco para meter la gota. 

La gota basta que entre dos ó tres centímetros bajo el marco… Así que si sois hábiles, podéis meter mezcla a la hora de hacer el dintel respetando ese hueco. 

En realidad, el dintel inferior no es muy diferente a los otros, salvo porque ha de dejar el hueco para las gotas. 

Ya puestos, si en vez de hacerlo perfectamente horizontal, le damos un poco de inclinación, lograremos que en el siguiente paso, la capa de cemento cola sea uniforme y las gotas queden parejas entre sí y todas con la misma inclinación. 

Si no le damos inclinación, no pasa nada, después al colocar las gotas, les daremos inclinación a éstas poniendo menos grueso de cemento cola cuanto más nos acerquemos al borde.

Puede ser interesante, asimismo, no haber cerrado el hueco entre el marco y la pared por la parte inferior. 
Así ahora tendremos mejor acceso y podremos cerrar correctamente esta zona, que es la más delicada en lo referente a la entrada de agua y/o humedad de la lluvia. Yo he optado por trabajar desde fuera.

No hace falta mucho ángulo, pero cuanto más le déis, menos probabilidad habrá que el agua de lluvia os dé problemas. 

 Aunque si queréis colocar una maceta o similar sobre el poyete, y le dais demasiado ángulo, también os estorbará. Con un desnivel de 0.5 a 1cm por cada 15cm de anchura de la gota, es suficiente.
En cuanto terminemos de hacer este dintel, con el palustre comprobamos que no haya desniveles o salientes que estorben o desalineen las gotas. Y dejamos que endurezca el mortero o mezcla.
Preparamos el cemento cola mezclándolo bien y dejándolo reposar el tiempo indicado por el fabricante. Aplicamos sobre el dintel inferior una capita fina, que podemos extender con una llana dentada, o bien extendiéndola con el palustre. Y vamos introduciendo las gotas bajo el marco de la ventana y presionándolas sobre el dintel, para que el cemento cola se extienda y agarre bien toda la superficie. Si queda mucha separación entre la gota y el marco, añadid más cemento cola bajo la gota. La gota debe quedar lo más pegada posible al marco.
También es buena cosa haber hecho una marca a todas las gotas para indicar hasta dónde deben entrar bajo el marco de la ventana. Así todas quedarán igual.
Es muy difícil que coincida el largo de las gotas con el tamaño que necesitamos, por lo que lo más normal es que tengamos que cortar alguna.
Con la radial se hace rápidamente… Personalmente, me gustan mucho los discos de corte de diamante. Pero no hacen un corte tan fino como los tradicionales. Así que me decanto por los segundos.
Si nos sale un número impar de piezas, lo ideal es colocar el trozo cortado en el centro del poyete. Queda simétrico e indica buen gusto y profesionalidad.
Si las piezas son pares, podríamos plantearnos cortar dos piezas en vez de una, y dejar estas piezas cortadas en ambos extremos.
Tras poner el cemento cola sobre el poyete, y poner encima las gotas, ajustamos con unos golpecitos con la palma de la mano y cuando seque, podemos pasar al lecheado.
El lecheado es muy, pero que muy importante… Ya que impedirá que el agua penetre entre las gotas o lo que es peor, entre las gotas y el marco. 

Así que preparamos el cemento blanco aguado y vamos pasándolo por todas las rendijas. 

Poco a poco las irá rellenando, así como el espacio que quede entre la gota y el marco, dejándolo todo estanco. Si vivís en una zona muy lluviosa, también sería interesante añadir silicona entre el marco y la gota.

Finalmente, colocamos las hojas de las ventanas, apretamos  los tornillos de las piezas de plástico con nuestra Leatherman y colocamos los embellecedores…
 

Para el acabado interior, suelo usar primero un poco de yeso controlado que uso para rellenar lo más gordo que nos haya quedado tras poner el primer yeso –el que pusimos tras fijar las garras- y que también rellena rápidamente los desperfectos más aparentes. 

Estando aún fresco, podemos pasar una espátula ancha para eliminar todo lo que sobresalga del nivel de la pared y el marco, y así no dejar zonas sobresalidas. 
No hace falta que quede muy fino, ya que después vamos a enmasillar.
Pese a ser un yeso controlado o retardado y estar “flojito” no tardará en fraguar, por el rechupado de la pared. Con  lo que podemos pasar a una masilla o plaste de acabado.
Personalmente, prefiero preparar el plaste bien espeso, porque eso garantiza que no va a mermar al secar. Hay algunas masillas que ya vienen preparadas y listas para usar... Yo me decanto por el que viene en polvo, ya que puedo mezclar en el momento lo que necesite con agua y el resto se conservará muchísimo tiempo en una bolsa bien cerrada.

Con unas espátulas vamos extendiendo el producto y de vez en cuando con una esponja húmeda limpiamos el marco de la ventana. 

En cuanto seque, ya solo queda pintar la pared… ¡Y a disfrutar de la ventana!

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