Amig@s:
Ya
os he mostrado cómo poner un refuerzo en la cúpula o paraviento de la moto para
que ésta no vibre tanto y resulte más cómoda.
No obstante, no estaba nada satisfecho –desde
el principio, cuando la instalé-, porque no ajustaba en el faro.
Se quedaba la
parte inferior sobresaliendo hacia afuera del faro y muy levantada, con mucha
separación. Es lo que tiene comprar una cúpula universal. No obstante, se puede
solucionar.
Como el principal problema son los anclajes,
que no permiten una mejor regulación de la posición,
lo que hice fue alargar el
anclaje atornillándole a cada lado un trocito de abrazadera.
De este modo, ese metal extra atrasaba la base
de la cúpula haciendo que ya se pudiese colocar justo sobre el borde del faro.
Bueno, ya sabéis que estamos hablando de una
Yamaha Sr 250. Pero si en tenéis otra moto en la que la cúpula tampoco se
adapta bien, podéis hacer algo similar.
Aunque la cúpula así queda justo donde queremos,
surgen dos problemas:
En primer lugar, el soporte añadido –la abrazadera-
es de un material muy maleable. Vamos… muy blando, hablando con propiedad. De
modo que en el momento que el viento empiece a forzar la cúpula, es posible que
se doble esta chapa y la cúpula se quede “mirando pá Cuenca”.
En segundo lugar, al haber alargado el
soporte, será también más proclive a rotar la cúpula sobre los tornillos del
faro, al hacer el añadido de palanca.
Esto segundo lo solucioné rápidamente… Iba a
sustituir los tornillos que fijan la abrazadera al soporte con unos tornillos
más cortos.
Sin embargo, observé que los vástagos sobrantes de los tornillos se
podían apoyar fácilmente sobre los brazos de la araña del faro. Este apoyo es
muy bueno y hace que todo el sistema quede más firme sin tener que forzar los
tornillos del faro.
Lo primero lo solucioné usando una chapa más
fuerte. En este caso, corté un ángulo de los usados para ensambles de
carpintería, por el mismo vértice. Obteniendo así dos chapas de la medida
justa.
Bastó taladrar usando como medida los trozos
de abrazadera que usé antes, y volver a montar.
En muy poco tiempo, la cúpula ha quedado en
su sitio. La he probado y va mucho mejor y es más efectiva.
Aún así, si sigue cimbreando con el viento –aunque,
según la prueba inicial tras este cambio, el viento pasa rozando la parte
superior del casco y ya no lo mueve-, siempre se puede colocar el refuerzo que
os mostré en el otro post.
La última mejora, aún pendiente de realizar,
es revestir los vástagos de los tornillos que apoyan en la araña con un tubito
de goma (podría valer un macarrón de los de gasolina), o plástico (de los que
vienen con las baterías nuevas). De éste modo, el tornillo no marcará la
pintura de la araña.
Además, jugando con el grueso del
revestimiento, podremos variar ligeramente el ángulo de la cúpula para lograr
que quede más vertical o inclinada. En la foto vemos dos trocitos de goma de gas butano que he cortado longitudinalmente, calentado para facilitar doblarla, y la he pegado con pegamento. La he revestido con cinta americana negra para mejorar la estética y la resistencia. El alfiler lo he puesto para que mantenga su posición mientras cura el pegamento.
Espero este sencillo truco os permita disfrutar también de vuestra cúpula.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si tenéis cualquier duda, sugerencia o consulta, por favor, hacedlo mediante la sección de comentarios. No respondo las consultas privadas. No usar los comentarios para hacer publicidad.