miércoles, 21 de diciembre de 2011

Restaurar pargaguas. Reparar paraguas. Reconstruir extremo de paraguas. Paraguas roto.


Reparar paraguas


Amig@s: Hoy vamos a trabajar un poco con un viejo conocido: el paraguas de mi mujer. Ya os hablé de este paraguas en otra ocasión que le hicimos una reparación. El arreglo funciona de maravilla y ha aguantado perfectamente…


Pero ahora nos ha surgido otro problema: el agua ha entrado por el extremo del palo cuya punta se había roto hace algún tiempo, la parte del palo que sobresale hacia fuera por la parte central, y ha acabado por pudrir la madera por este extremo, con lo que las varillas no tienen fijación y el paraguas no se puede abrir.


Aprovechando un domingo frío y desapacible, hemos sacado un ratito para repararlo ¡Pronto volverán las lluvias y hay que estar preparad@s!


No tengo fotos del inicio del proceso porque ni pensaba que pudiese tener arreglo. Pero os explicaré lo que he hecho y lo entenderéis perfectamente: hemos sacado la varilla de madera tirando del mango del paraguas.


Casi al final, me he encontrado con un tope que impedía que saliese por completo. Con unos alicates, he quitado el tope, que es una especie de clavo con la cabeza gruesa, y ha terminado de salir todo el palo.


Seguidamente, hemos saneado la punta de este palo para eliminar toda la parte podrida. Ha bastado cortar con una sierra de metal (es lo que tenía a mano) una rodaja eliminado un par de centímetros del extremo.


Ahora hay que sustituir la parte eliminada y la que ya estaba partida… Podemos preparar un palito con el mismo grueso y hacer un complicado ensamble… O simplemente hacer una reparación rápida, pero eficaz, más propia de nuestro taller de bricolaje.



Así que buscamos un tornillo fuerte y suficientemente largo, que sustituya la madera que falta. Hacemos un taladro fino en el centro de la varilla de madera, pasamos a una broca más gruesa, sólo ligeramente inferior a la rosca del tornillo, para evitar que la madera se abra.


Y atornillamos el tornillo de modo que sobresalga aproximadamente el trozo de madera que falta, incluido el remate de la punta que se le cayó. Como la madera ya estaba rota y encima le he quitado un trozo, es difícil saber exactamente cuánto tornillo debe sobresalir. Así que lo hago a ojo.


Una vez que vemos que el tornillo entra bien, lo retiramos y lo volvemos a poner pero añadiéndole a la rosca un poco de pegamento de cianocrilato. Así nos aseguramos que no se afloje accidentalmente, a la par que se hará una pieza con la madera, dándole robustez.




Preparamos un poco de masilla epoxi y la colocaremos en la unión del tornillo y la madera, para dar más solidez aún.



Con la masilla que nos ha sobrado, empezamos a colocarla en la cabeza del tornillo.




Esta es la parte que va a verse, así que nos esmeramos en que quede más o menos simétrico, aunque os recuerdo que la masilla se puede limar y lijar una vez seca.



Metemos la varilla en el paraguas y colocamos otra vez el tope.



Preparamos un poco de masilla más y terminamos de hacer el remate de la punta para que el agua no pueda entrar por la parte del orificio.


Antes de poner la masilla podríamos haber recortado una arandela de goma o tela de paraguas que entrase ajustada y mejorase la estanqueidad… pero cuando caí en ello ya estaba la masilla colocada y de todos modos, así ha quedado bastante bien terminado.


Solo queda poner un remate del extremo de una varilla que se le ha desprendido para que el paraguas quede otra vez en perfecto estado.


En unos veinte minutos hemos vuelto a reparar este paraguas y sólo hemos precisado de un poco de masilla epoxi y un tornillo. Como os dije, tiene ya sus años y un gran valor sentimental y ha quedado como nuevo… otra vez.

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