Amig@s:
Sabéis que me encantan las multiherramientas Leatherman.
He acabado haciéndome con una verdadera colección. Pero no son unos simples objetos decorativos, que ya me habéis visto usarlas en multitud de tareas, siendo en ocasiones incluso más efectivas que las herramientas convencionales…
Pero una cuestión que he tocado muy poco es el mantenimiento de estas joyas.
Con un poco de cuidado, y en condiciones normales, se pueden conservar impolutas muchos, pero que muchos años. No es por gusto que el fabricante nos ofrezca una garantía de 25 años… En realidad, la garantía podría ser de 50 años… o de por vida.
Yo todavía conservo mi Supertool300, la más veterana de mi colección, como si estuviese recién sacada de su caja cuando la conseguí –y la uso casi a diario, que los post son sólo ejemplos de las cosas que realizo-. Y exactamente igual con todas las demás… Incluso la pequeña Skirt PS4, que es la que siempre llevo encima.
Realmente es muy sencillo conservar estas herramientas en perfecto estado. La calidad de su acero inoxidable es extraordinaria y sus acabados, insuperables…
Pero, ojo, "acero inoxidable" no quiere decir que no se oxide. En realidad quiere decir “acero resistente a la corrosión”. Cualquier acero inoxidable acabará por oxidarse si está en condiciones adversas y no se cuida debidamente.
Esto es particularmente significativo en ambientes muy húmedos, especialmente en el mar. O cuando está en contacto con tierra o barro.
Muchas personas piensan, efectivamente, que el acero va a mantenerse reluciente hagamos lo que hagamos con la herramienta, ya que asocia inoxidable a “que jamás se oxidará”. Ésta, al tener recovecos, muelles, seguros, etc, irá acumulando la suciedad y el salitre que junto con la humedad –prácticamente permanente- de la zona, terminará por oxidarse.
En realidad es muy, pero que muy sencillo mantener nuestras queridas multiherramientas en perfecto estado y conservarlas así de por vida.
Para el mantenimiento, bastaría mantenerla siempre limpia.
Si se ha mojado en agua de mar o agua con barro o sucia, deberíamos limpiarla primero con agua limpia. Yo suelo añadirle al agua un poco de jabón de lavar la vajilla.
No cuesta trabajo ir abriendo y cerrando cada hoja y pasando un cepillo de dientes viejo o que no utilicéis para procurar eliminar los restos sobre todo en las zonas más comprometidas de los ejes y los seguros.
Si está realmente sucia o ha estado mucho tiempo expuesta al salitre, podéis dejarla un ratito sumergida en el agua jabonosa antes de pasar el cepillo.
No olvidemos zonas como el interior de las cachas.
Una vez hecho esto, aclaramos con agua sin jabon... Simplemente, repetimos el proceso de pasar el cepillo, pero para retirar cualquier resto de agua jabonosa que haya quedado.
La secamos muy bien con un paño limpio, seco y suave.
Si estamos en un ambiente frío y/o con humedad ambiental alta, podemos asegurarnos de un correcto secado con un secador de pelo... Pero normalmente con el paño es suficiente.
Ya seca, podemos añadirle un poco de aceite que proteja el metal de la humedad y el salitre. Lo recomendado es aceite lubricante.
El aceite con teflón que se suele usar para las cadenas de las bicicletas puede ser una opción muy interesante, porque el teflón lubrica y repele la suciedad, facilitando futuras sesiones de mantenimiento… Pero se puede usar perfectamente aceite fino, del usado en máquinas de coser o incluso aceite de silicona, que suele venir en formato aerosol y se aplica rápidamente, dejando una película fina y transparente que se lo pondrá muy difícil al óxido.
Yo me he decantado por el aceite de silicona por tenerlo a mano.
Tras aplicar el aceite -haciendo hincapié en las zonas articuladas-, abrimos y cerramos cada hoja para que penetre bien.
Para garantizar que se forme una película protectora en todas las hojas y no solo en los recovecos y articulaciones, se puede pasar un bastoncillo de algodón, de los usados para la higiene doméstica, humedecido en el mismo aceite.
Así incluso, podemos aprovechar la mayor parte del aceite que rebose.
Finalmente, pasamos un papel o paño para retirar el exceso… ¡Y ya tenemos la herramienta lista!
Es un proceso, que parece largo y tedioso.
En realidad se tarda mucho más en decirlo que en hacerlo. Y para mí, es muy gratificante, porque sé que le estoy dando vida a la multiherramienta.
En cinco minutos podéis dejar vuestra herramienta limpia, impoluta y protegida del salitre y suciedad que son suceptibles de estropear vuestra querida herramienta.
Si ya es demasiado tarde para vosotr@s y vuestra multiherramienta presenta signos de óxido, se pueden hacer aún varias cosas: con mucha delicadeza, pasar una lija al agua fina en la zona donde haya óxido. Mojar esta zona con vinagre, ya que este producto ha demostrado cierta eficacia en eliminar el óxido, y quizá algún producto específico…
Pero sin duda lo mejor es evitar el óxido. Si el óxido alcanza cierto grado, afectará al funcionamiento de la multiherramienta convirtiéndola en algo inservible, pues puede llegar al punto que no podamos abrir las hojas o que se malogren sus funciones, como el eficaz seguro que presentas las hojas y que garantizan nuestra seguridad.
Las multiherramientas nos dan la posibilidad de hacer una enorme cantidad de tareas. Realmente, se hacen querer. No es mucho pedir darles a cambio un poco de cuidado de vez en cuando.
Es tan sencillo que me resulta realmente doloroso ver herramientas que están gravemente deterioradas por negarles un mínimo de mantenimiento, a sabiendas que en zonas costeras o haciéndolas trabajar con suciedad, corren este peligro, como cualquier acero inoxidable.
De hecho, alguno pensará: "dejo mi herramienta a la intemperie y cuando se oxide que me la cambien por una nueva, que para eso la cubre una garantía de 25 años".
Lo cierto es que la garantía cubre defectos de la herramienta, que como cualquier cosa hecha por humanos, puede presentar alguna falla... Pero no cubre los malos tratos que le demos. El mal uso que hagamos de estas herramientas es algo que es responsabilidad nuestra, no de la herramienta ni del fabricante.
Por otra parte, son herramientas robustas, fiables y con las que podemos realizar infinidad de tareas... Pero, insisto, como herramientas que son, debemos darles un uso adecuado al que están destinadas y el cuidado necesario para su conservación, como cualquier otra herramienta del taller...
A nadie se le ocurre (o eso espero) usar su formón favorito para usarlo como cincel para hacer una arrebola en la pared, o usar un móvil como martillo... De igual modo hay que darle a las herramientas Leatherman un uso adecuado... Y nos durarán toda la vida.
Estupendas recomendaciones :)
ResponderEliminarGracias.
EliminarEstupendas recomendaciones :)
ResponderEliminarMuy buena info,la mejor opción seria con el aceite con teflon,que mecánicamente permitiría un menor desgaste en las piezas por rozamiento y repele mejor la humedad.
ResponderEliminarGracias por los consejos. Recién compré una Leatherman y me preocupaba el tema del mantenimiento. Pero, acá lo encontré todo muy bien explicado. Saludos desde el otro lado del charco.
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