lunes, 6 de junio de 2011

Reflector de horno solar. Poner reflector adicional en horno. reflectores de horno solar.


HORNO SOLAR: REFLECTOR ADICIONAL



Amig@s: ya tenemos hecho nuestro estupendo horno solar y hemos preparado algunos platos deliciosos con facilidad…


Pero, al menos en invierno –os hablo de mediados de enero-, noto que le falta un poco de fuerza.

No me cabe duda que bien entrada la primavera y en verano, tendrá calor de sobra, pero en invierno se queda justito de temperatura y tarda bastante en cocinar los alimentos. Así que vamos a solucionarlo rápidamente colocándole un panel reflector extra que aumente la temperatura lo suficiente para hacerlo más funcional.


A fin de cuentas, se trata de usarlo durante todo el año, y aunque ya he demostrado que este invento no solo sirve para “secar fruta” (y, repito, lo he usado en la época que menos intensidad tiene el sol), lo cierto es que podemos mejorarlo.


He visto diseños que tienen reflectores por los cuatro lados, con forma de embudo y que dirigen los rayos del sol hacia dentro. No obstante, examinando el funcionamiento de mi horno, he comprobado que lo ideal es que la luz reflejada en el reflector incida directamente en la olla donde se cocinan los alimentos o en las planchas metálicas de color negro… Pero es que el ángulo del reflector no permanece fijo, sino que a lo largo del día hay que aumentar o disminuir ligeramente la inclinación para que la luz incida en la olla. Así que imagino que si colocamos el reflector tipo “embudo”, gran parte de la luz se perderá, pues los ángulos de estos reflectores son fijos.



Pienso que es más funcional colocar sólo dos reflectores, en la parte superior e inferior, e ir regulando su inclinación con el sistema que diseñé para el reflector principal, que es cómodo y rápido.


Imagino también que si en un solo día hay que cambiar el ángulo del reflector, a medida que avance la estación en que estemos, también habrá que hacer un ajuste adicional para lograr el ángulo preciso. Y, por otra parte, ya digo que sólo con el panel principal ya se puede cocinar, así que creo que con otro extra lograremos potencia más que suficiente, con la ventaja que podemos plegarlo fácilmente y no ocupará sitio.


A fin de cuentas, el horno va montado en la barandilla de la terraza y los paneles quedan hacia fuera, con lo que una vez abiertos, no estorban para nada… Y para cerrarlos, plegamos primero el que vamos a hacer sobre el cristal y sobre éste plegamos el principal.


Con los reflectores tipo “embudo”, me da la sensación que cuando el horno permanezca algún tiempo sin orientarlo, acabará por quitar más luz que darla, pues los paneles laterales pueden dificultar que la luz solar entre lateralmente. Con lo que impediría que pudiésemos dejar la comida cocinándose sola, que es una gran ventaja del horno solar.

Colocando sólo dos paneles, permitiremos que cuando el horno esté ligeramente desorientado del sol, la luz que incida en los laterales por la parte interna del horno, junto con la luz que aún reciban de los paneles reflectores, lograrán una buena temperatura.


No obstante, si alguien ha experimentado con los dos sistemas de reflectores y quiere exponer aquí las ventajas e inconvenientes de cada uno, le invito que lo exponga en un comentario o me lo indique personalmente en un correo electrónico.


Pero dejémonos de teoría y vamos a la práctica:


Como quiero que el panel extra quede bajo el principal cuando cerremos el horno, es importante que no sobresalga. O sea que debería de quedar con unas dimensiones similares a la del cristal.


Para colocar este segundo marco, tenemos un problema: que si ponemos las bisagras en el mismo marco del horno, no podremos cerrar correctamente el primer panel, pues chocaría con las bisagras del lado opuesto, o sea las del panel secundario.


Así que tenemos que hacer otro marco que eleve las bisagras del panel primario lo suficiente como para que este panel quede sobre el otro y las bisagras del panel secundario quedarían colocadas no en la parte superior de este marco, sino por la parte lateral, hacia el cristal.

Así no abultarían y por otra parte, lograremos que este panel quede lo más cerca del cristal posible.


Bueno, esto puede parecer un poco complicado así dicho, así que os remito a las fotos: seguid leyendo y lo entenderéis enseguida.



Así que nos ponemos manos a la obra y aprovechando que tengo que darle un repaso de pintura y colocarle unas patas, vamos a desmontar la ventana retirando las bisagras.


También tenemos que retirar el panel reflector, ya que vamos a poner otro marco sobre la parte superior del marco de la ventana, justamente donde están atornilladas las bisagras del reflector.


Preparamos cuatro listones cortados a inglete de modo que monten perfectamente sobre el marco del horno.



Los pintamos y clavamos sobre el marco antiguo. Así logramos subir el marco de altura. Dentro de este sobre-marco es donde irá alojado el panel secundario, el cual vamos a hacer ahora.


La cosa no tiene más complicación que medir y cortar a inglete cuatro listones. Los he escogido delgados, de 0.8mm con vistas a que junto con el tablé no abulte demasiado para que no sobresalga cuando esté plegado y estorbe al panel principal.



Una vez recortados los palitos, los encolamos a un trozo de tablé fino de las medidas del marco y esperamos que seque.



Como las maderas son finas, me he permitido hacer unos travesaños internos que refuercen la estructura.


Finalmente, cortamos otro trozo de tablé al que le colocaremos el mylar al igual que hicimos con el otro reflector: usando tiras de adhesivo de doble cara. Basta atornillar el panel con mylar al marco y ya tenemos el reflector hecho, sólo queda poner las bisagras.


Es importante al hacer el panel que tengamos mucho cuidado en que haya cierta holgura entre este panel y el hueco del marco del horno, pues como el panel entra dentro del hueco del marco, cualquier pequeño desvío al poner las bisagras, dilatación de la madera, etc, puede provocar que no encaje bien y os recuerdo que el horno va a estar a la intemperie.



En mi caso, lo he hecho algo justo y voy a solucionarlo haciendo unas cajas en el sobre-marco que hemos hecho para embutir ligeramente las bisagras. Es muy sencillo: Colocamos el panel secundario con las bisagras abiertas y marcamos donde se apoyen contra el marco.



Pasamos estas rayas a la parte de dentro del marco y con el formón bien perpendicular al marco y lo más horizontal que podamos, cortamos en la zona de las marcas ¡Cuidando de no darle un golpe al cristal!



Sólo queda colocar el formón vertical, con la parte biselada hacia fuera, hacia la zona que vamos a desechar y sacamos el trozo del cajeado.



No olvidemos que tras comprobar que quedan bien colocadas las bisagras, hay que retirarlas y dar al menos una mano de pintura en las cajas para evitar que por ahí pueda entrar el agua.


Ya solo queda pintar el panel y darle también un repaso a todo el marco, dándole al menos dos manos a la parte nueva.



Como veis, apenas se nota el suplemento que le hemos colocado: simplemente se ve el marco un centímetro más grueso. También el efecto óptico será mínimo con el horno cerrado, prácticamente no se verá diferente porque el panel secundario queda perfectamente recogido.



Y ha quedado un panel muy ligero y resistente.



Para dejar este panel orientado, vamos a fijarlo provisionalmente al principal con unos cordeles resistentes. Podemos regular la orientación mediante unas tancas que habréis visto en mochilas y chaquetones para regular la tensión de los cordeles.


Posteriormente, fijé el panel secundario al horno mediante varillas roscadas y tuercas, como he hecho con el panel reflector principal.


Eso sí, tened en cuenta que a diferencia del panel principal, que se queda apoyado mayormente en las bisagras, el secundario va a soportar la mayor parte del peso en la zona donde el panel se une a la varilla roscada, tenedlo presente para que quede bien fuerte.



Al darle la vuelta al horno cuando llegue la primavera y el verano, ocurrirá la revés, será el panel principal el que quede en la parte inferior.



Ya llevo meses con el panel secundario montado, y la verdad es que se nota la mejora del rendimiento.

Eso sí, ya cuando avanza la primavera y el verano, que el sol está muy vertical al mediodía, el panel secundario apenas hace nada, aunque es cuando el sol pega más fuerte y tampoco es preciso.

No obstante a primeras horas de la mañana, cuando el sol aún está bajo, sí es eficaz.


Ya solo quedan algunos detalles para terminar con el horno solar: un sistema de cierre que mantenga bien apretada la tapa al horno evitando fugas de calor; unas patas que mantengan las bases del horno separadas de la tabla-soporte y que evite que ahí se acumule agua de lluvia… Lo iremos viendo poco a poco.


¡Y no dudéis en hacer cualquier consulta a través de los comentarios!


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