Reparación de lavadora: presostato y bomba de desagüe
Amig@s: Ya hemos reparado en otras ocasiones la lavadora. Lo cierto es que nos está durando bastante y las reparaciones dan resultado… de hecho me he sorprendido cuando vi la última reparación que le hicimos: la sustitución de un eje y la limpieza de la electroválvula…Hace casi dos años que la hice y sigue aguantando estoicamente lavado tras lavado… que no son pocos teniendo en cuenta que tenemos dos niños…
Pero ahora parece que ha dejado de funcionar bien: el síntoma en esta ocasión es que no se cortaba el agua: escuchábamos cómo el agua entraba en la lavadora… Pero se quedaba haciéndolo indefinidamente.
El problema puede ser el presostato o la bomba de expulsión del agua.
Como el presostato está más a mano, me he decidido por verlo primero. Además, su comprobación es muy sencilla y se hace en un momento.
El presostato, a todo esto, no es más que un interruptor que se activa por la presión.
Está en la parte trasera, justo bajo el programador. Y está enganchado al chasis por una presilla que podemos liberar con unos alicates.
Tiene conectado un tubito que va hasta el tubo de desagüe de la lavadora –entre el tambor y la bomba de salida-. De modo que cuando la lavadora está suficientemente llena de agua, el tubito coge presión, la cual incide en el presostato y éste corta la electroválvula de entrada…Por el contrario, cuando la presión es baja, la activa.
Pero… ¿Cómo comprobamos que funciona? Pues basta retirar el tubito transparente y soplar ligeramente por el pitorro del presostato.
Escucharemos un clic, que indica que el interruptor se ha activado.
Al dejar de soplar, se volverá escuchar el click.
Si dejamos el pitorro tapado tras soplar –podemos dejarlo tapado incluso con la lengua, si no tenéis mucha práctica-, no volveremos a escuchar el click hasta que lo soltemos, cuando sí que se deberá escuchar.
A veces suenan dos click consecutivos porque la lavadora tiene dos niveles de llenado, como es mi caso, que tiene para lavar a media carga.
Si suena el click mientras aún tenemos tapado el orificio, es que la válvula del presostato está mal y hay que sustituirlo.
Otra cosa que puede estar mal en el presostato es que el tubo tenga algún poro.
Para ello volvemos a poner el tubo conectado al presostato sin olvidar la abrazadera y nos vamos a la parte opuesta del tubo y repetimos el proceso sacando el tubo y soplando por él para mandar aire al presostato.
Si el tubo tuviera algún poro, sonará el click antes de haberlo destapado, porque perdería presión por dicho poro.
Finalmente puede ocurrir que el extremo de este tubito, o la cámara donde está conectado -la cámara presostática-, tengan suciedad que impida que entre un poco de agua en esta zona y por tanto que no pueda transmitir la presión al presostato. Normalmente se pueden limpiar fácilmente.
En mi caso, todo estaba perfecto y la cámara presostática, que es como un vasito de forma y tamaño similar a los que venden en farmacia para los análisis de orina, estaba inmaculado.
Al hacer una comprobación, que fue conectar la lavadora al agua y la corriente, vi que el agua salia por la manguera a la par que entraba… de ahì que no se llenase.
Así que el problema puede ser de la bomba de desagüe.
Empezamos por abrir el filtro:
Esto no tiene ninguna ciencia y tod@s no sólo deberíamos saber abrirlo, sino hacerlo regularmente para evitar accidentes, como que la habitación donde tengamos la lavadora quede anegada de agua.
Y vemos algunos restos de hojas en putrefacción. Seguramente procedentes de nuestras propias plantas por la acción de algún día ventoso.
Sacamos estos restos y vamos a desmontar la bomba para examinarla ¡Os lo prometí cuando os hablé de la electroválvula y su limpieza!
Es realmente sencillo: en los laterales del tapón del filtro hay dos tornillos. Tras retirarlos, queda la bomba suelta del chasis de la lavadora.
Y sólo queda fijada por los tubos y manguitos.
Vemos que está el tubo de goma que baja directamente del tambor y que es donde está conectada la cámara presostática de donde sale el tubito al presostato; por otro lado, está la manguera de desagüe.
Todas estas gomas salen muy fácilmente liberando las presillas o abrazaderas. En mi caso, todas las abrazaderas son de muelle y basta apretar las pestañas con unos alicates para sacarlas y liberar los tubos. Para sacar los cables, primero podemos hacer una marca en uno de los dos con un rotulador indeleble y también en el lado correspondiente de la bomba, para no equivocarnos a la hora del montaje.
Destornillamos, ya con la bomba extraída, los tres tornillos que sujetan la tapa de la bomba, y vemos que la cámara externa del filtro se separa de la bomba en sí.
Y ¡SORPRESA! Vemos en el fondo una hoja que se había quedado a medio camino entre el filtro y la goma, dejándola sin cerrar del todo.
Bastó retirar estos restos y darle un repaso a las juntas y montarlo otra vez todo para tener la lavadora otra vez en uso ¡Como el primer día!
¡Y que dure!
A veces las averías son así: el aparato funciona perfectamente, pero se ha colado un calcetín que atora la goma que se ocupa de descargar el agua, antes de llegar al filtro y la lavadora se queda sin vaciar… Y sin centrifugar.
O como en este caso, el objeto era pequeño pero impedía que la junta hiciese su trabajo impidiendo el paso del agua sin la intervención de la bomba…
Nos hemos ahorrado un dinerito y más porque la lavadora ya está bastante vieja, que tiene sus años de uso, y el coste de una reparación en toda regla hubiese supuesto el sustituirla por una nueva.
Pero por ahora sigue funcionando…Como dije en otra entrada: ¡La ventaja de comprar una marca reconocida! En realidad, a estas alturas y conociendo a fondo el aparato como lo conozco, sólo la rotura del programador o el motor impedirían que mereciese la pena sustituir la lavadora.