lunes, 24 de septiembre de 2012

Jamonero provisional. fabricar jamonero. sujetar jamón.



JAMONERO IMPROVISADO



Amig@s: Siempre deseé tener en casa un jamón serrano. Recuerdo en mi infancia cómo mi padre iba  retirando la corteza, sacando las deliciosas lonchas… Pero es una cosa que si bien me podría permitir, me parece un lujo innecesario y nunca se me había ocurrido comprar uno… hasta que hace unos días me dieron la sorpresa y me encontré que me regalaban una estupenda pata de jamón serrano…
Ahora surge el problema que no tengo ni cuchillo jamonero ni el soporte, el jamonero en sí.
Rebuscando entre mis cuchillos, encontré uno de hoja fina y delgada que puede servir perfectamente, pues tiene muy buen filo y basta darle un repaso con la chaira antes de cada uso…
Pero el jamonero es otra cuestión. Quiero empezar el jamón cuanto antes y para ello, es preciso que esté bien sujeto. Así que en encontrado en mi terraza dos trozos de madera de aglomerado revestidos de melamina que, además, están empezando a hincharse debido a la intemperie. Sería una buena forma de aprovecharlos: hacer un soporte provisional para poder empezar el jamón.

Así que tomamos las medidas necesarias de longitud, inclinación y anchura, pues vamos a tratar de adaptarlo al jamón y a un estrecho trozo de encimera de la cocina donde iría muy bien y no estorba demasiado.




Yo he realizado los cortes con mi mesa de corte, que realiza cortes rápidos, rectos y limpios. Si no disponéis de una mesa con sierra circular, siempre os podréis apañar con la sierra de calar o incluso un serrucho de mano, que tampoco son muchos cortes. 

 

Tras sanear las maderas, vemos que la parte central es perfectamente aprovechable y cortamos la base, que en mi caso mide 400X180mm.
Seguidamente, recortamos dos trozos: uno de uno de los retales que servirá de apoyo a la parte gruesa del jamón y el otro que es el que soportará y fijará la parte de la pezuña.

 
Marco con un bote cada semicírculo 

 

y termino la línea con la escuadra para conseguir una zona donde encaje la pata y la parte opuesta y que así quede bien centrado y sujeto el jamón.

 
 

Seguidamente, recorto estas piezas junto a otra que hará de mordaza y se ocupará de mantener la pata fija. Al final, como veremos, no he llegado a usar esta pieza, pero si vosotros queréis hacerla, voy a deciros cómo iría.
Esta pieza que iría sobre la pata, se atornillaría a la pieza que va bajo la pezuña, sujetando ésta firmemente…

 
Para el montaje de la base con los soportes verticales, uso tirafondos, abriendo previamente unos orificios-guía que evitarán también que la madera se abra, que entran por debajo de la base y anclan firmemente los trozos verticales. 

Podría también haberme servido de tubillones o incluso ángulos metálicos para reforzar… pero así queda firme y, a fin de cuentas,  se trata de un jamonero provisional.


 

La idea para fijar la pata es muy buena… pero he cometido el fallo de hacer el rebaje demasiado ancho y profundo. Tiene demasiada holgura. Podría, ciertamente, retocarlo o hacer una tabla nueva… Pero como es algo provisional, vamos a estudiar otra manera de fijar el jamón.




He encontrado un par de cuñas que encajan muy bien entre los laterales del rebaje y la pata del jamón. Con un martillo y dando golpes suaves, queda la pata perfectamente fijada para poder manipular el jamón. 

Simplemente, cada vez que vayamos a servirnos unas lonchas, podemos dar con el mango del mismo cuchillo unos golpecitos para asentar las cuñas, pues con la grasa que desprende el jamón, tiende a aflojarse un poco.

 
No es un bello jamonero, aunque desde luego, es más digno que uno que he visto en internet hecho con cartón. Y aunque vayamos a sutituirlo en breve, bien podría servirnos para dar cuenta de todo el jamón, vamos que es perfectamente funcional.

Y hemos tardado muy poco tiempo en realizarlo y sin coste alguno, pues las tablas eran un resto sin valor y los tornillos podremos reciclarlos cuando vayamos a tirar nuestro soporte.

Cuando llegó la hora de darle la vuelta al jamón –al final, dada su funcionalidad, seguí usándolo- me encontré que se quedaba demasiado inclinado… Y ya sí que no merece la pena comprar un jamonero. 

 

Así que con la sierra de calar he alargado la ranura donde se mete la parte de la pezuña, pero esta vez con el jamón por delante para hacerla más estrecha y que la pata se encaje por sí misma. 

 

Ha quedado perfecto y se sujeta sin necesidad de cuñas.

 
Si quisiéramos seguir aprovechando el jamonero con otro jamón, siempre podríamos meterle la pieza que hemos cortado fijándola con unos tornillos mientras gastamos la primera parte.

 
¡Y brindo con un vasito de vino y unas lonchas de jamón a vuestra salud, querid@s seguidores/as del blog!






Y, cómo no, la foto final. Vemos que el jamón se ha quedado en los huesos, jejejeje. Aún así, se pueden cortar y aprovechar para hacer un buen caldo… 
Finalmente, mis perrillos darán cuenta con gran placer de los restos de huesos más tiernos que se han ablandado con la cocción… ¡Aquí no se desperdicia nada! Je, je, je.

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