martes, 3 de noviembre de 2009

Reparar soporte de bidón de bici. Arreglar soporte botella de bici

SOPORTE BIDÓN DE BICI ROTO



Quiza recordéis el soporte de bidón o botella de nuestra bici que reparamos hace tiempo porque se había roto. Usamos soldadura en frío: un potente adhesivo de dos componentes.



No obstante, he comprobado que pese a su fuerza, es bastante quebradizo, pues el viernes, cuando cogí la bici a cuestas para subir unos escalones, le di un ligero golpe con la pierna y la pieza volvió a romperse por el mismo sitio.


Pensé que ya era hora de sustituirlo por uno nuevo, así que el sábado fui a mi tienda habitual a comprarlo y me encontré que estaba totalmente desabastecida.


Sólo había soportes en color aluminio, lo cual afearía bastante mi bici que es básicamente de color negro.


El hombre estaba bastante molesto y más por ser casi vísperas de Navidad.


Yo por mi parte, llegué a casa y monté en cólera –cólera bricoladora, se entiende- pues necesitaba la bici para el día siguiente y me resultaba casi imprescindible llevar mi bidón con agua, pues pese a las fechas en que estamos, todavía hace calor.


Así que al caer la tarde, cuando tuve un rato para pensar en el problema, se me ocurrió una posible solución.


Pero antes de seguir, quiero pedir disculpas a mis amig@s lectores/as por dos motivos:

En primer lugar porque es un post un poco chapucero, aunque dadas las circunstancias, me salvó de la situación.

En segundo lugar, no pude elegir el momento ni el lugar para hacer las fotos: están hechas en el salón de mi casa con luces de bajo consumo y no tienen la calidad que merecéis.

Pero espero que os sirva de ejemplo de que el bricolaje no tiene límites y puede sacarnos de cualquier apuro.



Así que cubrí la mesa con un periódico, y cogí un tornillo de mesa pequeño. Lo fijé a un trozo de ángulo de hierro y así pude sujetar la pieza para la delicada tarea que iba a realizar:



Hice una serie de finos taladros en la pieza pequeña, la que va atornillada a la bici a todo lo largo.

Como esta pieza es de aluminio, los orificios se hacen en un momento, y más si tenemos la pieza bien sujeta.


Cuántos más orificios abramos, más fuerte quedará la unión, siempre que no se monten unos sobre otros, naturalmente.



En cosa de cinco minutos, tenemos los dos laterales llenos de orificios.


Limpiamos los restos de pegamento viejo que puedan estorbarnos (la soldadura en frío era realmente dura y tuve que esforzarme un poco en eliminar los restos con un cuchillo) y procedemos al ensamblaje.


Como veréis esto ya no tiene nada que ver con lo que hicimos la vez anterior, que nos limitamos a pegar las dos piezas. Ahora vamos a atarlas. Sí, habéis leído bien: las ataremos de forma que se queden unidas para siempre.


Para ello, tenemos varias opciones: un cordel fino de algodón o sintético tipo Perlé (o sea, el hilo que se usa para esta artesanía, que es muy resistente), alambre fino, o la opción por la que me he decantado: hilo de costura de nylon muy fino, pero muy, muy resistente. La ventaja sobre el hilo de perlé es que es más elástico, más fino y podemos dar más pasadas, con lo que el conjunto quedará más fuerte y será incluso más discreto a la vista. El alambre es demasiado rígido y resultará demasiado antiestético.



Así que cogemos una aguja, un buen trozo del hilo y vamos pasando por los agujeros, rodeando la varilla del soporte del bidón y volviendo a pasar por otro agujero. Eso sí, tensando bastante tras cada pasada.



Vemos que queda perfecto.

Tras varias vueltas por ambos lados, las dos partes se quedan hechas una sola pieza, con la ventaja que el hilo, al ser elástico, aguantará vibraciones y golpes. A diferencia del pegamento.


Para rematar la faena, examino mi surtido de pegamentos y me decanto por uno epoxi de dos componentes:



Son dos jeringas unidas: una con el pegamento y la otra con el endurecedor.

Se ponen cantidades iguales de ambos, se mezcla bien y se aplica por toda la zona.

Queda totalmente transparente y muy, muy duro.

Lo aplicamos sobre todos los hilos de nylon y las uniones de las dos piezas para que todo quede reforzado y los hilos protegidos del roce.



A la mañana siguiente, pude montar el porta bidón en la bici y llevar la botella totalmente llena sin ningún problema.


Espero que si algún día vuelve a romperse, la tienda tenga ya su surtido habitual de piezas. Y si no… repetiremos el proceso.


Vemos que no ha sido nada complicado y a pesar del bajo precio de un porta bidón, hemos logrado salir del apuro al no haberlo encontrado en la tienda.

Ha sido una reparación un poco menos estética que la anterior, pero mucho más duradera.

En cualquier caso, la pieza en cuestión queda entre el grueso tubo de aluminio del cuadro y el bidón del agua, con lo que prácticamente no se aprecia.


Y, si alguno quiere que quede más bonito, siempre se podría dar un poco de masilla epoxi y lijar e incluso pintar para lograr un acabado perfecto.

Yo prefiero dejarlo así, porque en el caso que no hubiera aguantado el hilo, siempre podría haber usado alambre o haber dado más vueltas de hilo y para ello, ya tengo los boquetes abiertos. Si estuvieran enmasillados, habría que empezar de cero.


Y, mañana, os comentaré otro interesante post: cómo cambiar de lado el cordel de riel de una cortina, o incluso cambiar el sentido de apertura de una cortina.


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2 comentarios:

  1. Je, je, je.
    ¡A eso se le llama maña para salir de una situación de emergencias!
    Genial.

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  2. Gracias, supongo que me vino el momento de inspiración... ¡Y lo aproveché! je, je, je.
    Saludos

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