CAMBIAR TOMAS DE AGUA DE DUCHA
Este es un interesante post sobre un tema que habíamos tratado poco, siendo muy sencillo, económico y perfectamente abordable por cualquiera.
Para realizarlo, precisamos de cincel plano y maza de albañil, radial o amoladora angular con disco de corte fino de metal, lima y lija de esponja delgada y fina, cortador de tubos de cobre, trozo recto de tubo de cobre y varias piezas de empalme de cobre: codos, puentes...
En este caso, tenemos un cuarto de baño, recientemente reformado, en el que se montaron las tomas del agua fría y caliente de la ducha intercambiadas. Vamos a poner cada toma en su lado correspondiente.
Lo primero es retirar los dos azulejos implicados. Ver post sobre el tema. También vimos el final: el montaje del grifo. Ahora abordamos lo principal.
Para empezar, es conveniente marcar el lugar que ocupan las tomas actualmente para que después queden aproximadamente en el mismo sitio. Y más porque como uno de los dos azulejos ha salido entero, la toma ha de coincidir forzosamente con el orificio que éste tiene hecho. Para ello, basta poner un listón bien horizontal a la altura del centro de la toma y marcar con un rotulador los azulejos de cada lado. También hacemos marcas con el listón vertical.
Seguidamente, hemos de profundizar en la pared para dejar los tubos totalmente al aire, ya que hemos de manipularlos: cortarlos, limpiarlos, soldarlos… Para ello podemos hacer uso de un cincel y una machota o maza de albañil. Hay que tener cuidado de no dañar los tubos, pues si los golpeamos accidentalmente y se deforman, tendremos que cortar por lo sano. Por supuesto, el agua estará cortada para evitar que un golpe accidental pueda ocasionar una pequeña catastrofe….
Lo más importante en estos casos en los que “el fontanero” no tiene mucha experiencia es comprar algunas piezas de más y también un buen trozo de tubo de cobre. Más vale que nos sobren algunas piezas a que nos arriesguemos a que no quede bien por no haberlo podido replantear correctamente por falta de piezas. Hemos de fijarnos en el grueso del tubo de la instalación para comprar las piezas y el tubo del mismo grueso. Lo más habitual son los tubos de 18mm de diámetro.
Vemos que por la parte superior sobresale un trozo de tubería de hierro (se ve bien en la foto inferior de la lima). Como de momento no queremos cortarla, pese a estar muerta, las posibilidades se limitan considerablemente.
Hemos de cortar los dos tubos a diferente altura: el que quede más largo se pasa mediante dos codos (piezas de empalme que dan un ángulo de aproximadamente 90º) e irá a parar justo a la toma del lado contrario, con lo que ya está solucionado fácilmente.
El otro tubo es el problema, pues ha de montarse sobre el otro en algún punto para poder ocupar su lugar. El problema es que disponemos de un fondo muy limitado porque coincide con un pilar de hormigón que no debemos tocar por la parte trasera y por la parte delantera, está el azulejo.
Lo solucionamos con una pieza en forma de “ ( “ que pasa por encima del otro tubo ocupando el mínimo grueso.
Lo mejor en estos casos es no pillarnos los dedos e ir cortando de poco en poco los tubos de la pared e ir probando. Yo he tenido que hacer al menos cuatro cortes hasta lograr la medida perfecta.
He realizado los cortes con una radial o amoladora angular con un disco para metal fino.
El corte se realiza en un instante y sale bastante limpio.
Cada vez que hagamos un corte, debemos limpiar de impurezas la tubería por el extremo. Para ello pasamos una lima. Si quedan zonas muertas por detrás o por delante inaccesibles para la lima, podemos usar una lija de esponja delgada. Debemos retirar lo justo para que el cobre quede brillante. Si nos pasamos el tubo quedará demasiado fino y débil. Hasta podríamos romperlo.
Seguidamente, ya podemos meter la pieza que queramos acoplarle.
Podemos cortar pequeños tramos de tubo recto con el cortador de tubos, que consiste en una cuchilla circular que va presionando el tubo progresivamente mientras hacemos girar la herramienta sobre el tubo y apretando la cuchilla sobre el mismo mediante un tornillo. No cuesta ningún trabajo dejando unos cortes perfectos y a la medida. Siempre que tomemos una medida para cortar un tubo, hemos de tener en cuenta el trozo que entra en los codos y demás piezas de unión. En este caso, estamos cortando un tubo viejo, el que tiene la toma propiamente dicha. Vamos a reutilizar este trozo. vemos que se corta perfectamente y, una vez limpio el extremo cortado, se puede soldar perfectamente.
A la hora del replanteo, hay que tener en cuenta que las piezas tienen cierta holgura entre sí y eso podemos usarlo a nuestro favor para lograr que la toma de agua, en nuestro caso, quede en el lugar exacto. No importa si estéticamente no es bonito: todas las tuberías irán tapadas con mezcla. Lo importante es que las piezas hayan encajado a tope. No vale dejar un tubo metido sólo un milímetro en un codo para que dé más juego.
Si vemos que para que quede bien, es necesario que todo el tubo horizontal quede más bajo, tendremos que volver a cortar un poco más el tubo principal y volver a limpiarlo. Incluso, si es preciso, deberemos descarnar un poco más de pared.
Por fin hemos logrado que las piezas queden bien, como podemos ver en la foto inicial. Ahora queda realizar las soldaduras. Eso lo dejo para otro interesante post ¡No os lo perdáis!
Más información:
Hola, Carlos, tengo un problemilla con el grifo de la cocina, la cuestión es el grifo lo tengo en la pared y me gustaría ponerlo en el fregadero. Así que me gustaría saber como debería de hacer con las tuberías. Muchas gracias por tu maravilloso blog que nos enseña tanto. Un saludo.
ResponderEliminar