Circular en bici. Cómo ir correctamente en bici. Experiencias en bicicleta

CIRCULAR EN BICI POR CIUDAD

Muchos se reirán al leer el nombre del post y dirán que es una tontería, que para ir en bici basta darle a los pedales…
Pero es mucho más que eso. Lo veremos ahora.

Para empezar, debemos pensar por dónde vamos a ir. Puede parecer que ir en bici es muy sencillo, pero lo cierto es que las ciudades están pensadas para circular en vehículos a motor o caminando. En pocos lugares se ha pensando en la bicicleta como medio de transporte.

Eso nos lleva a la cuestión de por dónde debemos circular… y si no disponemos de carril bici (el cual debería estar bien señalizado y ser debidamente respetado por peatones y conductores), nos queda circular por la calzada o por la acera. Veamos las ventajas e inconvenientes de cada una.

Circular por la calzada puede ser extraordinariamente peligroso para nosotros porque en bici se suele ir a una velocidad media de 15 ó 16km/h. los límites de velocidad por ciudad suelen ser de 40 a 50km/h, lo que nos convierte en carne de cañón para un accidente, pues muchos conductores piensan que cuando se dice que se puede ir a 50km/h por ciudad, es que es la velocidad mínima a la que hay que ir, no que sea la máxima velocidad autorizada y que es conveniente ir más despacio. Consecuencia: Como no vayamos con más luces que un árbol de navidad y con las ropas más chillonas y reflectantes que podamos encontrar, se nos echarán los coches encima y frenarán en el último momento, o nos adelantarán casi rozándonos sin tener en cuenta que la bicicleta es un vehículo que suele dar bandazos en su desplazamiento y pueden provocarnos graves daños…. Por no hablar de las curvas cerradas sin visibilidad al salir de una calle o en los adelantamientos, cuando vamos delante de un vehículo alto que tapa la visibilidad al que va a adelantar desde detrás….

La ventaja es que la bici se desplaza muy bien por el asfalto, que es liso y tiene buen agarre incluso en mojado (cuidadín con las paradas de autobuses, que suelen tener una peligrosa película de aceite seco que se convierte en una pista de patinaje cuando caen las primeras lluvias tras el verano).

Vemos que no es lo más adecuado para dar un apacible paseo en bici o desplazarse por ciudad.





La otra alternativa es ir por las aceras y avenidas peatonales. Veamos sus ventajas e inconvenientes:
En las aceras no corremos riesgo de que nos atropellen mortalmente, pero sí que podemos ser nosotros los causantes del atropello, pues al igual que hay una diferencia enorme de velocidad entre los vehículos a motor y la bici, también hay bastante diferencia entre la velocidad que desarrolla una bici y el peatón.
En algunas ciudades se ha llegado a restringir el uso de las bicis por las aceras limitando su velocidad a la de una persona caminando, lo cual es prácticamente imposible, pues la velocidad de la bici siempre es superior. O de lo contrario, la haría contraproducente y nos traería más cuenta ir a pie.
También es cierto que esta limitación de velocidad se debe a muchos ciclistas que van a una velocidad excesiva, sin respetar los peatones y asustándolos.

Pero, antes de sacar conclusiones, sigamos con las ventajas e inconvenientes: un grave inconveniente de circular por la calzada es que ésta no está diseñada en general para los neumáticos y suelen tornarse muy, muy resbaladizas cuando llueve o se mojan. Debemos ser muy precavidos en estas circunstancias y evitar ir deprisa, frenar o girar el manillar bruscamente, pues supondría una caída casi segura.

Yo recomiendo, visto todo lo anterior, que si no disponemos de carril bici, escojamos cuidadosamente la ruta que vamos a seguir, preferentemente por zona peatonal o aceras. Debemos buscar las calles más anchas y menos concurridas.

Es imprescindible un enorme respeto hacia el peatón: si vemos un peatón de frente, no debemos esperar al último momento para esquivarlo, ni hacer que él se aparte. Debemos hacerle ver que estamos dispuestos a cederle el paso y respetarlo. De lo contrario, lo asustaremos y será otro peatón hablando de “esos ciclistas locos, que deberían prohibirles circular por la calle en bici”.





En el caso de que veamos un peatón delante nuestro caminando en nuestra misma dirección y sentido, y no hay espacio para pasar con desahogo, debemos avisarle con el timbre de la bici.
Pero no hacerlo cuando ya estemos encima suyo, sino empezar a tocar el timbre desde cierta distancia. Aunque no lo escuche de primera hora, inconscientemente puede que sí haya escuchado los primeros timbres y no le daremos un susto cuando toquemos el timbre ya a pocos metros de él.

Yo mismo me he sorprendido cuando a veces he mirado hacia atrás y he visto un ciclista pedaleando pacientemente detrás de mí y ni me había enterado. Las bicis suelen ser muy silenciosas y más comparadas con el ruidoso tráfico de alrededor.

El ciclista debe ser consciente de esto y no dudar en avisar con el timbre y cuando la persona le deje paso, darle las gracias respetuosamente. También los peatones deben comprender esto y no pensar que le están tocando el timbre a modo de insulto ni nada parecido… es solo una petición respetuosa de paso…

En los cruces señalizados con semáforo y en los que hay muchas personas esperando, debemos incluso bajarnos de la bici y cruzar andando si no tenemos suficiente espacio para pasar sin ir rozando o asustando a los peatones. No pasa nada: nos bajamos de la bici, y cuando crucemos nos subimos de nuevo si tenemos vía libre y a seguir pedaleando.



La velocidad es algo muy relativo: si vamos a hacer un recorrido largo, no nos conviene ir muy deprisa, sino ir relajados y eso supone una velocidad máxima de unos 14 a 17km/h. a esa velocidad no tendremos problema para circular a no ser que la vía esté muy transitada. Si vamos a hacer un recorrido corto, nos apetece sentir el viento en la cara y no hay peatones ¡a correr! Siempre que no haya restos de agua o grasa, claro.

Respecto a los cambios de velocidades, ya os hablé un poco de ello en el post de mantenimiento de la bici: debemos usar siempre plato grande con piñones pequeños (poca fuerza y mucha velocidad), plato pequeño con piñones grandes (mucha fuerza y poca velocidad) y plato medio con piñones medios (ideal para ciudad). Así nos durarán mucho más los engranajes y la cadena, ya que se mantiene recta y no va forzada. Hay quien cuando ve una bici con tres platos y ocho piñones, que dice: 3 X 8… ¡24 velocidades! Cuando en realidad serían la mitad, aproximadamente.

Por supuesto… cuando vayamos en bici, debemos ser conscientes de eso… de que vamos en bici. Parece una tontería pero yo estuve una vez a punto de chocar con otro ciclista que venía de frente y se quedó mirando hacia detrás, a unas niñas que había adelantado, y tuve que vérmelas y deseármelas para que mirara hacia delante con el timbre y a voces, y aún así, tuve que dar un frenazo…

O preveer situaciones que se suelen dar cuando uno va en un vehículo, como pasar junto a una terraza y que un perro o un niño pequeño aparezca de repente entre las sillas y mesas e irrumpa delante nuestro…

O el caso que me pasó una vez pedaleando un sábado por la mañana temprano por el paseo Marítimo: dos muchachas delante de mi, andando en mi mismo sentido, descalzas con los zapatos en la mano, y de repente una empieza a andar en eses bastante pronunciadas, empieza a girar los zapatos cogidos por las correas y los lanzó hacia arriba y hacia detrás…. todo en cuestión de un instante. Tuve que pegar tal frenazo que hasta saqué el cable del freno trasero de su tornillo.

En este caso, era difícil preveer que la chica iba a actuar de esa manera, pero si hubiese ido a mayor velocidad confiándome en la anchura del paseo, hubiera podido ocurrir un accidente serio…

Lo cierto es que los peatones no son conscientes de nuestra presencia y muchas veces actúan de modo imprevisible: una mujer que suelo ver por el Paseo Marítimo haciendo footing, suele correr haciendo "eses" de un lado a otro poniendo en peligro a cualquier ciclista que no se ande con ojo. Es una costumbre que no sé a qué se debe (igual un día me paro y se lo pregunto, je, je). Pero es lo que digo: ya que los peatones no son conscientes de nuestra presencia, nosotros debemos anticiparnos a sus movimientos y ser precavidos.

Siempre hemos de ser prudentes cuando hay o preveamos que pueda haber personas a nuestro alcance.

No pretendo escribir este post para desanimaros a coger la bici. Al contrario: esta época es estupenda: empieza a irse el calor del verano y es una gozada pedalear.

Pero sí insistir en no ir haciendo el loco y ser prudentes y respetuosos. Circulando correctamente en bici, podemos disfrutar de uno de los medios de transporte más sanos y ecológicos que disponemos y disfrutar de un montón de agradables sensaciones y experiencias.

Por cierto, aprovecho para invitaros a que hagáis algún comentario con las anécdotas que habéis tenido en la bici… Aparte de las que he contado, tengo un montón de divertidas anécdotas y sería entretenido y divertido comentarlas ¡Animaos y ponedme las vuestras en un comentario al final del post!

Para decorar un poco el post y hacerlo más agradable, se me ocurrió llevarme la cámara de fotos a unos de mis paseos en bici... y han salido tal cantidad de fotos y tan bonitas que voy a dedicar algún post a enseñároslas.