ANTIRROBO
PARA MANILLAR Y SILLÍN. MEJORAR LA SEGURIDAD. TRUCOS Y CONSEJOS.
Amig@s:
Ya hemos hecho bastantes post sobre bicis: reparación de frenos, cámaras, amortiguación,
cambio de cadena, ajustes de desviadores y cambios, mantenimiento, restauración y pintura,
fabricación de algunos elementos como el soporte de linterna y del mp4… Y ya
tenemos la bici a punto…
Salimos a comprar unas cosas que faltan en nuestra
despensa y la dejamos aparcada fuera del Súper ¿La encontraremos intacta a
nuestro regreso? Aquí el que no corre, vuela, y toda la bici se puede desarmar
con un destornillador, una llave inglesa pequeña y un par de llaves tipo allen…
Hoy
os voy a enseñar un par de consejos y de trucos sencillos que se lo van a poner
un poco más difícil a los amantes de lo ajeno.
Nos va a costar muy poco dinero
y trabajo, pero nos dará cierta seguridad.
Digo cierta, porque nadie nos
garantiza que aparezca uno con una cizalla bajo el abrigo, nos corte las
cadenas o cables de nuestro/s candados y en diez segundos, antes que nos haya
dado tiempo de entrar en el súper, nuestra bici haya desaparecido…
Eso le pasó
a un amigo -Cristóbal- con un ciclomotor que tenía aparcado y sujeto con una gruesa cadena… Fue a abrir la puerta de su casa para meterlo en el portal y antes que pudiese
meter la llave, escuchó el sonido de la cadena al caer al suelo y el sonido del motor de
su moto alejándose… Y os aseguro que la cadena era bien gorda…
Pero
al menos, como os decía, dificultará un poco la tarea a los cacos.
Lo
mejor, sin duda, es no dejar la bici estacionada en lugares solitarios.
No
dejarla siempre a la misma hora en los mismos sitios, que eso ya induce a los
ladrones a examinar “la mercancía” e ir ya preparados debidamente para dar el
golpe…
Y evitar dejarla mucho rato fuera de la vista.
Por supuesto, una bici de
carbono de 2000€ atraerá mucho más la atención que una como la mía que se ve
que es vieja, está repintada y no tiene un gran valor para venderla como bici
de segunda mano.
Pero,
aparte de todo esto, podemos evitar que se lleven alguna pieza.
En
mi caso, voy a reforzar la seguridad de la vieja bici que restauré y lo más
llamativo de ella es su bonito y brillante manillar de aluminio de doble
altura.
Podrían llevarse el manillar… o si se tercia, sacar la potencia de la
pipa de dirección y llevarse el manillar con ésta. Ambas piezas están sujetas
con un tornillo de cabeza allen cada una… ¡Como para dejar la bici tranquilos
mientras vamos de compras!
La
solución más sencilla es taponar los huecos de estos tornillos allen de manera
que no pueda entrar la llave y de éste modo se lo pondremos muy, pero que muy
difícil a los cacos.
Eso
sí, antes hay que asegurarse de dos cosas: que tengamos bien regulada la
posición del manillar y que los tornillos de la potencia y el manillar estén
debidamente apretados, para evitar tener que manipularlos durante una buena temporada.
Podemos
rellenar sin más con masilla epoxi de dos componentes los huecos… Esto lo pondría
muy difícil a los ladrones… pero también a nosotros si queremos retirarla para
algún ajuste u operación de mantenimiento…
Lo
que propongo es rellenar parcialmente los orificios de los tornillos con papel.
Yo he usado papel fino, tipo cebolla o similar.
Suele encontrarse en el
interior de camisas y otras prendas al desembalarlas.
Bastará coger un trocito,
amasarlo con los dedos e ir metiéndolo a presión en los huecos.
Yo he
presionado con una varilla de acero que con frecuencia encuentro tiradas en las
calles procedentes de los vehículos de limpieza…
Pero igual podéis usar el
punzón de la Leatherman, un destornillador...
Podéis dejarlo aún más metido si
con la misma llave allen que sirve para ese tornillo, presionáis el papel.
El
objetivo es dejar uno o dos milímetros sin rellenar.
Entonces,
tomamos un poco de masilla epoxi de dos componentes y los mezclamos hasta
homogeneizar el color.
Ponemos una bolita sobre cada hueco de los tornillos y
vamos presionando y moldeando. Podríamos dar una pasada con lija o lima e
incluso pintar… Pero lo cierto es que cuando el caco vaya a meter la llave
allen y no encuentre el hueco, al menos esa vez se tendrá que irse de vacío.
Además, en mi bici, los tornillos allen quedan con la cabeza completamente
embutida, con lo que tampoco se podrían retirar con unos alicates o tenazas.
Otro
elemento susceptible de robo es el sillín. Sobre todo en las bicis con fijación
de la tija con cierre rápido, es cuestión de un segundo abrir el cierre y
extraer el sillín.
Podemos evitarlo si sustituimos el cierre rápido por uno de
tuerca tradicional. Ciertamente, con una o dos llaves se puede abrir
fácilmente, pero ya se lo ponemos un poco más difícil. Para dejar la bici con
el cierre rápido del sillín, es preferible que lo saquemos nostros y lo
llevemos encima, a arriesgarnos a dejarlo… Y que sea otro el que se lo lleve,
Je, je, je.
Otra
solución para los sillines que van sujetos a la tija por dos rieles es pasar un
candado de cable que una el sillín al cuadro. Pasando el cable tras los rieles
o barras que trae el sillín.
Si
no queréis gastar ni un céntimo, podéis usar un trozo de cadena desechada de
vuestra propia bici: con el tronchacadenas cortáis la cadena al largo deseado y
empalmáis el sillín por un extremo y el cuadro por el otro.
Es conveniente
revestir la cadena con un trozo de cámara o de manguera, por ejemplo, para no
arañar el cuadro y disimular la naturaleza de nuestro antirrobo. No es frecuente
que el caco lleve un tronchacadenas. Y aunque podría cortarla con una cizalla,
ya es una herramienta más aparatosa para sacarla en un lugar con público.
Si no
os parece buena idea… al menos –repito- jamás dejéis la bici aparcada con el
sillín puesto. Es preferible cargar con la tija y el sillín a encontrarnos
después que no tenemos dónde sentarnos.
Y
otro elemento que suele ser fácilmente objeto de robo es la rueda delantera…
también lo es la trasera, pero con la rueda delantera, que no suele fijarse
junto con el cuadro y basta darle a la palanquita y sacarla… está chupado.
No
cuesta trabajo sacar esta rueda, ponerla junto a la trasera y fijarlas las dos
al cuadro y a algún elemento fijo de la calle (tubo en forma de aro en el caso
de los aparcamientos de bicis) para evitar tener que regresar a casa cargando
con la bici sin una rueda.
Por
supuesto, para fijar la bici al soporte fijo, jamás uséis un cable delgado
–ojo, me refiero al cable, que a veces tienen un revestimiento grueso para dar
más “apariencia”, pero el cable en sí es fino-. Es preciso usar un cable
grueso, de 10mm o más para que una cizalla no pueda abarcarlo.
También
son muy prácticos los clásicos pitones hechos con cilindros de acero y
revestidos de plástico –en la foto se ve enrollado a la tija para llevarlo
cómodamente-.
Los
antirrobos articulados.
Y
los famosos candados con forma de U, aunque a veces dan problemas para poder enganchar
la bici a un soporte grueso.
Finalmente,
el cierre ha de ser bueno. De poco sirve un pitón, cadena o cable de considerable
grosor, si después su cierre se abre con un simple bolígrafo, como he visto en
algunos vídeos en internet.
Un buen antirrobo costará dinero, evidentemente,
pero nos dará más garantía y nos durará muchísimo tiempo. Incluso para varias
bicis.
Un
consejo final. Aparte de todos los consejos que os he dado, que encontréis en
Internet u os digan l@s amig@s, a veces lo más instructivo es convertirse en
“caco virtual”. Es decir, aprovechar cualquier paseo para estudiar con disimulo
cómo están fijadas las otras bicis… No con ánimo de robarlas, sino para tomar
nota mental de lo que debemos y no debemos hacer…
En ocasiones veo, por
ejemplo, una bici que podría estar con el pitón rodeando el cuadro, la rueda trasera
y el elemento fijo de la calle… Sin embargo, sólo fija la rueda trasera a éste,
con lo que retirando la rueda, se pueden llevar la bici casi entera.
Y
una sugerencia: no compréis bicis o accesorios de segunda mano… estamos
incentivando el robo de vehículos para ese fin ¡Puede que la próxima bici que
roben sea la vuestra!
Si nadie comprase estos artículos de segunda mano, los
que los venden no les darían salida y acabarían por no querer conseguir más,
con lo que los chorizos tendrían que dedicarse a otra cosa y dejar las bicis
ajenas tranquilas.
Hay muchas bicis nuevas a módico precio ¡Seamos honrados! No
hay excusa para caer en este círculo.
Una
bici expuesta en la calle y sin vigilancia, siempre puede ser expoliada, pero
si tomamos algunas precauciones, los amantes de lo ajeno se irán a por la de al
lado, o al menos, no podrán llevarse gran cosa.
Bueno…
y dejo abierta la sección de comentarios para que vosotros también comentéis
vuestras anécdotas o bien los trucos que habéis encontrado para tener una “bici
antirrobo”.