BASE PARA ARBOL NAVIDEÑO
Amig@s: Ya se acerca la Navidad y toca
preparar los adornos propios de estas fechas: árbol, Nacimiento o Belén,
adornos…
La cosa, evidentemente, va en gustos y much@s
se decantan por el árbol navideño.
Pero por muy bonito que sea un árbol
natural y por mucho que lo prefiramos a uno artificial… Hay que tener en cuenta
que son árboles que van a morir.
Aunque sean cultivados expresamente para esta
función, Me pregunto hasta qué punto no sería preferible sembrar estos árboles
en la Naturaleza y usar uno artificial, que además, nos permitirá reutilizarlo
varios años.
Éste es mi caso, he ido a poner un árbol
artificial y plegable... Pero ha surgido un problema: no tiene base o peana para
sostenerlo.
Así que voy a hacer en un ratito una base
fácil de hacer, desmontable, ligera y económica. Vamos, que no nos gastaremos
ni un céntimo y la haremos con herramientas sencillas.
La idea es unir dos listones de madera –con
el sistema de a media madera- formando una cruceta. Y embutir estos en un
bloque de madera, por la parte inferior de la misma. En el centro de dicho
bloque, por arriba, se hace un orificio en el que entrará el tubo del árbol.
Para empezar, busco en los retales de maderas
del taller y encuentro un bloque de aglomerado de un palé que desmonté hace
algún tiempo.
Como está muy bien escuadrado, a veces utilizo estas piezas para
ponerlas junto a los cortes que tengo que realizar con la sierra de mano para
que salgan bien derechos y verticales.
En este caso, lo emplearemos como pieza
principal para nuestro soporte.
Vemos que esta pieza tiene un orificio
central grueso, que aprovecharemos para insertar en él el tronco del árbol, que
en este caso es un tubo metálico.
Sólo hay que ensancharlo un poco, cosa que
dejo para el final.
Si vuestro tarugo no está perforado, bastaría hacerle el orificio con una broca de pala, por ejemplo.
Busco también un listón de madera, justamente de un
resto de palé que me sobró de otro trabajo y que tiene aproximadamente 25X15mm
de sección.
Lo voy a poner de canto, de modo que hará más fuerza.
Voy a hacer
un rebaje en el tarugo para insertar dos palitos sacados del listón de modo que
queden en cruz.
Por supuesto… digo desde ya, que si queréis limitaros a clavar
o atornillar cuatro maderas bajo el tarugo, el resultado será el mismo…
Pero no
quedará tan fuerte, será menos estético y creo que por un poco más de trabajo, podemos
hacer algo curioso.
Y, como veréis, es sumamente sencillo.
Basta poner el listón sobre el centro del
tarugo y marcar con lápiz o bolígrafo.
Se hace lo mismo en la perpendicular.
Lo
he hecho en perpendicular pero si os gusta más hacerlo en las diagonales y que
los palitos salgan por la parte de las esquinas, es perfectamente factible.
Con una sierra hacemos cuatro cortes, uno
sobre cada una de las marcas que hicimos antes, profundizando aproximadamente
el ancho de las maderas, unos 25mm. Y procurando que el corte sea bien
horizontal para profundizar por igual en ambos lados.
Con el formón, vaciamos rápidamente la madera
que sobra entre cada pareja de cortes.
Antes de sacarla toda, vamos probando el
listón para que entre horizontal y quede enrasado con el tarugo.
Si es preciso,
podemos profundizar un poco más con la sierra en algún sitio o dar unas pasadas
con el formón.
Os aseguro que es facilísimo: el corte de la sierra delimita
perfectamente lo que tenemos que sacar. Y se vacía en un momento. Es un material
blando.
Y si profundizamos un poco más, siempre podemos colocar una pequeña
cuña de madera entre el tarugo y el listón. Quedará prácticamente invisible.
Para que quede más sólido, voy a hacer una
unión a media madera con los listones.
Empiezo, lógicamente, por cortar el
listón inicial en dos partes iguales.
Para no tener que andar midiendo, planteo un
listón en la caja que hemos hecho en el tarugo, lo centro y lo fijo con un
sargento.
Y practico dos cortes que lleguen hasta la mitad del listón, usando
como referencia los cortes del tarugo.
Retiramos el listón y con un golpe seco con
el formón, eliminamos el trozo que sobra de la parte central.
Y, para también
evitar tomar medidas, ponemos los dos palitos juntos para que el que hemos vaciado
sirva de referencia para hacer los cortes en el otro.
Volvemos a hacer los cortes
y a vaciar con el formón.
Vemos que encajan bien y procedemos a
ponerlos en las cajas o surcos del tarugo.
Después ponemos dos tirafondos que fijen el
listón que queda más hacia afuera.
El otro queda aprisionado y fijo dentro.
Aunque si os ha quedado con un poco de holgura, podéis ponerle también
tirafondos.
Para que los tirafondos queden bien, practico
primero un orificio-guía con una broca del grueso del tornillo sin las espiras.
De este modo, el tornillo atornillará en toda su longitud…
Pero como nos
interesa que se atornille al tarugo y que apriete el listón contra el tarugo,
el orificio en el listón debe ser algo más ancho, para lo que podemos taladrar
el listón con una broca más ancha sin profundizar en el tarugo.
Finalmente, una
broca del grueso de la cabeza del tirafondo nos permitirá hacer un avellanado
para que dicha cabeza quede ligeramente hundida y no nos estorbe en la base.
Un inciso: he visto incluso en programas de
bricolaje de gran audiencia que para unir dos listones, se limitan a hacer un
orificio guía, ponen la cola, y atornillan directamente, con lo que los
listones no quedan bien unidos –y en muchos casos se aprecia claramente a simple
vista-, ya que al atornillarse en las dos maderas a la vez, no las presiona
entre sí.
De ahí que os sugiera que el listón superior tenga un orificio guía
mayor.
De este modo, el tornillo tira del listón superior con la cabeza
mientras se atornilla al inferior.
Es algo muy elemental… Pero,
sorprendentemente, no se tiene en cuenta en muchas ocasiones.
Si no queréis andar haciendo orificios guía
con diferentes brocas, también se puede presionar las dos maderas con un
sargento y después atornillar.
Así la posición quedará fijada.
Para terminar la base en sí –queda el
decorado- tenemos que agrandar ligeramente el orificio central.
Para ello
repaso el orificio que ya tiene ensanchándolo con una broca de pala de un
diámetro algo mayor que el del tubo del tronco del árbol.
Profundizo unos cuatro
centímetros. Es un trabajo rápido y sencillo.
El acabado depende de cada uno.
Podemos
incluso meter el soporte en una maceta baja y ancha y cubrir con arena, serrín,
piedrecitas… para que quede oculto a la vista.
Yo he optado por decorarlo con
papeles de colores, y así los niños –muy ilusionados con todo lo referente a la
decoración navideña- podrán ayudar encantados a terminar la base del árbol.
Basta recortar trocitos de papel de regalo,
aplicarles cola blanca ligeramente diluida en agua con un pincel, colocar el
papel encolado sobre el soporte e ir pegándolo con el mismo pincel humedecido.
Se pueden poner papeles en trozos pequeños y resultará más sencillo que poniendo
directamente uno grande. Además, quedará muy bonito.
Otra opción aún más sencilla es pintar o
barnizar con algún resto de pintura que tengáis en casa y/o que le venga bien.
Este soporte pintado en verde o en negro, quedaría también bonito.
Y como no ha sido necesario encolar los
listones al tarugo, basta retirar los tirafondos para desmontarlo, y ocupará
muy poco sitio.
Aunque, de todos modos, es una base que es de reducidas
dimensiones, aunque de sobra para sostener el árbol.
Si queréis mayor
estabilidad, o vuestro árbol es de mayor envergadura, bastará con poner los
listones de mayor longitud y anchura.
Y os dejo por hoy…¡Voy a adornar el árbol! ¡¡¡FELICES FIESTAS A TOD@S!!!