viernes, 30 de agosto de 2013

Vencejo lesionado. cuidar vencejo. vencejo con ala lastimada. Swift injured. Swift caring. Swift with injured wing. Swift blessé. caring Swift. Swift avec une aile blessée.



Vencejo caído lesionado


Amig@s: Ya hemos visto en otros post qué hacer si nos encontramos un pollo de vencejo caído… Incluso qué hacer si no se trata de un pollo, sino un ejemplar adulto. 

Esta entrada complementa a las anteriores con la experiencia que he adquirido desde entonces.


El problema es que no siempre nos encontramos al animal en perfecto estado o requiere de un tiempo de convalecencia para coger fuerzas y recuperarse.


Lo más normal es que si el animal está en el suelo y no presenta daños aparentes, que le demos un poco de agua y lo coloquemos en un espacio suficientemente despejado sobre la palma de la mano, no más alto que la altura de nuestras rodillas. 

Si el bicho está bien, tiene más que suficiente para alzar el vuelo. 

Si no es así y cae al suelo o incluso ni siquiera quiere intentarlo, jamás debemos forzarlo. El vencejo es un ave que vive toda su vida en el aire excepto cuando cría y tiene que atender el nido; y si no vuela, evidentemente es por algo.

Si tratamos de forzarlo lanzándolo desde un lugar alto –como me sugirió una dependienta de una tienda de animales, que me dijo que lo lanzara desde una azotea-, no sólo no conseguiremos que vuele, sino que agravaremos su lesión si es que no se mata.


Lo ideal, desde luego, es que si nos encontramos un vencejo con alguna lesión, lo llevemos a un Centro de Recuperación de Aves, donde un veterinario experto lo atenderá…

En mi caso, encontré por internet un sitio donde llevarlo… pero sólo ponía un teléfono y siempre comunicaba, con lo que decidimos informarnos bien sobre el tema y atenderlo nosotros.


Y, justamente, es éste el objetivo de esta entrada: por una parte añadir algunos datos nuevos a las viejas entradas que tengo publicadas sobre los vencejos, a modo de actualización. Y cómo actuar si el animal presenta algún tipo de daño.




El caso más leve es que esté deshidratado y desnutrido y baste tenerlo unos días en casa. 

Veamos qué debemos hacer para tratarlos adecuadamente:


Muy importante: NO ESTRESARLO. Procurar tenerlo en un lugar tranquilo donde no haya ruidos estridentes, de noche no haya luz artificial y tenga una temperatura agradable no demasiado calurosa pero sin aire acondicionado.


Respecto a la alimentación, ya comenté que la carne de cerdo fresca picada, el foie grás o paté de cerdo o incluso el pienso de gato ablandado con agua pueden sacarnos del paso… 



No obstante si vamos a tener que alimentarlo por un tiempo prolongado, sugiero que recurramos a alimentos más “afines con su alimento natural” Esto es, darle insectos. Como no podemos estar cazándole moscas todo el día, sugiero recurrir al alimento natural de animales insectívoros: Grillos y tenebrios o gusanos de la harina. 


En cualquier tienda de animales encontraremos estos bichos y sin duda lo aceptarán de buen grado.


El inconveniente de darles mucho tiempo carne de cerdo picada es que terminan por rechazarla y no les da todos los nutrientes necesarios. 



A muchas personas les da verdadero asco coger un gusano o insecto vivo y palpitante con los dedos. 
Una solución para esto y también para conservar el alimento fresco más tiempo es, sencillamente, congelar los gusanos e insectos. 


Un rato antes de comer, sacamos los tenebrios (gusanos de la harina), grillos o insectos que tengamos para que se descongelen y ya podemos dárselos más cómodamente que si están en movimiento y a la vez tenemos que luchar con el ave para que abra la boca y se los coma.


Además, podemos darle incorporada en el agua, un poco de vitaminas para aves, que facilitará la regeneración del plumaje, evitará que lo pierda prematuramente, y los fortalecerá para una rehabilitación más rápida. Pero las vitaminas sólo hay que darlas en ciertas dosis y con los adecuados periodos de descanso. Consultar el prospecto o incluso con vuestro veterinario. 


Pero, repito, esto sólo en caso que el pollo realmente tenga algún problema e intuyamos que tendremos que tenerlo una semana o más. Si sólo va a estar con nosotros dos o tres días, podemos apañarnos perfectamente con agua, carne de cerdo picada, foiegras, pienso ablandado...


Un consejo aún más importante que la comida: Al darle de beber, jamás hay que forzarlo ni echarle el agua sobre el pico. 


Nosotros usamos una jeringa de las desechables sin aguja. Tomamos un par de centímetros cúbicos de agua a temperatura ambiental y la pasamos por la comisura del pico, dejando asomar una gota. 

Si tiene sed, abrirá un poco el pico y podremos echarle un poco más, muy despacio, dejando que asomen las gotas por el extremo, pero jamás verter el agua sobre el pico, porque puede entrarle en el orificio nasal y provocarle  la muerte por asfixia. Tampoco debemos insertarle un chorro de agua dentro del pico aprovechando que lo tiene abierto... basta que coja las gotas que van asomando por la punta de la jeringa y que beba por sí mismo.

Un buen método para que empiece a comer es justamente aprovechar que abre el pico para beber cuando le pasamos la jeringa por la comisura del pico, para tratar de ponerle en el pico el alimento. 
Hay que ser muy pacientes, pues no se trata de un pollo, sino de un ejemplar adulto que no está acostumbrado a que lo alimenten.

Se puede recurrir en última instancia a tratar de abrirle el pico con cuidado para meterle el alimento. Normalmente cuando ya ha recibido varias cebas, comprende que queremos alimentarlo y él mismo cogerá el alimento por sí mismo al ponerselo delante del pico.


Ahora vamos al caso más grave que he tenido:
A veces, el daño del pájaro que nos encontremos es irreversible y no podemos hacer nada por el ave, salvo llevarlo al veterinario para que lo sacrifique de un modo indoloro. 


Este es el caso de un pollo de vencejo perfectamente desarrollado que encontramos hace unos meses. Notábamos que tenía un ala asimétrica, como ligeramente caída desde el hombro cuando estaba en reposo. 


Es un síntoma de haberse roto lo que se llama el cinturón escapular. 
Desgraciadamente, no tengo fotos del animal. Espero que os baste con la descripción que os doy. 


Para asegurarnos que se trata realmente de esto, hay que poner el pájaro sobre el suelo con las patas para arriba (la espalda contra el suelo). Si tiene roto el cinturón escapular, será incapaz de darse la vuelta para apoyar las patas en el suelo. Este síntoma, junto con un hombro ligeramente caído o asimétrico, puede significar que tiene esta lesión.


Pese a que el animal gozaba de buen apetito y estaba aparentemente bien, tuvimos que tomar la decisión de sacrificarlo, con todo nuestro pesar. 

Es una lesión muy grave que no tiene remedio. Mejor ahorrarle sufrimientos y darle una muerte rápida e indolora. Es triste, pero es lo mejor.



Sin embargo, en otras ocasiones, como el último caso que he tenido -el que vemos en todas las fotos de esta entrada-, el vencejo tenía una lesión en un ala, una especie de esguince, pues tampoco se le apreciaba ningún hueso roto. Notábamos que en reposo mantenía un ala pegada al cuerpo y la otra algo más abierta; pero con los hombros simétricos. Al permanecer con las alas abiertas, siempre parecía que una de las alas no estaba extendida del todo.


Seguramente, se daría un golpe en pleno vuelo y se la lastimó. Pero con las alas cerradas, los hombros estaban simétricos y al colocarlo de espaldas, se revolvía y colocaba de pie - más lentamente al principio y más deprisa con el tiempo, pero lo lograba en cualquier caso-. 


Parecía un ejemplar adulto: perfectamente emplumado y desarrollado; joven y sano. 

Lo dejamos en casa tranquilo, en una caja de cartón baja y abierta por arriba. Alimentándolo con grillos y tenebrios –Los cuales por cierto también se pueden criar en casa, pero esto ya excede el tamaño de esta entrada y lo explicaré en otra-. Y añadiéndole vitaminas al agua. 


Es muy interesante hacer que ejercite las alas con el “entrenamiento de cortina”. Éste consiste en colocarlo sobre una tela en posición vertical para que pueda aletear sin chocar las alas contra el suelo –al parecer, le molestaba dar con el ala lesionada en el suelo y eso le impedía practicar el aleteo-. Por supuesto, los primeros días es mejor dejarlo lo más tranquilo posible para que mejore su lesión... Pero después conviene que lo practique aunque sea un poco cada día.


Sobre los diez días de convalecencia, no extendía completamente el ala mala cuando la movía en el suelo, pero se notaba mejoría si lo colocábamos sobre nosotros, agarrado a nuestra ropa, a baja altura del suelo. 
En poco tiempo, empezó a aletear y llegó hasta revolotear por la casa.



Es importante cuando llegue este momento intentar soltarlo cada dos días, sin forzarlo para nada, como explico más arriba. 


En nuestro caso, creíamos que estaba listo a los doce días, pero fue incapaz de volar cuando lo soltamos en la calle. Dos días más tarde, lo intentamos nuevamente y voló de maravilla, integrándose con otros vencejos que volaban por la zona. 


Fue una enorme alegría para nosotros, sobre todo después del desafortunado caso que tuvimos con anterioridad –el de el cinturón escapular roto- y también porque no sabíamos si lograría recuperarse de su lesión, pese a nuestros cuidados.


E, insisto como hice en las otras entradas sobre vencejos, que no tratéis al ave como una mascota. 
Es inevitable que le tomemos cariño, pero hablándole, acariciándolo y tratándolo como un bebé o una mascota, no conseguiremos más que dificultarle su integración en su medio cuando lo liberemos. 

Actuemos con la cabeza, ya que lo hemos acogido de corazón, y así le haremos correctamente. Cuanto menos contacto tenga con nosotros, más probabilidades de éxito tendremos. 

Y, como siempre os digo: no dudéis en consultarme cualquier duda que tengáis sobre el tema en la sección de comentarios.

Edito: 
Ya tenemos muchos comentarios sobre vencejos. No me importa, si puedo responderos, lo haré gustosamente... Pero, son ya varias entradas sobre el tema donde tenemos mucha información, ya que cada entrada tiene su correspondiente lista de comentarios. Por favor, antes de hacer un nuevo comentario, estudiad el tema, mirad las entradas que tengo y sus comentarios. De lo contrario, no haremos más que repetir lo mismo una y otra vez y cualquier información nueva pasará desapercibida (lo que hará que hagáis aún más comentarios sobre lo mismo).
Repito: por favor, leed bien lo que ya está publicado.

Y, ante la duda, no os lo penséis dos veces: Avisad a un Centro de Recuperacion de aves u especies protegidas, donde sabrán cuidarlo y devolverlo a su entorno. Como ya he comentado VARIAS VECES, podéis incluso dar aviso a la Policía local de vuestra zona y ellos mismos llevarán al animal al Centro más próximo. Si no sabeis, no hagáis nada, hay quien lo hace con conocimiento y no os va a costar nada.


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sábado, 10 de agosto de 2013

Reparar pinza para el pelo. pinza de pelo rota. arreglar muelle. Repair hair clip. Broken hair clip. spring fix. Réparer pince à cheveux. pince à cheveux brisé. fix printemps.



Reparar pinza de pelo

 


Amig@s: Hoy vamos a hacer una sencilla reparación. Se trata de una pinza de las usadas para sujetar el pelo. Dos piezas unidas entre sí y que se mantienen cerradas por un muelle.


La cosa es que el muelle se ha roto y la pinza ha perdido su función de cerrarse manteniendo el cabello sujeto. 


Tenemos dos opciones: comprar una pinza nueva y tirar la vieja a la basura… O tratar de repararla. 


En este caso es una pinza bastante corriente, pero igual podría tratarse de una pinza a la que tengáis valor sentimental o económico… Y siempre es bueno saber cómo realizar la reparación. Para ello os lo muestro. Veréis que es algo muy sencillo y económico. 

También el post puede serviros para cualquier otro mecanismo cuyo muelle se haya partido en un extremo.


Lo primero es examinar la pinza. 


Vemos que en efecto, uno de los dos brazos en los extremos del muelle se ha partido, con lo que el muelle no se puede apoyar en ambas partes de las asas o mangos de la pinza y de ahí que ésta no se cierre.


Lo segundo es desmontar la pinza para acceder al muelle. 

Con el punzón de la Leatherman supertool300 –puede serviros también un clavo o punzón convencional-, presionamos el eje por la parte más estrecha. 
Empieza a salir con facilidad. 


Sólo queda extraerlo por el lado opuesto tirando con unos alicates. En mi caso, he vuelto a utilizar la multiherramienta.
Enseguida las dos piezas se separan dejando el muelle libre.


Ahora podemos hacer dos cosas: o ponerle un muelle en buen estado, que probablemente tendremos que sacar de otra pinza desechada, o bien podemos tratar de repararlo. 


Esto último no siempre da resultado, pero vamos a intentarlo.


Para ello precisamos sujetar con firmeza todo el muelle por el interior, dejando libre la última vuelta del lado que ha perdido la patilla. 


Unos alicates fuertes y con la punta muy delgada serían perfectos. Asi que hago uso de otra multiherramienta. En este caso, la ChargeTTi, cuyos alicates son tan finos como los de la supertool

 

Se trata de de enderezar una vuelta del muelle para crear con ella una patilla que sustituya la que se ha partido. 

Es esencial procurar no deformar todo el muelle, sino sólo la vuelta más exterior. 


Y si se produce alguna deformación, al menos tenemos que asegurarnos que el pasador pueda pasar por el interior del muelle.


Una vez sujeto con firmeza el muelle, con el otro alicate –el de la Supertool300- Vamos aflojando la última vuelta del mismo. 

Es un trabajo delicado, sobre todo al principio. Una vez que logremos separar un poco dicha vuelta, ya se irá haciendo cada vez más sencillo. 

Ojo, hay que hacerlo gradualmente, despacio, o el muelle se puede partir.


Cuando ya tengamos el extremo enderezado, podremos montar el muelle, procurando que esté con cierta tensión y metemos el pasador. 


Yo he aprovechado para hacerle una limpieza a estas piezas cuyos recovecos dificultan normalmente su lavado. 


Y como el pasador tenía un poco de óxido, he pasado la lima de metal de la supertool300 para retirarlo. Ha quedado como nuevo.


El proceso de montaje es quizá lo más complicado, pero tampoco es nada del otro mundo. 

Basta que nos armemos de paciencia para sujetar las dos piezas de la pinza alineadas y mantener el muelle en su sitio mientras vamos insertando el pasador. 

Yo lo he hecho solo, pero si os ayuda otra persona, lo haréis en un instante.


Y ya está el trabajo terminado. Si vemos que necesitamos que la pinza se cierre con más fuerza, basta retirar el pasador y variar la posición de la patilla ligeramente. O aflojarla si tiene demasiada fuerza.


En unos minutos, hemos rescatado una pinza para el pelo destinada a la basura. Sin duda ha sido más rápido y sencillo que si hubiéramos tenido que salir a comprar otra. Y mucho más económico y ecológico… ¿No os parece?



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