Cableado de interruptor
Amig@s:
Hoy vamos a ver una entrada muy sencilla pero
que sin duda acabaréis por encontrar en vuestro hogar. Porque… ¿Quién no tiene
en casa alguna lámpara o flexo con un interruptor para encenderlo o apagarlo?
Yo, rebuscando en mi cajón de trastos,
encontré este interruptor.
Voy a darle uso conectándolo a los ventiladores que
refrigeran mi disco duro externo. Así no tendré que estar enchufando y
desenchufando la fuente de alimentación de los ventiladores cada vez que desee hacer alguna copia
de seguridad o recuperar algún dato del disco duro.
Pero ¿Cómo va conectado este interruptor tipo
“perilla”? Aunque los hay que cortan los dos polos de la corriente, lo más
normal es que corten sólo la corriente de uno de los cables.
En este caso, vemos un cable partido por
fuera. Voy a aprovechar para repararlo y hacer las conexiones para mostraros lo
sencillo que es.
Imaginemos que se trata de un interruptor de
una lámpara y que se os ha partido el cable. Lo primero es retirar la clavija
del enchufe de la pared, para no llevarnos ningún susto.
Empezamos por retirar los dos tornillos que
mantienen cerrado el interruptor.
Con mi Leatherman Tread, tengo para escoger
entre sus numerosas puntas para hacerlo con las más idónea. Si no disponéis de
esta herramienta, podéis usar cualquier Leatherman o incluso un destornillador
plano pequeño. Personalmente, estoy tan habituado a llevar siempre encima una
multiherramienta Leatherman, que apenas uso las herramientas convencionales, ya
que así puedo llevar varias herramientas en lugar de una sola.
Pues bien, encontramos en el interior un
cable cortado, pelado en los extremos y éstos conectados a dos bornes mediante
tornillos. El otro cable está -o debería estar- sin cortar.
Yo voy a aprovechar el mismo cable. Si
vuestro cable está en mal estado o es muy viejo, es buena ocasión para
sustituirlo.
Sólo tenemos que destornillar los cables de
los bornes.
Si el cable fuese nuevo, Separaríamos los dos
cables y cortaríamos uno de ellos. Pelamos un trocito de cada extremo. En este
caso, me limito a cortar la punta rota del cable ya existente para sanearlo.
Uso
el práctico pelador de cables de mi Leatherman Rev, otra incondicional del taller.
Retorcemos los hilos de cobre de los extremos
pelados. Así logramos que entren más fácilmente en los bornes y minimizamos el
riesgo que algún hilo quede fuera.
Y, justamente, es lo que hacemos ahora:
metemos los hilos de cobre retorcidos en sus respectivos bornes y apretamos con
firmeza, pero sin pasarnos.
Unos tironcitos para comprobar que el cable ha
quedado bien sujeto, comprobamos visualmente que no ha quedado ningún pelo de
cobre suelto, y damos esta fase por finalizada.
Sólo resta doblar el cable que no está
cortado para que no estorbe al cerrar la carcasa del interruptor. Normalmente,
no es necesario plegarlo, pues si lo hemos hecho bien, quedará recto. En mi caso,
como he usado el mismo cable que tenía, el cable sin cortar ha quedado algo
largo. Sin problema. Se dobla un poco -sin forzar nunca- y comprobamos que las dos partes de la
carcasa cierran correctamente.
Volvemos a poner los tornillos y trabajo
finalizado. Sólo resta volver a enchufar el cable y comprobar que el interruptor hace su trabajo. Han bastado cinco minutos para volver a tener en uso el interruptor.
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