Ya hemos preparado los tubos o tráqueas para que vayan a sus lugares correspondientes del panel o cuadro principal de la luz.
También hemos montado los distintos elementos del panel. Ahora vamos a terminar el tema.
Comprobaremos que todas las conexiones son buenas dando un ligero tirón del cable de cada borne y examinaremos que no sobresalga el cobre del borne. Esto es especialmente importante en la conexión del ICP, a fin de cuentas, los demás cables hemos de ordenarlos y ajustarlos, como veremos ahora.
Seguidamente, iremos recolocando los cables ordenadamente para que no sea una maraña infernal e inextricable. Es bueno que se vea bien cada cable: de donde viene y adónde va.
No es necesario que los cables tengan más longitud de la necesaria para realizar el trayecto sin tensiones, con una ligera holgura. Sí es importante que el cable que salga del ICP Tenga un poco de sobrante, porque la caja va a ser precintada y si va muy justo después tendremos que estar empalmando.
Y, también debe de tener un poco de sobra el cable o cables finales, que van de los elementos que hemos montado a la casa.
Los intermedios, ya os digo, se pueden dejar al mínimo, pues si quedasen cortos, se pueden sustituir fácilmente por otro de mayor longitud.
Tras esta ordenación de cables, podéis haceros un esquema en un papel para saber como va montado el panel.
Parece una tontería, pero si lo volvéis a abrir dentro de tres o cuatro años, igual no recordáis nada. Así, con un vistazo al esquema lo veréis enseguida.
Y ya solo queda cerrar: primero la caja del ICP sin apretar del todo los tornillos –en cualquier caso, el técnico la abrirá antes de precintarla-
Y seguidamente el marco del cuadro principal. Una vez que están todos los tornillos puestos, podemos darles un ligero apriete.
Para colocar la tapa, si la tuviere: vemos que el marco de la caja tiene dos orificios y en ellos entran unas pestañas de la tapa.
Están situados en dos esquinas de un lado.
Basta colocar la tapa en su lugar definitivo y con un destornillador plano presionamos ligeramente entre el marco y la tapadera, justo junto al borne y su correspondiente orificio.
Se deforma ligeramente la tapa y entra el borne en su agujero, con lo que ya se puede abrir y cerrar perfectamente.
Por supuesto, para retirar la tapa, actuamos a la inversa: apalancamos ligeramente con un destornillador plano junto a la pestaña que hace de bisagra.
Como podéis ver a lo largo de esta serie de post dedicados al ICP, no es complicado en absoluto siempre que tengamos una instalación moderna y saneada.
Pero igualmente, podéis modernizar vosotros mismos una instalación vieja.
Solo es cuestión de comprar una caja, que las hay empotrables, en cuyo caso la deberíais poner como hicimos con un cajetín de enchufe y con sus correspondientes arrebolas o rozas para los tubos corrugados o tráqueas…
O bien una instalación externa en la que podríamos usar tubos de PVC fijados a la pared con sus correspondientes fijaciones.
la caja también iría atornillada a la pared.
Y los cables también podrían ir en canaletas externas, más estéticas que los tubos de PVC y fácilmente accesibles para meter y sacar cables.
En mi opinión, la primera opción es mejor en cuanto que es más definitiva, más estética y más segura.
Pero si tenéis la casa recién pintada y no queréis meteros en obras, la segunda opción es perfectamente válida. Podemos hacer toda la instalación con un taladro, tacos y tornillos... sin un golpe de martillo ni un escombro.
Y ya solo me queda animaros a hacer estas tareas de bricolaje, que os permitirán ahorrar algún dinerillo en estos tiempos de crisis; Que para cualquier consulta, podéis hacer un comentario en el blog; y, finalmente, que os hagáis seguidores del blog... es gratuito, fácil de hacer... ¡Y mi única recompensa!
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