Extractor portátil para taller
Amig@s: Hemos hecho ya varios post sobre soldadura en nuestro improvisado taller y hemos hecho hincapié en la importancia de tenerlo bien ventilado.
Que aunque tengamos una ventana abierta y un ventilador que mande hacia ella el aire viciado, ya habríamos mejorado algo el asunto…
Pero nosotros vamos a ir un poco más allá: vamos a montar un extractor portátil y que sin embargo nos permitirá eliminar rápidamente la mayor parte de los gases desprendidos en el proceso de soldadura.
Para ello vamos a usar un sencillo extractor de cocina, de los que se suelen poner en el cristal de la ventana, una bolsa de basura grande y una caja de vino que vamos a reciclar.
La caja nos servirá para servir de soporte para mantener el extractor en posición vertical y al mismo tiempo para protegerlo de las chispas y material candente que se desprende en cualquier soldadura.
Finalmente, hará falta una manguera para gases que comunique el extractor con la puerta o ventana que usemos para que salgan por ella los gases.
Cuanto más gruesa sea la manguera, mayor eficacia tendrá.
Asimismo, debemos evitar las curvas en la misma. Las curvas hacen disminuir considerablemente la eficacia de la extracción.
Por supuesto, si tenéis un lugar fijo para realizar soldaduras y otras tareas que precisen de extracción de gases, como el uso de la radial o amoladora, también podéis colocar el aparato con una campana sobre la zona de trabajo.
Pero en nuestro caso, vamos a hacer un extractor portátil, para que cuando terminemos de soldar, podamos recoger rápidamente nuestro sistema de extracción y guardarlo hasta la próxima sesión de soldadura. Y la manguera será lo más innovador y sorprendente, porque no nos costará prácticamente nada y será totalmente plegable… ya veréis.
Para montarlo, empezamos por marcar la zona circular del extractor, que ha de salir por fuera de la caja.
Hacemos un orificio con un taladro en la parte interna de la marca y por ese orificio introducimos la hoja de la sierra de calar.
En este caso, hemos usado una hoja para cortes curvos, que es más estrecha y permite más fácilmente el corte curvo.
Yo he realizado el trabajo deprisa, entre otras cosas porque mi sierra de calar tenía un mal contacto y se paraba caprichosamente. La examinaremos en un futuro post. Digamos que el corte no ha sido el mejor que he hecho precisamente, pero nos vale.
Ya solo queda colocar el extractor, y ponerle un par de tornillos para fijarlo a la madera.
Finalmente, vamos a colocar un cable más fino que el que tenía. Así podemos pasarlo por el mismo agujero del asa de la caja de madera, que en principio vamos a dejarle.
Seguidamente, conectamos el cable a la clema de conexión y ya tenemos el extractor montado.
Podemos hacerle una especie de campana para favorecer la extracción de la parte delantera, donde vamos a realizar el trabajo.
Para esto, bastaria ponerle la propia tapa de la caja, pero dividiéndola en dos hojas, de modo que cuando tengamos el extractor en uso, bastaría poner la caja de pie y con las hojas de la tapa abiertas en forma de embudo.
Al terminar el trabajo, se cierra esta tapa y nos queda el extractor protegido. Estas tapas también le darán estabilidad a la caja del extractor, evitando caídas accidentales que podrían provocar la rotura del extractor.
De todos modos, siempre es conveniente colocarle algún peso en la parte inferior de la caja que la mantenga más fija a la mesa. Yo suelo colocar un trozo de viga de hierro.
No es imprescindible, pero nos da cierta garantía.
En mi caso, aún no he terminado las tapas, pero creo que basta que os explique cómo es para que sepáis hacerlo. En cualquier caso, lo explicaré en otro post.
Y por supuesto, también tenemos que montar el tubo de la salida de gases.
Como se trata de un extractor portátil, vamos a hacer un tubo que también sea fácil de poner y quitar y, sobre todo, que sea plegable. Así que vamos a hacerlo usando unos plásticos. Bastaría hacer un cilindro del grosor y longitud que necesitemos. Eso sí, debe ir lo más recto posible desde la salida del extractor a la ventana, pues cada curva hará que disminuya el rendimiento del extractor.
La misma fuerza del aire que expulsa el extractor se encargará de mantener el tubo derecho.
Podemos confeccionar el tubo usando una bolsa de basura grande y cinta de embalar.
Calculamos el diámetro que precisamos y de ahí sacamos la longitud de la circunferencia L=3,14*diámetro.
Con una sola bolsa, podemos obtener un tubo el doble de largo que ésta. O sea, si nuestra bolsa tiene 1m de largo, obtendremos un tubo de 2m.
Pero para eso debemos hacerle dos cortes, uno a cada lado largo, de modo que el fondo de la bolsa haga de “bisagra”. Posiblemente tengáis problemas con los laterales del fondo de la bolsa, que suelen estar replegados y soldados en el extremo del fondo.
Os sugiero ir cortando con cuidado, sin tirar, para obtener un rectángulo lo más limpio y recto posible. De todos modos, podréis eliminar después la zona que haya quedado peor al retirar el sobrante.
En mi caso, el extractor tiene la salida con un diámetro de 188mm, así que haremos un tubo de plástico de unos 20cm. O sea que precisamos un ancho de 40cm más lo que monte un borde sobre el otro.
He saneado el plástico extendiéndolo en el suelo, bien recto y con unas tijeras afiladas, se deslizan sin ni siquiera tener que abrirlas o cerrarlas. Sale un corte muy recto y limpio. Si creéis que vais a tener problemas, usad un cúter y un listón a modo de regla.
Doblamos el plástico por la mitad para comprobar cuánto tiene que montar y lo colocamos de modo que el empalme quede hacia arriba, en el centro (aproximadamente).
Medimos rápidamente para que quede más o menos del ancho deseado y ahora viene lo más sorprendente: tomamos un rollo de cinta de embalar (en este caso transparente) y pegamos una tira a todo lo largo del borde del plástico. A medida que desenrollamos la cinta, la ponemos y la aplastamos bien.
Seguidamente, damos la vuelta al tubo (ahora sí es ya un tubo cerrado) y hacemos lo propio por el otro lado, para que queden bien fijados los dos bordes.
Hacemos un cilindro del cartón que podemos hacer simplemente poniéndolo sobre el extractor y poniéndole unas grapas.
Metemos este cilindro en el tubo de plástico de modo que sobre un poco de plástico fuera del borde y ya solo queda meter el tubo cubierto con el plástico en el tubo de salida del extractor.
Lo encendemos y vemos que funciona aún mejor de lo que yo esperaba: el tubo se mantiene bien lleno de aire y comprobamos que el aire sale con fuerza por el extremo.
Y para plegarlo, basta meter este tubo de plástico dentro del cilindro de cartón. Si vamos a usarlo en breve podemos dejarlo así. Si no vamos a usarlo en un tiempo podemos incluso sacar el cilindro con el plástico dentro y aplastarlo ligeramente para que quepa dentro de la misma caja del extractor.
Si queréis hacer el tubo más largo, podéis empalmar dos o más bolsas, usando el mismo método que he usado para cerrar el tubo, aunque hay que considerar la potencia del extractor para ver si es viable.
Os aseguro que se nota la diferencia de soldar sin el sistema de extracción o con él conectado: no respiraremos los molestos y nocivos gases de la soldadura, nuestra nariz se mantendrá despejada, porque el extractor succiona el aire justo donde se está produciendo el olor y los gases y nuestra ropa y nuestra habitación de trabajo no olerá mal ¡Todo ventajas!
¡Este me lo apunto, que algo así me va a venir muy bien!
ResponderEliminar¡Y funciona! En serio, yo mismo me he quedado sorprendido de la eficacia, Incluso el extractor funciona mucho más silencioso ¡Así da gusto! Y cuando el tubo se rompa, se hace otro en diez minutos.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado.
Un saludo
¡Da gusto que haya gente como tu!
ResponderEliminarEsto es justo lo que andaba buscando para mi trastero =).Muchas gracias por el post y por explicarlo tan bien.
Un saludo