Amig@s:
Ya
hemos visto varios post sobre paraguas… En este caso, vamos a ver un caso
idéntico a otro que vimos: al viejo paraguas de mi mujer se le ha quedado
suelta una varilla de las cortas, las que hacen de soporte entre las largas y
el cilindro central que sube por el eje para abrir el paraguas. Pero en esta
ocasión vamos a realizar el proceso de reparación íntegramente con nuestra
Leatherman Surge, para que veáis lo útil que resulta tener esta herramienta en
casa, que realmente sustituye a otras muchas.
El caso, como decía, es igual que otro que ya
vimos: la varilla se ha roto justo por el extremo, donde se une a la varilla
larga. Todavía, si lo examinamos, podemos ver el trocito roto. Se ha partido
justo por el orificio por donde se engancha a la varilla larga.
Para evitar males mayores, empezamos por
poner un trocito de cartón –una simple etiqueta en este caso- que proteja la
tela del paraguas.
Y en la varilla rota, rodeamos el extremo con un poco de
cinta adhesiva para evitar que pueda engancharse y/o rasgar la tela.
Hemos de retirar el remache que tiene la
varilla larga. Presionando con el punzón de la multiherramienta, logramos
sacarlo de un lado.
El otro lado, donde está el remache más grueso, se nos
complica un poco, seguramente por haber aplastado un poco el remache al manipularlo.
Pero a fuerza de enderezarlo y con ayuda de la delicada punta de los alicates,
podemos terminar de sacarlo sin más problema.
Si se hubiera resistido… todavía
nos hubieran quedado un par de cartuchos: la lima de la Leatherman e incluso la
sierra.
Con el destornillador grande de nuestra
Surge, podemos separar ligeramente los dos lados que estaban remachados para
dejar más espacio para repasar los orificios con el punzón y para tener mejor
acceso.
Ahora nos vamos a la otra parte, la varilla que
estaba rota. Como se ha partido en un punto por el que no se puede abrir –justo
en el extremo-, vamos a cortar un par de milímetros para llegar a la zona donde
la varilla está hueca, con sección en forma de “C”. Esto lo hacemos en un
instante con el poderoso cortador de alambre que tiene el alicate de la
Leatherman. Nos da un corte rápido y limpio.
Abrimos ligeramente el extremo cortado de la varilla con el
destornillador grande para dejarlo preparado para la siguiente fase.
Debemos preparar una pieza que sustituya el
trozo roto y el que le hemos cortado y que permita, además, fijar un pasador
que mantenga la varilla corta fijada a la larga, como estaba antes de romperse.
Lo solucionamos enseguida retorciendo un
trocito de alambre.
No es preciso que sea un alambre muy fuerte, ya que tampoco
interesa que quede demasiado grueso, como veremos.
Yo he doblado un trocito por
la mitad y con los alicates lo he retorcido sobre sí mismo. Finalmente,
cortamos el exceso dejando un poco de sobrante, que para cortar siempre hay tiempo.
Planteamos el alambre en su sitio, el
interior de la varilla rota, y vemos que hay que recortar un poco… Sin
problema: el alicate con cortador de alambre de nuestra multiherramienta deja
el alambre justo a la medida.
Lo ponemos y ajustamos un poco con el alicate.
Presionando con los alicates la varilla también por los lados, logramos que
todo quede hecho una pieza, a falta de reforzarlo, naturalmente. Vemos que
queda el trozo de alambre retorcido embutido en la varilla y que asoma un aro,
que es donde engarzará con la otra varilla.
Ya queda poner dicho aro de alambre del
extremo de la varilla reparada en su sitio definitivo.
Metemos un alambre que
atraviese los orificios donde estaba el remache, asegurándonos que atraviese
también el aro de alambre.
En este caso, en vez de alambre, hice la prueba con
un alfiler que tenía a mano, para ver si quedaba bien… Pero el alfiler no
estaba templado y era muy flexible, con lo que he decidido dejarlo de momento.
Es mejor opción, sin duda, un trocito de alambre como el que usé en el postanterior.
Hay que reforzar el alambre que hemos
introducido en la varilla dando muchas vueltas de hilo. Pues si se somete a tensión, la varilla puede abrirse ligeramente y liberar el alambre retorcido.
Simplemente he hecho eso: dar muchas vueltas con
el hilo dejando un trozo inicial libre, y finalmente atar dicho extremo con el
otro. Se queda hecho una pieza.
Con las eficaces tijeras de la Surge,
rematamos cortando los hilos sobrantes.
Y nuevamente con el cortador de alambre y los
alicates, damos forma al pasador y cortamos el exceso para que no dañe la tela
del paraguas.
El resultado salta a la vista: una reparación
sencilla, económica, y 100% funcional ¡Todavía aguanta la otra varilla que se
nos rompió en la otra ocasión!
Y esta vez, la reparación la hemos hecho
íntegramente con nuestra multiherramienta. Nos ha llevado cinco minutos y el
paraguas sigue funcionando como el primer día.
Nuevamente vemos que nuestra caja de
herramientas puede caber… en un bolsillo. ¡Ya no hay excusa para no hacer
bricolaje!
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Muchas gracias!! Me ha parecido muy util y facil! Voy a ver como se sale a mi... jeje.
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