Reparar
cochecito de bebé
Antes
de empezar la entrada…
Deseo
dedicarla a la memoria de nuestro fiel amigo Doggy, que nos dejó el pasado día
11/12/13.
Amig@s:
¡Los niños se nos hacen mayores! Esto hace que cuando tengamos que llevar al
peque de paseo y aprovechamos para hacer algunas compras, que terminan también
transportadas en el cochecito, éste acabe soportando el peso del niño –cuando
ya está cansado de regreso a casa-, las compras, y los traqueteos de baches,
aceras, escalones…
Esto
hace que el cochecito se resienta y como la mayoría de sus ensambles son por
remaches de aluminio, es normal que alguno acabe saltando.
Esto
me pasó con el anterior cochecito –más moderno y robusto que éste-. Pero
entonces, no saqué ninguna foto… sencillamente lo reparé en cuanto mi mujer llegó con el carrito medio desarmado
y listo.
Pero
con este otro carrito –que ya estamos apurando para desecharlo en breve o si
acaso aprovecharlo para llevar al peque al cole en algún día lluvioso- ha
sufrido el mismo contratiempo.
Exactamente idéntico y por el mismo sitio. Así
que se me ha ocurrido mostraros su reparación y que así podáis también vosotr@s
reparar el vuestro si os ocurre lo mismo.
La reparación es similar, pero con
algunas variantes. Procuraré explicarlo para que veáis las dos soluciones.
En
realidad, la reparación es muy sencilla: sustituir el remache por un perno con tuerca... Aunque dependiendo del modelo de
carrito la cosa se puede complicar un poco y precisaréis algunas herramientas
más específicas.
Pero
vamos al grano:
El
tema es que se ha roto un remache largo, que une entre sí la pata trasera, un
muelle y dos tirantes de refuerzo. El tirante más interno se ha soltado. Para
que lo veáis mejor, os muestro la reparación terminada, para que veáis la pieza
que se ha soltado, marcada en rojo.
Empezaremos,
por supuesto, a retirar el remache roto. En principio, sólo se ha soltado el tirante
de refuerzo interno… pero esto hace que el carrito se pliegue. Es imposible
usarlo así…
Para
retirar el remache del todo, hay que aplicar en la parte donde se ha roto la
cabeza un taladro con broca de metal de diámetro similar o algo superior al
remache. No hay que insistir mucho, pues el remache es de aluminio y sale
enseguida.
Pero
vemos que tirando de la parte opuesta del remache, aún se resiste. Sin duda le
habrá quedado alguna rebaba al vástago del remache que impide que salga
libremente.
Con una lima –en mi caso he usado la de la multiherramienta, cuyo
reducido tamaño la hace perfecta para el trabajo- damos un par de pasadas por
todo el contorno...
y tiramos por el lado opuesto con unos alicates, también la Surge me ha servido para esto con sus estupendos alicates.
Ahora
tenemos que buscar un tornillo –o perno- que tenga las dimensiones del remache.
Vemos en la foto que he encontrado dos posibles “candidatos”. El más largo me
vendría mejor, pero veo que la pieza de remate del tirante por donde se ha roto
el remache deja muy poco hueco y no entra el perno por ahí.
En
el otro carrito esta pieza daba para poner un tornillo más largo o incluso se
podía meter a su través. De hecho, lo puse de dentro hacia fuera.
En
esta ocasión, la tuerca ha de ponerse por la parte del tirante -la interna- y dejar la
cabeza del tornillo por la parte externa, por la pata que va a la rueda, en
sentido contrario al caso anterior.
Introducimos
pues el tornillo de fuera hacia adentro, con las arandelas y separadores que llevaba el remache original y vemos que llega justo…
Y
el espacio libre es también muy reducido. Vamos que queda tan poco hueco que si
no lo dejamos ligeramente salido, no hay forma de meter la tuerca. Es más, iba
a poner una tuerca autobloqueante, pero no cabe y he tenido que recurrir a una
convencional, más delgada.
Ahora
la dificultad está en mantener todas las piezas alineadas de forma que se pueda
poner la tuerca en su lugar, mantenerla en su posición e ir girando el perno
para que vaya atornillándose en la tuerca…
En
la otra ocasión, que el perno iba de adentro hacia fuera y era mucho más largo,
no hubo problema, pues sujeté con unos alicates grip el extremo del perno para
apretar la tuerca. Y finalmente, corté y limé parte del sobrante para que no sobresaliese
demasiado.
Pero
en esta ocasión, todo va muy ajustado: el perno casi no tiene juego, la tuerca
se queda suelta y tiende a salirse en cuanto el perno trata de atornillarse y,
sobre todo, la pieza del tirante tiende a moverse y es difícil mantenerla
derecha en su posición.
Con
la ayuda de otra persona que sujete la pieza y la tuerca mientras nosotros
giramos el perno, se haría relativamente sencillo… pero en el momento de la
reparación, estaba solo.
Vamos
a usar un poco de ingenio… y de herramientas, jejejeje.
Recurro
a mi Leatherman Crunch, con sus estupendos alicates grip. De pequeño tamaño e
ideales para este trabajo. Con ellos mantengo la pieza de remate completamente
fija y alineada con la otra y así ya es una variable menos de la que preocuparme.
También podéis usar unos alicates grip de punta fina –los convencionales
probablemente no entren en la pieza de remate y, si entrasen, estorbarían para
poner la tuerca-. Yo tengo uno así, pero como siempre tengo a mano mis Leatherman,
me resulta más cómodo recurrir a ellas.
Empezamos
a atornillar el perno hacia la tuerca… pero ahora surge el siguiente problema:
la tuerca gira libremente tendiendo a salirse. En este caso, he usado la hoja
dentada de la Surge para mantener apretada la tuerca contra el perno mientras
giro la cabeza de éste con una llave fija. Enseguida coge.
Tras
un par de vueltas, pliego la hoja dentada y saco otra hoja de la
multiherramienta, el destornillador plano.
Lo meto de modo que fije un lado de
la tuerca contra el lateral de la pieza, dejando la tuerca bloqueada de un modo
más sólido que antes. Y ya puedo terminar el apriete.
Como
no he usado una tuerca antibloqueo, siempre está el riesgo que ésta se vaya
aflojando con las vibraciones. Así que podemos poner una gota de pegamento de
cianocrilato o epoxi para que bloquee la tuerca en el perno.
Echando un ojo de
vez en cuando al tornillo, podemos comprobar fácilmente si se ha aflojado. Es
más sencillo apretar antes que se salga del todo la tuerca que tener que
repetir el proceso.
Y
ya tenemos el carrito en perfecto uso. Puede que no sea de un diseño moderno, pero
os aseguro que ha aguantado muchos kilómetros y muchas compras…
En cualquier
caso, va perfecto y ya tenemos el carrito listo para cuando se necesite. De
hecho, esta tarea la hice hace meses y el carrito no ha dado ningún problema.
Como
veis, en esta entrada mis multiherramientas han tenido un papel protagonista…
Normalmente sirven como sustitutos de otras herramientas. En este caso, casi
que las otras herramientas servirían para suplir las Leatherman, je, je, je.
Supongo
que os estaréis preguntando lo que le pasó al anterior cochecito… y,
efectivamente, al final tuvimos que tirarlo, pero no por la pieza reparada, que
aguantó hasta el final. Las ruedas acabaron desalineándose y rozando con el
propio carrito. Como teníamos este otro que nos dieron y que de hecho usábamos
para ir a la playa, desechamos el primero.
Ahora
ya podréis también vosotr@s reparar vuestro cochecito si se estropea. Si
vuestro caso es diferente o tenéis cualquier duda… no dudéis en decírmelo en la
sección de comentarios.
¡Y
os dejo, que me voy a sacar a mi hijo de paseo!
Adiós también a tí, Doggy. Estés donde estés, siempre permanecerás en nuestros recuerdos y en nuestros corazones.
Siento lo de tu perrito, fuerza!
ResponderEliminarGracias
Eliminarque lindo perro, por la carita que tiene se puede ver que fue muy Feliz, lo siento y felicidades por tu blog
ResponderEliminarHola mi querido Carlos!
ResponderEliminarHe venido a visitarte y vi a Doggi, ay pobrecín hijo!. Cuando estoy con mi Luna, que eran semejantes me caen lagrimitas pensando en vosotros por esta pérdida.
Te doy mi más sentido pésame, de corazón.
Un besito.
Mk
Hola necesito reparar un coche tipo paraguas. La rueda y la guia para colocar en varias posiciones se partió.,..
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