Amig@s: Hace ya mucho tiempo que tengo esta
pequeña navaja de llavero.
Parece una cosa insignificante, pero tiene una enorme cantidad de usos para el pequeño peso y tamaño que tiene.
Parece una cosa insignificante, pero tiene una enorme cantidad de usos para el pequeño peso y tamaño que tiene.
Sin embargo, como dice el sabio refranero
popular… “de tanto llevar el cántaro a la fuente, acaba por romperse”. Al menos
le ha pasado a mi navaja. Hace unos días descubrí con pesar una maderita en el
suelo correspondiente al revestimiento de una cacha.
La suerte es, justamente, que pude localizar esta madera, que si llega a caerse en la calle o no la hubiera visto antes de la limpieza… Bueno, tendría que haber fabricado otra pieza a la medida, pero hubiera sido más trabajoso.
La suerte es, justamente, que pude localizar esta madera, que si llega a caerse en la calle o no la hubiera visto antes de la limpieza… Bueno, tendría que haber fabricado otra pieza a la medida, pero hubiera sido más trabajoso.
Vamos a solucionarlo antes que realmente se pierda. Voy a usar un pegamento tipo epoxi de dos componentes, que creo garantizará una buena adherencia.
Lo primero es dejar las superficies limpias de polvo, grasa, suciedad o restos de pegamento viejo.
Para ello he usado mi Juice Xe6, la pequeña de la familia Leatherman (al menos en mi familia, que aún hay Leathermans de menor tamaño). Ya que vamos a trabajar en una superficie muy pequeña, esta multiherramienta nos permitirá hacer un trabajo de precisión.
Usando la hoja, elimino rápidamente los
restos de pegamento más gruesos de la parte metálica de la navaja. En la
fotografía, ya he adelantado un poco de trabajo. En realidad estaba bastante
más sucia la parte de metal.
Y con la lima de madera/metal doy un repaso rápido para dejar el metal reluciente.
Igualmente con esta función, repaso en un momento la parte análoga de la madera, que queda impoluta sin esfuerzo.
Ahora sí que podemos preparar el pegamento epoxi mezclando la resina y el endurecedor a partes iguales…
Pero nos encontramos con un problema: La
caperuza de las jeringas se ha quedado muy pegada y no hay forma de abrirla…
Con el destornillador plano grande de la misma herramienta, apalancamos. Y en un momento, ya tenemos el tubo de pegamento abierto.
Ponemos una pequeña cantidad del adhesivo
bien mezclado en la parte metálica y en la de madera usando la cuchilla con
mango que fabriqué.
No hace falta poner mucho, pero sí bien extendido, ya que si ponemos de más, quedará más abultado y se pegará peor, con el riesgo de que se salga mucho exceso por los bordes afeando el acabado.
No hace falta poner mucho, pero sí bien extendido, ya que si ponemos de más, quedará más abultado y se pegará peor, con el riesgo de que se salga mucho exceso por los bordes afeando el acabado.
Tras posicionar bien la cacha de madera, ponemos una pinza de bricolaje que la fije en su sitio, pues con el pegamento fresco, tiende a desplazarse fácilmente.
Añadimos las que podamos –cuantas más, mejor- y esperamos que el pegamento cure.
Tras una noche, ya podemos ver el trabajo finalizado y podemos volver a poner la navaja en el llavero.
Con muy poco dinero y trabajo (menos de media gota de pegamento y diez minutos de tiempo), hemos dejado la navaja como el primer día.
Pues te ha quedado como nueva. Para otros miles de viajes al cántaro. Un abrazo
ResponderEliminarhttp://unhombresevisteporlospies.blogspot.com.es/