REPARACION DE PINCHAZO DE BICI 3
Ya hemos desmontado la rueda, sacado la cámara, localizado el pinchazo y puesto el parche.
Ahora tenemos que realizar la comprobación. Pues hemos localizado el pinchazo, pero podemos habernos equivocado a la hora de poner el parche.
Para comprobarlo, volvemos a inflar la cámara y procedemos como cuando íbamos a localizar el pinchazo: Ya vimos que se puede hacer en un bol con agua, pulverizando agua jabonosa o con jabón líquido y el botellín del agua que solemos llevar con la bici…
También puede ocurrir que por suciedad, grasa, mal estado de la disolución… el parche no se haya pegado correctamente.
Una vez comprobado el parche, procedemos a montar la cámara en sentido inverso al de el desmontaje: desinflamos completamente la cámara y la vamos introduciendo en la cubierta. Podemos empezar por la válvula, que la meteremos en el agujero de la llanta.
Vamos metiendo el borde de la cubierta en la llanta. Normalmente se puede hacer a mano, sin desmontables. Bastará agarrar la cubierta, cuando ya ofrezca resistencia a ser introducida en la llanta, con ambas manos y presionamos a la vez que tratamos de separar la cubierta de la llanta. Con un pequeño esfuerzo final, lograremos encajar la cubierta en la llanta.
Inflaremos poco a poco la cámara para que vaya cogiendo la forma, pues puede haberse retorcido un poco al meterla.
Metemos la llanta en su sitio, en el cuadro de la bici y enganchamos la cadena al piñón.
Giramos el palanquín o la tuerca de la rueda para apretarla
y volvemos a enganchar las dos piezas del freno V-brake.
Y ya tenemos el pinchazo arreglado.
Una sugerencia es que, aunque un juego de parches es barato y abulta poco, que llevéis una cámara de repuesto. Así si pincháis, podréis limitaros a sustituir la cámara y después podréis reparar el pinchazo cómodamente en casa. A falta de la cámara, jamás salgáis de paseo con la bici sin un inflador y un juego de parches.
Respecto a la disolución, recordad que una vez abierto el tubito, se secará más o menos deprisa, por lo que deberéis sustituirlo por uno nuevo lo antes posible, o cuando os queráis dar cuenta, os encontraréis con un pinchazo que no podéis reparar por estar seca la disolución.
Insisto en que no esperéis a tener un pinchazo para probar al menos a desmontar la rueda. O correréis el riesgo de no saber hacerlo cuando sea imprescindible.
Y comprobad la presión de los neumáticos siempre antes de salir. Con la práctica, basta apretar con dos dedos para saber si la rueda está con la debida presión. Nunca salgáis con los neumáticos poco hinchados o multiplicaréis por diez el riesgo de pinchar: una rueda con la debida presión “escupe” un cristal o piedra punzante. Si la presión está demasiado floja, el neumático en vez de escupir el objeto, se deformará para adaptarse a su forma y se le clavará.
Pues a disfrutar de vuestra bici, que es muy sano, muy agradable, ecológico y divertido.
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