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Reparar fuga de agua de ducha

Amig@s: Ya hace tiempo que vengo observando que el latiguillo de la ducha, en la zona donde se une al telefonillo o pulverizador de la ducha, tiene una fuga de agua.

Es poca cosa, apenas un hilo de agua… Pero mi casa tiene muy poca presión en el agua y hay que aprovecharla al máximo… a parte, que es un desperdicio y más tratándose de un bien tan preciado y cada vez más escaso –y caro- como lo es el agua potable.

Pero vamos a solucionarlo rápidamente:

Vamos a hacer uso de nuestra Leatherman, cuyo funcional alicate ya nos ha sacado de algún apuro en más de una ocasión. Por supuesto, podéis usar un alicate universal o de pico de loro… pero de esta forma no tengo ni que abrir la caja de herramientas, pues siempre tengo mi multiherramienta a mano.

Basta con sujetar con fuerza la pieza final del latiguillo con el alicate de nuestra multiherramienta, y girar el telefonillo para lograr apretar la tuerca.

Una vez más, vemos la efectividad del alicate, que ha permitido asir perfectamente la tuerca de plástico sin dejar marca. Pero, desgraciadamente, sigue saliendo agua… Debe tener mal la junta.

Para acceder a ella, repetimos el proceso, pero esta vez lo que vamos a hacer es aflojar la tuerca hasta retirar el telefonillo.

Ahora vamos a examinar la junta que trae. Está muy deformada. Prácticamente, tiene un surco en la zona donde debería presionar el borde de la junta del telefonillo.

Ante esto, tenemos dos opciones. La más sencilla sería darle la vuelta a la junta y ver si así mejora la estanqueidad de la unión. Es algo que suelo hacer con las cisternas: le damos la vuelta a la zapata que se ocupa de cortar el agua cuando está llena y el problema se soluciona rápidamente, sin tener que salir a buscar una junta nueva.

Así que con el destornillador plano pequeño de nuestra Leatherman sacamos con cuidado la junta. Le damos la vuelta y la volvemos a poner…

Y queda perfecto. Basta dar un ligero apriete con el alicate –tengamos en cuenta que son roscas de plástico y podemos romperlas si apretamos mucho-, abrir el agua y examinar la unión para comprobar que ya no se sale nada de agua… una junta perfectamente estanca.

Si la fuga no se hubiera solucionado, hubiera bastado con encontrar otra junta igual en una tienda especializada en saneamiento o en alguna ferretería que trabaje este tipo de material.

Lo hemos hecho en dos minutos y sin ningún coste. Creo que ha merecido la pena. ¿No os parece?