Amig@s:
Ya os enseñé cómo reparé las juntas de mi baño eliminando la silicona vieja y
sustituyéndola por la nueva.
Pero el tiempo ha pasado y empiezan a verse desperfectos:
zonas con moho, sitios donde la silicona se ha desprendido….
La prestigiosa
firma Henkel ha tenido la gentileza de mandarme un "kit
baño sano" para ponerlo a prueba y observar los resultados… la ocasión la pintan calva,
jejejej. Veamos en qué consiste y si es realmente práctico.
El
kit consta de un spray y dos tubitos.
El spray es, justamente, para eliminar el
moho en sí. Si tenemos una silicona que empieza a oscurecerse por la humedad,
basta aplicar este producto, dejarlo actuar diez minutos, y se elimina con
abundante agua caliente.
Si hemos aplicado la silicona nueva, podemos usarlo de
modo preventivo del mismo modo. Así nos aseguramos que el moho no aparezca.
Pero
sigamos analizando el kit: uno de los tubos es un eliminador de silicona y el
tercer elemento es un tubito de silicona. En mi caso, de color blanco.
Pues
bien, para realizar correctamente el proceso de renovar las juntas, debemos
empezar por retirar toda la silicona vieja. Podemos empezar a hacerlo
manualmente para retirar la silicona más gruesa que se retira con mayor
facilidad.
Abrimos
el envase del eliminador de silicona, que adjunta una práctica espátula de material
plástico que nos facilitará mucho esta tarea.
Es de un material blando que no
dañará el esmalte de la bañera, aunque quizá, demasiado blando para mi gusto,
pues tras un rato de uso todas las aristas del rascador quedan redondeadas y
pierde bastante filo, con lo que no podremos usarlo para más ocasiones… pero al
menos nos servirá ahora para el uso a que está destinado.
Seguidamente,
tras haber eliminado la mayor parte de la silicona vieja, procedemos a aplicar
el eliminador de silicona.
Este producto se aplica directamente sobre las
llagas como si se tratase de silicona. Podemos untarlo con la misma
espátula-rascador que adjunta o bien con los dedos, si bien os recomiendo que
uséis guantes de látex o similar para
evitar daños en vuestras manos. Es un producto fuerte y el fabricante no
recomienda su uso sobre aluminio.
Dejamos
el producto aplicado durante treinta minutos y procedemos a retirarlo.
El eliminador
de silicona era transparente –personalmente, le hubiera dado un color más visible
para facilitar ver por donde lo aplicamos, aunque así tiene un aspecto limpio-.
Pero al retirarlo, vemos que se ha ido mezclando con los restos de silicona
blanca y sale de un color lechoso. La silicona parece, en efecto, ablandarse y
disolverse en el eliminador y se retira todo fácilmente.
Si
la silicona tenía demasiado grueso o si se nos ha pasado una zona, podemos
volver a aplicar el eliminador sin problema.
Podemos
pasar un trapo húmedo para terminar de eliminar los restos.
Incluso lavar directamente
con agua, aunque hay que tener presente que para aplicar la silicona nueva, las
juntas han de estar no solo limpias, sino secas. Hay que esperar que todo quede
bien seco.
He
aplicado también un poco de eliminador de moho –el spray que os mencioné inicialmente-
para limpiar las juntas que se ven oscurecidas por el moho.
En
los ratos de espera, he aprovechado para renovar también las juntas de la encimera
de la cocina, que también le tocaba.
El eliminador de silicona también va
perfectamente, aunque lo he aplicado con mucho cuidado en los embellecedores de
aluminio… de hecho observé que éstos blanqueaban al rato de tener aplicado el
producto y procedí a retirarlo con un trapo de estas superficies de aluminio.
No tuvo mayores consecuencias.
Ya
con las juntas secas y listas para recibir su nueva dosis de silicona, abrimos
el envase de la misma.
Al
igual que el tubo de eliminador –antes olvidé comentarlo- para abrir el tubo,
basta retirar el tapón y colocarlo invertido en la boca del tubo. Presionado,
logramos que el tubo se abra. Seguidamente colocamos la boquilla aplicadora y
cortamos con un cúter o cuchilla –en mi caso he usado el estupendo filo de la
hoja de mi Leatherman- lo que precisemos de la punta para que salga el cordón
más fino o más grueso.
En
mi caso, he abierto el tubo de silicona justo por el extremo para lograr un
cordón muy fino, pues las juntas de mi baño ya están tapadas con cemento blanco
y no precisan mucho grueso.
El
tubo de silicona, por cierto, me ha sorprendido un poco, pues no es el típico
bote de silicona que se aplica con una pistola de silicona, sino un tubito
similar a los de pasta de dientes y sorprendentemente pequeño.
No
obstante, es una silicona de calidad y cunde bastante.
Si
tenéis la precaución de usar cinta de carrocero –os recomiendo ver mi entrada
sobre cómo aplicar silicona en las juntas- desperdiciaréis muy poco producto y
con este tubo de silicona tendréis de sobra para todo el baño.
No obstante, si
os sobra, podéis ponerle su tapón, limpiar el aplicador y os servirá para algún
futuro uso, aunque como suele ocurrir con todas las siliconas, una vez abierto
el envase su duración está limitada a un periodo de tiempo más bien corto.
Una
cosa que me ha llamado la atención es que la silicona adjunta una pieza
metálica, similar a los abridores que traían antiguamente las latas de
anchoas y otras conservas.
Es una pieza muy práctica porque como os dije, la
silicona es bastante densa y si tenemos que preocuparnos de ir apretando a mano
el tubo, perderemos pulso. Esta pieza nos da una mayor precisión.
Para usarla,
basta introducir por su ranura la parte inferior del tubo e ir enroscando sobre
éste la pieza. Da bastante tacto.
De hecho, tras probarlo, casi prefiero este
sistema al tradicional, con la aparatosa pistola de silicona, con la que se
desperdicia mucho más producto. Al mismo tiempo, va presionando todo el fondo
del tubo a la vez sindejar zonas con aire.
Y
vamos aplicado la silicona por las juntas bien delimitadas con cinta de carrocero,
pasamos un dedo humedecido en agua jabonosa –o la espátula de plástico, si
queréis un mayor relleno-
y procedemos a retirar la cinta antes que la silicona
endurezca.
Yo
he tenido que aplicar la silicona en dos etapas, pues como veríais en el anterior
post, en mi bañera hay juntas transversales que entorpecerían a la silicona de
las juntas longitudinales.
Así que pasado un rato tras haber aplicado la
silicona en las juntas longitudinales, procedo a delimitar con cinta las juntas
tranversales –con cuidado de no presionar sobre la silicona fresca para no
afearla y procedo del mismo modo.
Para delimitar las zonas delicadas, podemos
cortar tiras más delgadas de cinta de carrocero o incluso pequeños trozos que podemos
superponer para lograr un buen remate de las zonas más complicadas, como
esquinas y sitios donde las juntas están muy próximas.
Al
día siguiente, ya seca la silicona, podemos aplicar el producto antimoho del
mismo modo que expliqué al principio del post. Tened la precaución de evitar
usar este producto en superficies de aluminio y de plástico. El fabricante así
lo recomienda.
Y
ya tenemos las juntas limpias y perfectamente estancas… no olvidemos que la
mayor parte de las filtraciones de agua a los vecinos o incluso a nosotros
mismos se debe a un mal sellado de las juntas de la bañera o plato de ducha. No
es cosa de tomárselo a la ligera.
Y,
como vemos, este kit de Henkel nos facilita mucho la tarea proporcionándonos
todos los productos y materiales –menos la cinta de carrocero, jejejejej- que
precisamos para realizar esta tarea. No cuesta ningún trabajo y nuestro baño
ganará en estética, higiene y seguridad.
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