Limpieza y mantenimiento de barbacoas
Ya llega el buen tiempo y nos apetece ponernos en el jardín, azotea o terraza a hacernos unas chuletitas asadas en la barbacoa…. Pero siempre nos pasa los mismo: disfrutamos de la comida pero después no sabemos qué hacer con la barbacoa: si tirarla directamente a la basura, o dejarla para limpiarla en otro momento….
Os voy a dar algunos consejos y trucos para que hacer una comida en barbacoa no sea después un suplicio.
Hay barbacoas de muchas clases. Voy a referirme a la más común: la de chapa de acero, portátil y para usar con carbón o leña.
El primer truco es cubrir la cubeta donde se va a poner el carbón con papel de aluminio. Esta sencilla práctica nos permitirá que los restos carbonizados, junto con la grasa que se desprende de los alimentos no vayan a parar directamente a la cubeta. Si tenemos la precaución de no arañar o romper el papel de aluminio al remover el carbón o leña, al finalizar la barbacoa, sólo tendremos que retirar el envoltorio y darle una limpieza superficial a la cubeta.
En segundo lugar, tenemos la rejilla. La rejilla al estar en contacto con los alimentos y recibir las llamas y la grasa directamente, se pone fatal. Hay cepillos especiales para sacar la suciedad. Incluso hay quien recomienda dejarla sucia para que así se proteja del óxido.
Yo sugiero que cuando hayamos terminado de poner alimentos a cocinar en la barbacoa, bajemos la rejilla para que los restos de carbón la calienten bien. Así caliente, podemos darle con un poco de detergente de los platos de cocina con una esponja humedecida en agua. Hay quien usa el líquido para encender la barbacoa, que también actúa de quitagrasa... ya depende de lo que tengáis a mano. Dejando actuar el jabón en caliente, actuará con sorprendente eficacia. Si hay alguna mancha que se resiste, podéis pasar del estropajo al cepillo, aunque no suele ser necesario y es mucho más agresivo. Si además usamos agua caliente –que también podemos calentar en las brasas-, evitaremos que se enfríe enseguida la parrilla y acentuaremos la acción quitagrasa. Un buen aclarado nos garantizará que no haya ningún resto de productos químicos en nuestra próxima comida.
Para mantener la rejilla, si no es inoxidable, podemos pasarle un trapo untado en aceite de cocinar. El aceite protegerá del óxido hasta el siguiente uso y al ser comestible no generará ninguna sustancia química que pueda dar mal sabor a los alimentos o incluso evitaremos posibles intoxicaciones.
La cubeta no es necesario protegerla: si la dejamos limpia y la chapa tiene la pintura en buen estado, no es necesario nada más, salvo evitar que esté en un sitio con excesiva humedad. Evidentemente si la tenemos junto a la ducha de la piscina, por ejemplo, y está permanentemente mojada, será difícil que se conserve en buen estado.
Y para poder poner en práctica estos trucos y consejos, nada mejor que hacer una deliciosa barbacoa en su punto, para lo cual podéis seguir los consejos de mi amigo José en su estupendo blogg.
Más información:
Sí,yo tengo una barbacoa pequeñita y cuando termino,le paso una esponja con jabón a la rejilla.Y tal como tú dices se queda bien,muy buen consejo lo del papel de aluminio,eso no lo sabía.
ResponderEliminar¡¡Siempre se aprende algo nuevo!!
Me alegra haberte podido enseñar algo que te facilite la tarea de limpiar la barbacoa ¡Ahora no tienes excusa para no hacerla siempre que te apetezca!
ResponderEliminar¡Buen provecho!
Gracias!!! muy util e interesantes tus observaciones... saludos desde Argentina... Leticia
ResponderEliminarPues muchas gracias a ti, por seguir el blog... y a disfrutar de esa deliciosa carne argentina, de fama mundial.
ResponderEliminarUn saludo