martes, 12 de mayo de 2009

Soldador eléctrico: cómo hacer soporte para soldador

Soporte para soldador eléctrico



Este es un trabajo muy agradecido, pues es económico y nos permite hacer con muy poco esfuerzo y tiempo un artilugio que nos servirá durante mucho tiempo evitando accidentes e incomodidades: se trata de un soporte para nuestro soldador eléctrico.

Antes, o bien usaba un soporte de un soldador más pequeño que se limitaba a dejar la punta algo elevada, o tenía que buscar la forma de colocarlo en mi reducido sitio de trabajo exponiéndome a quemar un cable o a mí mismo. No era nada seguro.



Así que aprovechando un trozo de chapa que me sobró de hacer mi antena biquad para el ordenador (no os preocupéis, os explicaré cómo la he hecho en otro post), he realizado este sencillo y útil trabajo. Si no disponéis de esta chapa que es un resto de un conducto de aire acondicionado, podéis usar un trozo de chapa de aluminio o incluso de una lata de conservas grande.

Yo he adaptado la chapa a las dimensiones de mi soldador. No hace falta ajustar al milímetro. Lo importante es que la punta quede a una distancia segura de la mesa de trabajo y que el conjunto del soldador quede estable y fijo.



Para empezar, he cuadrado la chapa, que presentaba un corte con un poco de ángulo. Ha bastado señalar la línea que nos da la escuadra



y hemos cortado con la tijera para chapa.


Ahora es cuando debemos pensar en las dimensiones definitivas: con la escuadra y el lápiz hacemos dos marcas en cada extremo: una más ancha que es donde irá la punta del soldador y otra más estrecha que soportará el mango.



Antes de hacer los dobleces, haremos las muescas donde encajará el soldador. Después sería más complicado. Para hacer las muescas, empiezo por señalar el centro de la chapa en cada extremo. Para la muesca ancha uso como plantilla un tubo de masilla epoxi que da la medida justa del mango. Para el extremo opuesto, uso un mechero corriente que tiene la base redonda.



Para facilitar el trabajo, ya que la tijera no da la suficiente precisión para un corte curvo, voy haciendo picos con la tijera de chapa para ir vaciando. Los picos que no salen del todo, los saco con los alicates de pico de loro.



Finalmente, redondeo las muescas con dos limas: una de media caña para la ranura ancha y otra de cola de ratón para la pequeña.



Para hacer los dobleces, usamos el tornillo de mesa: cogemos la chapa dejando la marca enrasada con la mordaza y apretamos con los dedos lo más cerca de la zona a doblar. Finalmente con el martillo y suaves golpes, terminamos de lograr un ángulo recto perfecto.

Si queremos perfeccionarlo aún más, podemos redondear las esquinas con la tijera de chapa. O bien, darle un repaso a las esquinas con una lima para evitar que nos pinchemos accidentalmente.

Más información:

DIYIniciación

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