Sistema de riego semiautomático ll
En un post anterior, os inicié en el sistema de riego semiautomático que he inventado… ahora veremos cómo montar cada parte.
Empezaremos por empalmar dos tubitos. Son relativamente cortos y necesitaremos unir al menos dos. No recomiendo empalmar más de tres porque es un lío a la hora de recogerlos, ya que se enredarían y se harían nudos que lo harían engorroso. Pero con dos tubos, logramos una longitud más que suficiente. Os recomiendo que si tenéis macarrones de varios colores y grosores, empalméis los que son iguales en color y grosor. Así podemos distinguirlos fácilmente a la hora de regular el riego, cosa que veremos en el siguiente post.
Si los tubos son del mismo grosor, que es lo deseable, bastará agrandar el extremo de uno. Lo cual podemos hacer introduciendo la punta de un bolígrafo y presionando. En cuanto saquemos el bolígrafo, recuperará su forma original, así que tenemos que actuar deprisa e introducir en el extremo dilatado el otro tubo.
Basta que entre dos o tres milímetros y pasado unos instantes, quedarán unidos. Podemos fijar la unión con una gota de pegamento de cianocrilato, pero no es necesario y así, en caso que demos un tirón accidental, el tubo se abrirá por el empalme y no se romperá. Bastaría volver a unirlos.
Un extremo del tubo irá metido en agua. Para lograr que el tubo permanezca en su sitio, y no se salga fácilmente, debemos poner un peso en ese extremo. Podemos usar una tuerca de metal, que podemos fijar con masilla epoxi al extremo del tubo procurando no taponarlo. También podemos usar silicona. A mi me ha dado muy buen resultado el pegamento termofusible o silicona caliente, pero hemos de tener la precaución de meter un trocito de alambre dentro del tubo por la zona donde apliquemos dicho producto o el calor puede derretir el tubo y dejarlo cerrado. En cuanto enfríe la silicona caliente, podremos sacar el alambre. Si no queréis desperdiciar una arandela en esta tarea, podéis cortar unos trozos de tubo de cobre de los usados en instalaciones de gas. Con un segmento de tres o cuatro milímetros, bastará. En cualquier caso, si usáis masilla epoxi u otro sistema, también podréis aseguraros de que el tubo no quedará cerrado introduciendo un trocito de alambre que entre ajustado. Una vez seca la masilla, se extrae el alambre y listo.
En el otro extremo, pondremos el adaptador para la jeringa. Un simple tubito de plástico del grosor adecuado y que sea un poco flexible, facilitará mucho la tarea. Lo fijaremos del mismo modo que la pieza anterior.
Finalmente, para poder colgar la botella a la altura deseada, podemos hacer un gancho con alambre y fijarlo al cuello de la botella de plástico. Así podremos colgarlo de cualquier sitio. Si dejamos la botella sin colgar, corremos el riesgo que pueda volcarse.
En un próximo post, os enseñaré a regular el sistema de riego, porque no todas las plantas necesitan la misma cantidad de agua. Os espero.
Muy curioso,Carlos.Me has solucionado el tema de las vacaciones.
ResponderEliminarSupongo que si le pongo un cubo...,se puede hacer ¿no?
Sí, todo es cuestión de regular bien el goteo según las necesidades de cada planta. En el próximo post explicaré cómo regular el riego y te daré algunos consejos... Aunqeu lo del riego en vaciones tiene muchas posibilidades y lo iré explicando en próximos posts.
ResponderEliminarMe alegra ver que mi sistema te haga gustado. Yo lo uso y me va estupendamente.
Saludos.