EL HORNO SOLAR PARTE 1. LA HISTORIA INTERMINABLE
Amig@s: Como sabréis, vivo en Málaga, donde el Astro Rey pega de verdad, tanto en invierno como sobre todo en verano.
Todos sabemos que el sol es una verdadera fuente de energía: toda la vida que nos rodea, incluida la nuestra, es posible gracias a esta energía limpia y gratuita… Un verdadero don.
Todas las plantas verdes pueden hacer la fotosíntesis, mediante la cual pueden obtener energía del sol para transformar sales minerales y agua en azúcares, proteínas, vitaminas…
Y todos los demás seres vivos, nos aprovechamos de modo más directo o indirecto de esa energía.
Pero podemos aprovecharnos incluso para ayudarnos a quemar menos combustibles fósiles y así contribuir a conservar la Naturaleza y también ahorrar dinerillo, que a nadie le sobra.
La energía del sol se puede aprovechar de varias formas: podemos usar paneles fotovoltaicos para generar electricidad que después podemos usar para iluminación, calentar el agua o el ambiente de casa…
Pero este sistema se escapa un poco de nuestro alcance, ya que hay otros modos más directos, sencillos y económicos de aprovechar esta fuente inagotable de energía.
Efectivamente, también podemos usar paneles con circuitos de agua para obtener agua caliente para nuestro aseo o calefacción del hogar.
Y otro modo aún más sencillo sería simplemente cocinar con la energía del sol.
Parece algo mágico. De hecho, cuando me he informado y he visto lo sencillo, económico y eficaz que es un horno solar, me he hecho la pregunta del millón: ¿Cómo es posible que se vean tan pocas cocinas y hornos solares?
Realmente es para que se hubiera comercializado y se vendieran en los supermercados por muy poco dinero, tales son las ventajas que supone este tipo de cocinas. En todos los hogares debería haber un horno de este tipo.
Sin embargo, parece como si echaran un tupido velo sobre este tema… no sé si por intereses económicos para grandes empresas…, pero lo cierto es que cocinar con hornos solares es algo que solo reporta beneficios para nosotros y nuestro medio:
La comida se hace más lentamente que con un horno o cocina convencional, con lo que podemos poner la comida, irnos al trabajo y olvidarnos de ella, que no se pegará.
Al hacerse más lentamente, los alimentos tendrán mejor sabor y conservarán más nutrientes que cocinados a fuego rápido convencional.
No nos costará absolutamente nada calentar los alimentos y cocinarlos: mientras sea de día y luzca el sol, podremos disfrutar de un horno conectado… directamente al sol.
Al no usar energía obtenida artificialmente quemando combustibles sólidos no renovables y que aportan Co2 a la atmósfera, podemos evitar acelerar el efecto invernadero del planeta y poner nuestro granito de arena para conservarlo. Y, amig@s, muchos granitos de arena hacen una playa.
Y como digo… ¡Es totalmente gratis!
Podemos fabricar un horno solar viable con cartones, papeles de periódico, unos trozos de papel de cocina tipo aluminio, un trozo de vidrio, cola blanca y cinta de carrocero y/o americana.
Tenemos bastantes webs donde se describe la construcción de hornos solares muy efectivos.
Y si vivís en zonas donde el sol no incide con tanta fuerza como en mi ciudad, siempre podréis añadirle paneles reflectores de mayor tamaño que harán que aumente su eficacia.
Yo pensaba hacer un horno sencillo, con cajas de cartón para hacer la prueba y después pasar a hacer un prototipo más sólido y duradero, resistente a la intemperie.
Pero tras navegar por Internet, ver las experiencias y la diversidad de hornos solares existentes (lo que indica que tampoco es tan complicado, ya que funcionan todos) he visto claro que es tontería trabajar dos veces y voy a hacer directamente un horno robusto para montarlo en mi terraza.
Desgraciadamente, los hornos solares no sirven para freír alimentos, ya que solo cuecen. Para las frituras también existen cocinas solares que suelen funcionar con reflectores en forma de parábola o paneles de grandes dimensiones… aunque también he visto algunos hechos con un simple quitasol de parabrisas de coche y parecen funcionar muy bien.
También podemos hacer el horno plegable, con lo que podemos llevarlo de excursión y saborear de una deliciosa comida campestre sin necesidad de hacer fuego –cosa que está prohibida en muchos lugares-. Calentarnos agua para saborear un café o té. O incluso esterilizar el agua que podamos recoger de una fuente o arroyo para nuestra seguridad. O bien llevarlo a casa de nuestros amigos favoritos y sorprenderlos con este invento.
En mi caso, haré uno bien sólido, que garantice una gran resistencia al viento y a la lluvia y que dure muchos años.
Como siempre digo: os muestro mi proyecto y su ejecución… Cada uno puede adaptarlo a sus necesidades, disponibilidad de materiales…
En la medida de lo posible, no voy a gastarme absolutamente nada en la construcción de este horno solar. Emplearé materiales reciclados y recuperados de otras tareas que he realizado ¡un horno 100% ecológico, económico y funcional!
Como dije antes, hay muchos tipos de hornos solares: algunos están hechos con dos simples cajas de cartón metidas una dentro de la otra con periódico entre ambas a modo de aislante. La parte superior se abre para hacer el reflector con la misma zona cortada y en el hueco se pone un cristal o plástico resistente al calor.
Algunos ya tienen cierta inclinación para aprovechar al máximo el sol. Otros tienen la caja muy pequeña y de forma cúbica, pero enormes reflectores.
Todos tienen sus ventajas e inconvenientes. Pero si queremos simplemente dejar los alimentos cocinándose lentamente sin tener que mover el horno, los primeros van muy bien. Los que tienen grandes reflectores suelen tener el inconveniente que hay que orientarlos hacia el sol cada 20-30minutos, aunque alcanzan mayores temperaturas.
Respecto a la orientación: es evidente que funcionan con el sol, así que hay que orientarlos al sur. Así que si tenéis alguna ventana orientada en esa dirección y no os da sombra ningún edificio… ¡Estáis de enhorabuena!
Yo siempre os digo que con el bricolaje podréis ahorrar dinero y contribuir al medio ambiente, ya que podemos seguir usando cosas que se han estropeado y acabarían en la basura…
Pero es que en este caso, el ahorro es mucho mayor… ¡Es un ahorro de electricidad o gas! Que consumimos forzosamente a diario y nos supone un gasto evidente.
¿Cómo es posible que funcione tan bien? Pues por tres motivos:
Al estar el interior del horno aislado del exterior, se convierte en una trampa de calor. El calor de sol se va acumulando y llega a generar temperaturas de 120 a 140º, más que suficientes para cocinar.
El segundo motivo es que tiene unas zonas metálicas –chapa y olla- de color negro mate y eso hace que absorba mucha luz, calentándose considerablemente. Este calor pasa a la olla, ya que el metal es muy buen conductor del calor. Y la misma olla, de color negro mate, también capta esa energía.
Y en tercer lugar, los reflectores externos mandan luz solar adicional al interior del horno, con lo que multiplicamos la energía que recibe la olla.
Resultado: un horno solar funcional y alimentado por el sol como única fuente de energía.
El horno solar no solo puede servirnos para cocinar un delicioso estofado, cocido, o unas lentejas… podemos hacer también repostería, pizzas, sopas, etc. ¡Animaros a haceros vuestro horno solar! ¿Tenéis algo que perder? ¡Pues adelante!
Si os ha sorprendido el título, lo de la historia interminable… Es que realmente todo el proceso ha sido bastante largo.
Es mi primer horno solar y he tenido que subsanar un montón de problemas sobre la marcha y más por tratarse de un diseño propio.
Ha sido en verdad un largo, largo recorrido en el que he disfrutado a tope haciendo bricolaje.
Sin duda es el proyecto más ambicioso que he publicado. Y de hecho, todavía estoy estudiando un panel reflectante plegable y algunas mejoras. Vosotros tardareis bastante menos si seguís mis consejos y trucos.
Al tratarse de gran cantidad de post, pues he explicado con detalle cada paso y las alternativas para hacerlo más rápido y sencillo, he hecho un post-resumen, que será el próximo que publique, donde veréis todo el proceso explicado rápidamente. Si tenéis alguna duda, no tendréis más que esperar unos días a que publique con detalle la parte del proceso que os interese.
Y si algo tampoco os queda claro entonces, ya sabéis que los comentarios con las dudas y sugerencias serán bien recibidos.
Aunque aún no lo tengo preparado, también quiero incluir al final algunas recetas que podréis preparar en el horno solar. Al ser una cocción muy lenta –tarda el doble que un horno convencional- Deberemos tener en cuenta algunas cosas, como poner muy poca agua.
Sin duda mi amigo Pepekitchen estará muy interesado en este artefacto. Le invito a que nos prepare algunas recetas para el horno solar.
¡Animáos vosotros también a hacer vuestro propio horno solar!