sábado, 27 de julio de 2013

Reparar parrilla eléctrica. arreglar parrilla. sandwichera rota. plancha estropeada. la sandwichera no calienta. Repair electric grill. fix grill. sandwich broken. broken iron. not heat the sandwich maker. Faites réparer gril électrique. fixer grill. Sandwich cassé. fer cassé. pas chauffer la machine à sandwich.



Reparar parrilla eléctrica


Amig@s: Hace ya bastante tiempo que tenemos en casa esta práctica parrilla eléctrica. 


Nos permite usarla como sandwichera “tamaño familiar”, o bien para hacer una deliciosa y sana comida a la plancha en la terraza, sin los molestos humos y olores que desprende la barbacoa de carbón. No olvidemos que el uso de barbacoas en terrazas puede ser objeto de sanción –y con todas la de la ley- si molesta a algún vecino. 

 

Pero dejemos a un lado los temas vecinales y legales y vamos al asunto... Esta parrilla, como decía, se puede usar abierta o cerrada. Abierta, permite asar cosas de fácil cocción o poco espesor, como gambas o langostinos. 

Cerrada, da calor suficiente para un buen entrecot, unas patatas o pimientos asados… Y, por supuesto, para ser usada como sandwichera, como indiqué antes.



Pero, justamente cuando hoy íbamos a preparar unos sandwiches de pollo, nos encontramos que la parrilla había muerto: se encendía el piloto, pero no se apagaba, ni se calentaban las chapas… mal asunto. Intentaremos repararlo de una forma sencilla y con lo que tenemos más a la mano: la multiherramienta
Por supuesto, podéis usar herramientas convencionales si no disponéis de este útil implemento.

Empezamos por retirar las placas o rejillas donde se colocan los alimentos a cocinar. 

Si tenéis otro modelo o marca, seguramente también tendrá este elemento extraible, ya que hay que limpiarlo religiosamente tras cada uso.

 

Seguidamente, vemos ya una serie de tornillos. Voy a empezar por retirar los que creo que fijan la chapa con la resistencia al cuerpo del aparato. 

 

Son cuatro tornillos y cada uno de ellos lleva una arandela grover, que garantiza que no se aflojen con el uso.


No es ningún desafío para el destornillador de estrella de nuestra supertool300 y en un minuto los hemos retirado. 

 

Apalancamos suavemente con el destornillador plano grande de la misma herramienta… y vemos que hemos acertado. Toda la placa se levanta ligeramente.
 

Miramos debajo, procurando no forzar, y ya apreciamos claramente el problema: uno de los cables está suelto.


Examinando las conexiones, vemos que los cables van unidos mediante clavijas a la resistencia, de modo que basta tirar, para liberar un par de ellos. Suficiente para tener mejor acceso. 

 

Igualmente, retiramos la clavija del cable que se ha soltado.


Pido disculpas por el estado general del electrodoméstico. Lo tenemos siempre en perfecto estado de limpieza, pero la zona de la resistencia no es bueno mojarla y de ahí que tenga algunos restos de suciedad.


Pero sigamos: con la ayuda del punzón, vamos abriendo las pestañas de la clavija. Mucho cuidado, que se nos puede escapar y hacernos una lesión. 


Con los alicates, podemos terminar de abrir los enganches. Ya tenemos esta parte preparada.

 

Pasamos al cable, que podemos sanearlo si es preciso con la cuchilla de la multiherramienta –o con un cúter, si no tenéis una Leatherman-. 

En mi caso, veo que el cable no está partido, sólo se había desprendido, y basta rasparlo ligeramente para que haga mejor contacto.


Ponemos el cable en el alojamiento de la clavija y apretamos las pestañas contra él con los alicates. 


Una vez más, apreciamos la fuerza y precisión de estos prácticos alicates. Finos como una pinza por la punta, pero fuertes. En unos instantes, volvemos a tener colocados los cables a las resistencias.


Ahora podríamos cerrar… pero un fallo que he cometido es que no he colocado correctamente la varilla que conecta el mando de temperatura a la resistencia o, mejor dicho, al termostato de la misma. 

De modo que si lo cerramos así, no podremos regular la temperatura de las placas.

 

Para ello, tenemos que desmontar la parte delantera donde está el botón de encendido y de regulación del termostato. Basta retirar unos pocos tornillos, levantar la tapa con el botón (el cual por cierto, conviene ponerlo previamente en uno de los topes: o máximo o apagado, para saber su posición a la hora de montarlo). 

Y conectar la pletina dentro de su ubicación, en el interior del botón que la acciona. 


 
Puede que no se aprecie bien en las fotos… Pero ,simplemente, hay que meter la chapita en el alojamiento que tiene la pieza que gira al accionar el botón de selección de temperatura. 

Ahora sí que podemos montar la placa de la resistencia y la del botón. Siempre procurando poner primero todos los tornillos y después darles a todos un ligero apriete.


La parrilla ha quedado como nueva. Montamos las placas…¡Y a disfrutarla!

Esta reparación ha llevado muy poco tiempo, ningún coste y ha salvado de la basura este práctico electrodoméstico… ¿Alguien da más?

viernes, 12 de julio de 2013

Sustituir T empotrada, sustituir llave de paso, reparar latiguillo viejo y mecanismo de cisterna que no corta el agua. Reparación de fontanería, tercera parte. Replace T-ground, stopcock replacing, repairing old hose flushing mechanism that does not shut off. Plumbing Repair, Part 3. Remplacez T-terrain, robinet remplacement, la réparation vieux tuyau mécanisme qui ne s'éteint pas de rinçage. Réparation de plomberie, partie 3.



REPARACIÓN DE FONTANERÍA:
Sustituir T empotrada, sustituir llave de paso, reparar latiguillo viejo y mecanismo de cisterna que no corta el agua.
PARTE3: montaje de llave nueva y latiguillo. Reparar mecanismo de cisterna.



Ya os mostré la parte principal del trabajo de sustituir una T y una llave de paso de una cisterna…


Pero, para que no os quedéis con el trabajo a medio terminar, voy a explicaros también cómo he reparado la cisterna. Ya vimos un caso similar, pero esta vez vamos a dar un repaso más a fondo, pues es un mecanismo muy viejo y tiene muchos depósitos de cal y óxido…


Poner la llave de paso no debería ya tener ninguna dificultad: ponemos en la rosca cinta de teflón en sentido contrario al roscado, para que al atornillar la rosca, la cinta se apriete en vez de soltarse. 


Hay que poner tantas vueltas que apenas se aprecie la rosca y con el máximo apriete que soporte la cinta. 
Si se nos rompiese, no pasa nada, podemos seguir enrollando sobre la que ya hay puesta, no hace falta quitarla y empezar desde el principio.


Empezamos a roscar la llave a mano, procurando esté bien alineada la llave con la T.

Enseguida, notaremos que empieza a ponerse duro de modo gradual. 

 

Para apretar podemos usar una llave inglesa que abrace la llave lateralmente. 



Es muy importante no ajustar mucho la llave y no forzar el apriete, pues podríamos dañar la rosca donde irá el latiguillo que lleva el agua a la cisterna. 

Ante la duda, podéis poner un trapo viejo o similar rodeando dicha rosca para evitar hacerle una muesca o aplastarla en algún punto y que después tengamos problemas para poner el latiguillo. 

Como el hueco que tengo disponible es muy pequeño, pues queda entre la cisterna y la pared, he tenido que ir usando alternativamente una llave inglesa y una llave grifa. 

 

No hace falta atornillar hasta el fondo. Lo que sí es importante es que dejemos la rosca del latiguillo bien orientada.

Otro consejo: jamás giréis a contratuerca. Si os pasáis y tenéis que volver a mover la llave para que quede bien orientada, apretad otra vuelta, pero no aflojéis o entonces sí que podéis estropear la junta de estanqueidad del teflón y tener que volver a colocar la cinta de nuevo.


El latiguillo estaba bastante deteriorado: muchos años instalado en un lugar húmedo han hecho que las tuercas se hayan quedado hechas una pieza con los extremos del latiguillo, cuando deberían tener juego para girar libremente. Lo normal sería poner un latiguillo nuevo… pero la tienda donde compro estos recambios queda un poco lejos y creo que se puede solucionar: ablando las tuercas con un poco de aceite lubricante multiusos. 

 

Y en segundo lugar, sujeto la base del latiguillo con el alicate grip de la Crunch (ya hacía tiempo que no la usaba, por cierto) mientras con una llave fija, de la medida adecuada, voy apretando la tuerca en la rosca de la llave de paso. 

Para la parte del latiguillo de la cisterna, tengo que hacer exactamente igual. Así evitamos que el latiguillo se retuerza acabando por deformarse y romperse…

Pero antes, voy aprovechar para hacer la reparación del mecanismo, que, como dije, es lo que ha causado todo este estropicio.

He tratado de sacar el pasador -con el mecanismo montado en la cisterna- con unos alicates… pero está totalmente oxidado y podrido, de modo que tengo que retirar la rosca del exterior de la cisterna que fija el mecanismo a la misma. 
Está bastante duro y vuelvo a usar la Crunch para sujetar la cabeza del mecanismo para que no gire a la vez que la tuerca. En un momento lo tenemos fuera y a la vista.

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Efectivamente, el pasador está destrozado. Terminamos de quitarlo con los alicates de la multiherramienta y vamos a proceder a limpiarlo todo.

Lo suyo, en este caso, sería sustituir toda esta pieza. Si conseguimos encontrarla, incluso será económica. Pero creo que por esta vez podemos repararla y ahorrarme el desplazamiento hasta la tienda de recambios.

 
Vemos que, aparte que la goma que corta el agua esté más o menos dañada, hay restos de cal en la parte opuesta. El óxido y la cal se han acumulado de tal forma dentro de la pieza que la misma fuerza del agua los arrastra depositándolos en la zona de corte del agua ocasionando que la goma no pueda cerrar por completo el paso del agua.



Empezamos por sanear la parte más gruesa, por donde entra el agua, usando el punzón de la Surge. Por supuesto, si no tenéis esta herramienta, podéis usar un cúter o cuchillo de hoja estrecha. 


Es suficiente con raspar lo más gordo, lo que tenga tendencia a desprenderse fácilmente. Tampoco vamos a tirarnos una hora dejando la pieza reluciente sin saber si el proceso acabará teniendo éxito…



Continuamos limpiando bien la boquilla en la que se apoya la goma. 

 
Es un agujero diminuto y para limpiarlo bien por dentro, enderezo un alambre con los alicates de la Surge 


 y lo meto y saco repetidas veces hasta haber eliminado cualquier impureza suelta dentro del orificio.


Finalmente, terminamos la limpieza de esta pieza dando un par de pasadas con la lima de diamante de la Surge. 

Es una lima muy fina y resistente. No conviene insistir demasiado porque podríamos deteriorar la boquilla y sólo queremos retirar cualquier resto de cal que sobresalga e impida el buen corte del agua. Basta dar un par de pasadas esmerándonos en mantener la lima bien perpendicular.


Para la pieza opuesta a esta parte, la de la goma, no precisa más que limpiar la goma. No está muy sucia y tampoco está muy deteriorada. Basta sacarla del alojamiento usando el punzón de la Surge, por ejemplo, y volver a colocarla al revés, de modo que la cara exterior quede ahora hacia dentro.




Vamos a hacer un pasador casero. Para ello uso un alambre galvanizado, que será más resistente a la corrosión que un clavo, por ejemplo. 
Doblamos un pequeño trozo de un extremo y cortamos con el corta alambre de la Surge. 


Ponemos la pieza en su lugar y metemos el alambre. Terminamos doblando el otro extremo para que no pueda salirse accidentalmente.


Montamos la pieza en la cisterna, colocamos la parte del latiguillo que va a esa pieza y ya podemos abrir la llave de paso.

La cisterna se llena al momento –antes tardaba muchísimo por tener mucha obstrucción- y corta el agua perfectamente cuando está llena, sin fugas de ninguna clase.

Un trabajo laborioso, pero que ha merecido la pena… el recibo del agua y el Medio Ambiente nos darán la razón.

Y el proceso de arreglar la cisterna no ha llevado más de quince o veinte minutos. 

Dado el estado en que se encuentra el mecanismo, puede durarnos unos meses... o unos años. Pero mientras tanto, podemos seguir haciendo uso de la cisterna e ir buscando un mecanismo similar. 

La sustitución se hace en un minuto. Basta desatornillar el mecanismo antiguo y poner el nuevo en su lugar.
 

lunes, 1 de julio de 2013

Sustituir T empotrada, sustituir llave de paso, reparar latiguillo viejo y mecanismo de cisterna que no corta el agua. Reparación de fontanería, segunda parte. Replace T-ground, stopcock replacing, repairing old hose flushing mechanism that does not shut off. Plumbing Repair, Part 2. Remplacez T-terrain, robinet remplacement, la réparation vieux tuyau mécanisme qui ne s'éteint pas de rinçage. Réparation de plomberie, partie 2.

REPARACIÓN DE FONTANERÍA:
Sustituir T empotrada, sustituir llave de paso, reparar latiguillo viejo y mecanismo de cisterna que no corta el agua.
PARTE 2: Montar, soldar T, revocado y pintado.




Ya tenemos la primera fase completada al haber retirado la pieza rota. Ahora entramos en otra fase: introducir y soldar la pieza nueva, que hemos comprado por menos de 2€ en una ferretería.

Un inciso: cuando soldamos un codo o una T en una tubería de cobre, hay que procurar que el cobre entre hasta el fondo de la pieza. 

En este caso, no es posible porque no tendríamos juego para meter la T. 

Tendríamos que mover toda la tubería de un lado al menos y eso supondría una enorme zanja o arrebola en la pared. 

Así que tenemos que dejar una separación entre los extremos del cobre cortado tal que podamos meter a tope la T en una parte –la inferior en mi caso-, y después subirla hasta que quede centrada entre los dos tubos, con el cobre penetrando hasta la mitad de su alojamiento de la T. 
Si hacemos correctamente las soldaduras, debería queda bien.

 

El siguiente problema es que al estar los dos tubos alineados, la T no entra, es físicamente imposible. Hay que mover ligeramente uno de ellos para introducir la T.

Después volver a alinearlo y desplazar la T para que abrace el otro tubo. 

Como os dije antes, normalmente, al soldar tubos con T o codos, debemos lograr que el tubo entre a tope en la pieza… pero ya digo que en este caso no puede ser porque los dos tubos están fijos y no se pueden desplazar. 

Pero vamos por partes:

 
Lo que voy a tratar es que la T quede lo más centrada posible entre los dos tubos, de modo que no nos quede “cogida por los pelos” en un lado y metida a tope en el contrario. 


Para ello, planteo la T –sin meter todavía en los tubos, sólo por encima- y hago una marca en el tubo superior con un rotulador en el sitio donde se ve la T centrada entre los tubos.

Como esta zona marcada quedará cubierta con estaño, flux, etc, tomo el ancho de la sierra de metal como referencia y hago otra marca por encima de la anterior

Asi una vez la pieza puesta, basta colocar la sierra sobre el codo para ver si está a la distancia precisa de la marca y podemos subirla o bajarla para su centrado.
Lo veréis mejor cuando ponga la T y la mida, unas fotos más adelante.


Para meter la T, ya dije que hay que desalinear los dos tubos. O al menos uno de ellos.

Pero para no forzar demasiado el tubo de cobre, hay que descarnar un trozo más de pared. Asi garantizamos que el tubo tenga más flexibilidad y absorba mejor la curvatura sin deformarse. 

 

Dicho y hecho… Cincel, machota... y en un periquete ya tenemos un trozo más del tubo inferior a la vista. como véis, el tubo ha de quedar totalmente suelto por detrás, o no servirá de gran cosa haber descarnado la pared por delante, seguirá fijo.

Para doblarlo, podemos usar un cincel, apalancando ligeramente contra el lateral del hueco y presionando la tubería… Pero mucho cuidado, que el tubo de cobre es blando y podemos deformarlo fácilmente. Y, sobre todo, no empujar justo en el borde del tubo. Esta zona no puede sufrir la más mínima deformación o no nos entrará luego la T, que va bastante ajustada.

Si vemos que está muy duro, tendremos que descarnar más.


Cuando ya vemos que cede lo suficiente como para insertar la T, damos otra pasada de lija a los dos extremos del tubo y ponemos el flux en los mismos. También podemos poner un poco de decapante en la T, en las zonas que han de soldarse.

Ponemos la T sobre la tubería inferior y con suaves golpecitos con el mango de un destornillador, por ejemplo, la vamos metiendo en el tubo.

Seguidamente, apalancamos en dirección opuesta para volver a alinear el tubo que hemos doblado y ya podemos ir metiendo la T en el tubo superior, también con suaves golpecitos, si no entra por simple presión de los dedos. 


Una vez que nos aseguremos que está en su posición, colocando la sierra -con la que tomamos la medida de referencia entre la marca y la posicón que vimos debía tener la T-, ya está listo para soldar. 


Pero primero, debemos asegurarnos que los tubos permanecen alineados. Normalmente, el tubo que hemos forzado, quedará con una ligera curva. 
Un mezclón de los que salieron al descarnar la tubería, colocado entre el hueco de la pared y la tubería curvada, puede servirnos para mantener el tubo que hemos doblado en su posición original. 

Una vez soldada la T y relleno el hueco con mezcla, quedará perfecto.
Como siempre, para soldar los tubos han de estar perfectamente secos. Ya os mostré un truco cuando colocamos un grifo en un patio para sacar rápidamente el agua del interior de la tubería.

Aplicamos calor procurando calentar sobre todo la T, que al tener más material tarda más en coger calor que el tubo de cobre. 

Y metemos bastante estaño, sobre todo en la soldadura inferior, ya que el estaño ha de subir hacia arriba. En este caso, prefiero derrochar un poco de estaño que no quedarme corto y tener que repetir el proceso. Pero tampoco os paséis, que el estaño podría penetrar dentro de la tubería o la T y llegar a obstruir total o parcialmente el interior.

Ponemos un tapón con cinta de Teflón en la rosca de la T -en cuanto se haya enfriado la tubería- y ya podemos abrir la llave de paso y comprobar si la soldadura es estanca y si el tubo de cobre está intacto (a veces al forzarlo ligeramente, sobre todo si es viejo, puede rajarse). 

Es interesante limpiar todos los restos de flux, que al calentarse se suele ablandar y chorrear por la tubería, dando la sensación de que está mojada incluso días después.

Pasado un día o dos para estar completamente seguros que no sale ni la más mínima humedad, ya podemos tapar con mezcla el hueco. 

El mezclón que pusimos para enderezar la tubería no es necesario retirarlo, se quedará presionando la tubería separándola del lateral del hueco y cuando tenga la mezcla quedará integrado en ella.


He preparado una mezcla rica en arena, para que no sea demasiado dura. Y con una consistencia tirando a espesa, para que podamos rellenar de un tirón todo el hueco, que tiene una profundidad considerable.


Empiezo rellenando la parte inferior, que es más sencilla por tener menos profundidad. 

Es importante que la mezcla quede sin huecos de aire, de modo que tendremos que meterla también tras la tubería. 


Yo la he ido colocando con la punta de un palustre y presionando para que se vaya introduciendo por los recovecos. Si tenemos la precaución de poner una porción de mezcla sobre la llana, ir tomando de ella un poco con la punta del palustre y mantenemos la llana cerca de la pared bajo el agujero, apenas ensuciaremos nada.


Después, he ido avanzando hacia arriba introduciendo la mezcla por el lado izquierdo del tubo de cobre hasta que ha salido por el opuesto. Siempre procurando que llegue hasta el fondo.


Cuando ya he cubierto todo el fondo, he añadido unos cascotes sacados -a golpes de canto de palustre- de una pilastra (bloque de ladrillo) que he insertado a presión en las zonas con más profundidad, Esto hace que la mezcla fragüe antes y podamos seguir metiendo más grueso. 

Lo ideal es que los cascotes estén impregnados de agua (de hecho, también conviene mojar todo el hueco a rellenar antes de poner mezcla), pero no me importa demasiado que quede menos duro, pues no tiene ninguna función estructural, lo que deseo es terminar de un tirón. 

 

Así que sigo colocando mezcla hasta sobresalir ligeramente del nivel de la pared.

 
Con la llana de acero, corto todo el sobrante: basta pasarla sobre la pared, deslizándola desde la parte lisa del exterior del hueco y avanzando sobre la mezcla recién puesta. 

Y con los bordes, la llana irá sacando toda la mezcla que la sobrepase. 


Quedará un poco basto, pero con suaves pasadas del palustre, lograremos homogeneizar y mejorar el aspecto.


Finalmente, tomo una esponja humedecida muy ligeramente (si la mezcla llevase un buen rato puesta, podríamos pasarla más mojada) y damos un repaso haciendo hincapié en las zonas de los bordes o donde veamos algún ligero desnivel, ya sea hacia fuera o hacia dentro. La esponja retirará mezcla de las zonas donde sobresalga y la depositará en las que tengan ligeras depresiones. Vemos que incluso tapa una antiguas grietas que tenía la pared.


Es importante pasar la esponja muy suavemente o dejaremos un surco. 


Podemos hacer con ella suaves movimientos circulares y terminar con una pasada muy ligera que eliminará el dibujo que se haya quedado. 



Todo este proceso de colocar la mezcla, lleva de quince a treinta minutos.
Y ya está… queda tan bien que una vez pintado no necesita ni un retoque.

 
En la foto vemos el acabado tras una primera mano de pintura. Con una segunda mano, ni se notaría que hemos hecho nada en la pared.

Ahora bien, si queréis un acabado aún más fino, podéis usar en la capa final una mezcla hecha con arena cernida. También podéis dar un acabado con algún producto más fino como yeso de pintor, masilla, etc. Todo depende del acabado que tenga vuestra pared alrededor de la zona reparada.

Ya queda poner la llave de paso, el latiguillo hacia la toma de agua de la cisterna, y reparar el mecanismo de la misma.

Parece un proceso muy largo… Pero mayormente es por la cantidad de detalles explicativos que doy. 
En realidad, se tarda menos en hacerlo que en decirlo y en unas tres horas podemos tener la tubería reparada. 


En la siguiente parte, os mostraré como reutilizar el viejo latiguillo y cómo reparar el mecanismo, completamente obstruido por la cal y el óxido.