lunes, 31 de mayo de 2010

Montar lector de DVD en ordenador. Añadir elementos a un PC. Montaje de DVD


Instalar lector de DVD en ordenador



Amig@s: Ya vimos cómo cambiar la pila gastada de un ordenador. Este ordenador dejé de usarlo por varios motivos: poca capacidad de memoria, falta de conexión a Internet y falta de DVD… Todo eso en conjunto hacía que mereciese la pena comprar uno más moderno… antes que gastarnos mucho dinero en poner piezas sueltas.


Pero es frecuente encontrar en la calle ordenadores y restos de ordenadores. A pesar de los puntos blancos que suelen poner en las ciudades hoy día y que hace que ya muchos eliminen sus viejos ordenadores en estos puntos, por suerte –en este caso- alguien abandonó su viejo ordenador junto a los contenedores de basura.


Era un modelo bastante más nuevo que el que quiero restaurar, pero como ya le habían quitado bastantes cosas, como el disco duro y el procesador… opté por usarlo para repuestos del viejo, aunque la verdad es que es una torre muy bonita y robusta.


En este caso, le han dejado un lector de diskettes, un lector de DVD, la fuente de alimentación, el ventilador de la torre, el refrigerador del procesador, la placa base y dos grupos de puertos usb: uno delante y otro atrás.


Como uno de los fallos de mi viejo ordenador es justamente carecer de lector de DVd, vamos a sustituir un lector de CD por el de DVD.


Es increíblemente sencillo: abrimos la tapa lateral como vimos en el post del cambio de pila.

También abrimos la tapa opuesta del mismo modo para acceder a los tornillos que fijan el lector al chasis.


Y retiramos las conexiones del Cd, en este caso, del superior. Eso sí, fijándonos muy bien en qué conexiones están puestas y dónde.



Y, amig@s, basta sacar el lector viejo por delante y meter por el mismo sitio el DVd.



Conectar los cables de la misma forma en que estaban puestos



Y atornillarlo al chasis de modo que quede el frontal bien derecho.


Montamos de nuevo las tapas laterales ¡y asunto listo!


Ahora bien, si en vuestro caso no tenéis nada puesto y queréis montar el lector o grabador de DVd o el Cd, sólo tenéis que abrir el cajetín frontal donde queráis ponerlo –fijaos primero si por detrás no hay ningún disco duro u otro objeto que imposibilite esa ubicación- y colocarlo.

A veces hay que doblar una pestaña del chasis, pero se hace muy fácil apretando un poco.


Y respecto a las conexiones. Si no estáis seguros, preguntad donde hayáis comprado el lector o grabador, o en vuestra tienda habitual de informática –a nadie le cuesta dar un consejo a cambio de ganarse potencialmente un cliente- o bien a un amigo que aunque no sepa qué conexiones son, que tenga un lector o grabador instalado en su pc y os lo quiera mostrar.


La instalación de un disco duro es similar, salvo que no se ve desde fuera, con lo que no tendremos que retirar ninguna pestaña del frontal. Ya lo veremos a su debido tiempo.


El "nuevo" lector de DVd funciona de maravilla y le ha dado un nuevo sentido al viejo ordenador, pues muchas fotos y programas los tengo archivados en DVd, de mucha mayor capacidad que los viejos CD´s.


Animáos a hacer mejoras en vuestro ordenador... empezando por una buena limpieza, que el polvo se acumula y puede acarrearnos algún disgusto.

viernes, 28 de mayo de 2010

cambiar pila de ordenador. Ordenador que no actualiza fecha y hora. Acumulador agotado de ordenador

Sustituir pila de PC



Amig@s: Este es otro post típico de eltallerdecarlos.com: vamos a meterle mano a un viejo ordenador que tenía en desuso.

Está bastante anticuado, pero como veremos, lo dejaremos en buena forma y aunque no pueda competir en rapidez con el nuevo, nos permitirá defendernos en caso que se averiase el nuevo o incluso si en casa quieren usar el ordenador varias personas a la vez…


Pero lo primero que vemos es que tras años de reposo se le ha agotado la pila. Efectivamente, los ordenadores tienen una pila de botón que es la que permite que se mantenga siempre la fecha y hora actualizadas cada vez que encendemos el ordenador…

Pero la pila con el tiempo se agota y precisa su reposición. El signo de que ha llegado el momento de reponerla es justamente cuando encendemos el ordenador y vemos que se ha borrado la fecha y la hora. Suelen durar bastante… pero no son eternas.



Ya vimos cómo abrir la tapa del ordenador para limpiarlo. Basta retirar los tornillos traseros de la tapa izquierda –mirando el CPU frontalmente-



y deslizar la tapa hacia atrás. Está sujeta con unas pestañas, de modo que basta deslizar la tapa un par de centímetros para liberar todo el lateral.




Nos fijamos en la placa madre o placa base, que es un circuito integrado bastante grande, que a veces ocupa casi toda la pared del fondo, y enseguida veremos la pila, que suele estar a la vista. Como no todos los sistemas pueden ser iguales, os aconsejo examinar el dispositivo del vuestro.



En mi caso, la pila va metida en una caja o asiento circular que tiene una pestaña de plástico por un lado y enfrente de la pestaña, al otro lado del círculo, hay una pestaña metálica.



Como la de plástico es fija, tenemos que accionar la metálica: la presionamos hacia fuera de la cajita y se libera la pila.



Basta comprar una igual y meterla a presión: se encaja por la pestaña de plástico y al presionar por la parte opuesta, cede la pletina metálica y se queda la pila fija.

Es algo muy, muy sencillo y que sin embargo a más de uno le habrá dado algún que otro quebradero de cabeza e incluso le haya obligado a llevar el ordenador al taller, pensando que estaba averiado…


Y como os decía, vamos a poner este veterano y venerable ordenador al día. No irá tan rápido como su hermano mayor, pero nos sacará de algún apuro, seguro.


Y nos permitirá practicar para cuando el nuevo también precise la sustitución de algunas piezas, ya tendremos práctica.


Y a fin de cuentas es la principal ventaja de los PC fijos frente a los portátiles: podemos quedarnos con los componentes que nos sirvan e ir actualizando los que van quedando viejos…Éste viejo ordenador, por cierto es un Pentium lll que va a 590ghz… y tiene un disco duro de 8Gb y una RAM de 500mb. Vamos a renovarlo: ventilador, conexión a Internet, lector de DVD, Puertos usb delanteros, ampliación de memoria…ya, ya veréis.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Mantener claveles. Conservar claveles viejos. Saneado de un clavel antiguo

Mantenimiento de claveles: saneado



Amig@s: Ya llega el buen tiempo y apetece dedicar un rato a nuestras plantas.

Nosotros tenemos unos maceteros con claveles que ya están bastante envejecidos, pues llevan más de dos años en la misma tierra.


Este post viene a ser un ejemplo práctico del post que dedicamos a la forma de conservar una planta en su mismo tiesto sin tener que ir aumentando éste de tamaño…


La tierra aporta nutrientes y estos se agotan con el tiempo También se deteriora físicamente y aunque aportemos abonos, llega un momento que es toda raíces y se vuelve de poca calidad.



También las plantas se vuelven muy leñosas y tienden a dar menos flores, a ponerse muy desgarbadas….


Total, que tenemos que hacer algo al respecto o acabaremos por perder estos estupendos claveles perfectamente aclimatados y que tantas flores hermosas y perfumadas nos han proporcionado.


Para ello debemos hacernos con tierra nueva, humus de lombriz, unas tijeras de podar –Yo he usado las de bonsái- y una palita. También podemos aprovechar para poner en el fondo arlita, que mejorará el drenaje y la aireación del suelo.


Efectivamente, basta tratar de hundir la pala en la tierra y vemos que la maraña de raíces lo impide. Así que insistimos. Como cada macetero tiene tres o cuatro matas de claveles principales, las separamos dejando un trozo de cepellón proporcional. Hemos de clavar todo lo que podamos la pala para dividir el cepellón hasta dejarlo libre.



Una vez extraído, tenemos que limpiarlo de la tierra superficial. Si vamos a dejar las mismas matas, debemos dejar una parte de raíces con su tierra, pero sí que podemos eliminar las raíces más gruesas y largas que veamos.


Por supuesto, si hemos saneado el cepellón, también debemos hacer lo propio con la parte aérea, ya que la planta mantiene un equilibrio entre la cantidad de raíces y de follaje, con lo que si lo rompemos dejando pocas raíces en relación a la masa aérea, la planta puede estresarse y hasta morir.

Debemos dejar, si podemos, las partes más jóvenes y sanas, eliminando las zonas muy leñosas y endurecidas. Así la planta estará más rejuvenecida.


Y de las partes que retiremos, podemos sacar esquejes que nos asegurarán la supervivencia de las plantas, caso que las originales muriesen, y multiplicarlas para poner más macetas o para regalarlas a l@s amig@s.


Como el proceso de replantado no debe demorarse, nos limitaremos a ir poniendo todos los recortes que vayan saliendo en un recipiente con agua para que no se deshidraten –fundamental en el esquejado, ya lo veremos- y hacemos lo propio con las demás matas de claveles.



Ya solo queda poner en el fondo de la jardinera un poco de arlita (ya os hablé de ella en el anterior post sobre claveles).



Añadir tierra nueva de calidad y humus de lombriz, que aportará nutrientes extras y mejorará el enraizado y la resistencia a las enfermedades de las plantas. Ya os hablaré de este interesante producto.


Es importante apelmazar la tierra ligeramente alrededor de cada cepellón para que las raíces no queden al aire.


Finalmente, un buen riego facilitará que la tierra y las raíces se acoplen y la planta pueda empezar a comer del nuevo sustrato.


Podemos dejar unos días las plantas en una zona bien iluminada, pero con menos sol del que le suele dar, con vistas a que no sufran demasiado estrés hasta que se hayan adaptado al nuevo substrato y emitido nuevas raíces.


Veréis que en poco tiempo empiezan a crecer deprisa y a regalarnos multitud de flores llenas de aroma y color.

Y con los recortes que hemos sacado podemos obtener multitud de esquejes que nos permitirán obtener plantas de características exactamente iguales a las plantas esquejadas. Ya lo veremos con detalle más adelante.



lunes, 24 de mayo de 2010

reparar grifo de cocina. Grifo de cocina que suelta agua. Cambiar junta de grifo de cocina


Reparación de grifo de cocina.



Amig@s: Hoy vamos a enfrentarnos a un problema cotidiano y que quizá no sepáis resolver.


Se trata de un grifo de cocina monomando. Aunque este problema es común a todos los grifos de cocina, porque tienen un largo tubo que se puede girar para que el agua caiga hacia un seno u el otro.



Pero esto, que es una importante ventaja, puede convertirse en un problema, pues la unión, en principio estanca, acaba cogiendo holgura y antes o después podemos encontrarnos que va saliendo agua del grifo lentamente mojando el fregadero.

Y en este caso sabemos con certeza que no se trata de la zapata del grifo gastada porque se trata de un monomando que no tiene zapatas.


Igual, más de un@ que tenga este problema haya pensado que el grifo está roto y hay que cambiarlo por uno nuevo… pero nada de eso.


El problema está en unas juntas de goma que son las encargadas de sellar la unión entre el grifo y el tubo. Bastará sustituirlas para dejar el grifo como nuevo.



Para acceder a esas juntas, vemos que por la parte trasera inferior del tubo hay un tornillo. Basta retirarlo con un destornillador...



Y ya podemos separar el tubo del cuerpo del grifo tirando hacia arriba.



Y ya vemos las juntas en cuestión. Con un destornillador o punzón, podemos sacarlas con cuidado, ya que están insertadas en unas ranuras.



Bastará ir a una tienda de accesorios de fontanería y comprar unas del mismo tamaño, al menos por dentro, porque por fuera han sufrido cierto desgaste, que es el que ha provocado que se salga el agua. Agua, por cierto, que es la que se queda dentro del tubo al cerrar el grifo.


En mi caso, tenía unas juntas en casa de un lote que compré. Pero aunque la medida interna coincide, por fuera son más anchas. Así que vamos a tratar de estrecharlas.

Es sencillo: buscamos algo que sea de sección circular y una medida igual o ligeramente más ancha que el interior de las juntas para que se queden encajadas y las metemos.



Vamos haciendo pasadas de las gomas sobre una lima procurando ir desgastando uniformemente el exterior de las juntas. Es como si usáramos una goma de borrar.



Y cuando llegamos al grosor adecuado, ya podemos montar las juntas en el grifo, colocar el tubo y atornillarlo.


Para hacer este proceso basta meter el tubo con el orificio del tornillo alineado con el orficio donde se va a enroscar éste en el cuerpo del grifo.


Una sugerencia: si vais a sustituir las juntas, aseguraos que las juntas son de calidad, de lo contrario en dos semanas el grifo empezará a soltar agua de nuevo.


Y un consejo final: si os cuesta un poco meter el tubo con las juntas nuevas, probad a untarlas con un poco de vaselina -grasa de litio no, pues podría deteriorar las juntas de goma-.

Y la vaselina, en cualquier caso, mejorará la estanqueidad y reducirá el desgaste de las juntas.


Vemos que el grifo ha quedado perfecto. El bricolaje es a veces sorprendentemente sencillo y más de uno puede que se haya quedado asombrado, pues ya estaba pensando en sustituir todo el grifo ¿verdad?


Animáos a hacer estas pequeñas tareas de bricolaje y no olvidéis apuntaros como seguidores del blog.

viernes, 21 de mayo de 2010

Colocar persianas. Montaje y ajuste de persianas. Ajuste de gradolux

COLOCACIÓN DE PERSIANAS: montaje y reglaje



Ya vimos los pasos previos a la colocación en sí de las persianas: retiramos los elementos que nos estorbaban, repasamos las grietas y boquetes de la superficie, y comprobamos si la superficie sobre la que vamos a montar los soportes y las persianas están debidamente derechas…


Y con esto ya podremos empezar a colocar los soportes.


Hemos de procurar que queden todos alineados para que las persianas también queden alineadas.

De todos modos, los soportes tienen agujeros alargados con el fin de dar un ajuste final para lograr este resultado.


Un truco es ponerlos todos a la misma distancia del cierre o marco. Podemos usar un trocito de madera que nos sirva de guía.


Y otro detalle a tener en consideración es que debemos evitar que los enganches coincidan con las zonas donde están las tiras verticales de tejido, pues por dentro tiene un dispositivo que nos puede estorbar para enganchar la persiana al soporte.


Cada tramo de persiana lleva dos anclajes. Asi que ponemos uno, con un lápiz marcamos el centro del agujero en el techo. Retiramos el soporte y con un punzón y un martillo, marcamos un poco más cada punto a perforar.


En este caso usaremos tacos de 6mm, pero empezaremos abriendo los boquetes con una broca de 5mm para que el trabajo sea más limpio.



Así que hacemos los boquetes. Yo suelo empezar a perforar sin percusión y cuando ya le cuesta entrar, ponemos el percutor. Asi evitamos iniciar el boquete de primera hora con percusión y logramos hacerlo justo en el sitio adecuado, al no tener vibraciones.

Después metemos la broca definitiva.



Y tras esto los tacos, por supuesto de 6mm.



Los enrasamos con un martillo...



y ya podemos poner el soporte y atornillarlo.


Nos hemos encontrado con dos dificultades:

La primera es que el techo tiene una ligera ondulación hacia arriba justo donde hemos puesto un soporte. Lo solucionamos enseguida aflojando los tornillos y metiéndole un calzo. Hemos hecho uno provisional doblando un trozo de papel. Después lo sustituiré por un trocito de madera fina o de chapón que se asiente bien en toda la superficie del soporte. Asi logramos que aunque el techo quede algo hundido, el soporte esté alineado con los otros y que quede bien.


El segundo problema ha sido que justamente el último tramo no hemos podido fijarlo al techo. Debe tratarse de una viga de hormigón armado y hemos pillado una gavilla hierro. De modo que la broca no entra y no merece la pena taladrar el hierro.


Vamos a solucionarlo en un momento atornillando los soportes al marco de aluminio. Para ello usamos unos tornillos autorroscantes.


Estos tornillos los hay de varios tipos: unos tienen una especie de cabeza de broca que taladran y después se atornillan. Otros terminan en una punta afilada y a medida que avanza la rosca hacia la cabeza, se ensanchan, fijándose con fuerza. Vamos a usar éstos últimos.



Para ello, marcamos con lápiz los puntos donde irán los tornillos y retiramos la pieza.

Ponemos los tornillos en sus lugares y damos un golpecito en la cabeza del tornillo con el martillo para marcar el punto exacto.


Si tenemos práctica, podemos atornillar directamente la pieza: la ponemos en su sitio, colocamos un tornillo de modo que coincida con la marca que hicimos con el mismo y con el destornillador eléctrico en posición de taladrar metemos el tornillo.

Al principio, veremos que gira sin entrar, pero después entra sorprendentemente fácil.




Tras hacer lo propio con el otro tornillo y con la otra pieza, el trabajo está casi terminado.


Es importante que le demos cierta velocidad al giro del tornillo para que abra el agujero y se atornille.

Si vuestro destornillador eléctrico es de una sola velocidad demasiado lenta, podéis usar un taladro, teniendo cuidado de pararlo en cuanto empiece a entrar el tornillo, pues la girar muy deprisa, podría llegar a pasarse de rosca o deteriorarse la cabeza del tornillo e incluso estropear la punta de atornillar.


Otra forma de solucionar el problema de que no hayamos podido profundizar lo suficiente en el techo o pared, sería cortar ligeramente los tacos de plástico y usar unos tornillos algo más cortos. Esto sería válido si le faltase poco para lograr la profundidad deseada.


Ya quedaría corregir los pequeños desniveles entre los distintos tramos de persiana jugando con la holgura de los boquetes de los soportes o incluso con pequeños calzos y el trabajo queda así listo. Para hacer este ajuste, podemos colocar las persianas, sin abrir, y ver cuál queda más hacia fuera o hacia dentro. Si hemos taladrado bien, sin desviarnos, bastaría aflojar ligeramente los soportes y dejarlos alineados. Volvemos a apretar y listo.


En el caso de los soportes que van atornillados directamente al marco de la ventana, podemos separarlos ligeramente para que queden alineados con los demás metiéndole unas arandelas. No es preciso que sean arandelas de calidad, bastaría unos calzos. Unos trocitos de madera delgada serían perfectos y lograríamos la separación deseada.


Para que queden bien juntas las persianas entre sí, bastaría aflojar la palanca que fija la persiana a los soportes y desplazar las persianas hasta que se toquen.


Ahora podemos bajar las persianas y ver si están paralelas entre sí. A veces hay pequeños desniveles que hace que tengan mayor o menor separación por arriba o por abajo e incluso que se monten. Bastará volver a jugar ligeramente con los tornillos de los soportes, poniendo si es preciso algún calzo, y lograremos así emparejarlas bien.


Ya solo queda colocar las varillas que permiten que las lamas giren sobre sí mismas para dejar pasar más o menos luz, que va por simple presión y ya tenemos el trabajo terminado.

Vemos que no tiene ninguna complicación y si la encontramos, siempre podemos encontrar una solución sencilla y rápida.


Este trabajo lo he realizado en un par de horas, incluyendo la retirada de las piezas que nos estorbaban, el enmasillado… y hemos superado varias dificultades…. De modo que no se trata de pasarse todo el fin de semana para colocar las persianas. Y, repito, no es nada difícil.


¡Animaos a hacer estos pequeños arreglos domésticos!


martes, 18 de mayo de 2010

Cómo colocar persianas. Poner gradolux. Poner persianas: Preparación previa al montaje de persianas


COLOCACIÓN DE PERSIANAS: preparación para la instalación



Amig@s: Hoy vamos a hacer un interesante trabajo de bricolaje que seguro os interesará: colocar unas persianas.


Se trata de una casa un tanto vieja. Pero no miréis los desconchones, sino el método que hemos usado para hacerlo. Los desconchones siempre se pueden reparar con masilla y pintura, jejejejej



Vamos a colocar tres persianas para tapar un ventanal por el que entra bastante sol. El sol es muy agradable en invierno, pero también hay momentos en que nos apetece un poco más de penumbra.



El sistema de colocación de las persianas es muy sencillo: Los anclajes son unas piezas que van fijadas al techo o al marco de la ventana. Tienen unas patillas que se enganchan en la parte superior de la persiana y mediante una palanquita se puede fijar o soltar cuantas veces queramos.


Cada anclaje ha de ir fijado con dos tornillos. Si van al techo o a la pared, usaremos unos tacos y unos tirafondos adecuados al tamaño del taco. Si decidimos fijar los anclajes al marco de la ventana, usaremos tornillos adecuados al material del marco.


Lo primero es examinar detenidamente el lugar donde vamos a montar las persianas: puede ocurrir que el techo esté ondulado –a veces es difícil detectar a simple vista- o que el marco no esté a la misma distancia del techo por todas partes.



En nuestro caso, vemos que hay una vieja galería que vamos a retirar para trabajar más cómodos. De todos modos, después no la volveremos a poner porque es un modelo bastante antiguo, está vieja y deteriorada.




Para retirarla, vemos que está sujeta al techo con unos ángulos de hierro. Pero los tornillos están cubiertos de pintura.

No pasa nada: con un punzón repasamos la ranura de los tornillos, los aflojamos ligeramente con un destornillador manual para desatacarlos y con el destornillador eléctrico los sacamos en un momento.


También hemos de retirar los soportes viejos, ya que se ve que en su día pusieron también persianas, pero el sistema es muy antiguo. Asi que vamos a poner todos los soportes con el sistema moderno.


Ahora podemos trabajar cómodamente sin nada que nos estorbe.


Lo primero que vemos es que alguien ha sellado un trozo de la unión entre el marco de aluminio y el techo con una antiestética capa de masilla de pescado o de cristalero.


Aparte que sea o no el material más idóneo para este sellado, lo han dejado muy sobresalido y nos estorba. Como es una especie de pasta no demasiado dura, podemos ir recortando el sobrante con un martillo y un formón de los usados en carpintería. Dejaremos la masilla enrasada o ligeramente hundida con respecto al marco.

Es un trabajo limpio y rápido, aunque por un extremo tenemos que rellenar un trozo en el que se ha quedado una abertura.



En este caso, lo que tenía a mano es cemento blanco. No importa, lo preparamos algo espeso y con él podemos tapar los agujeros, grietas y desperfectos a falta de darle un repaso final con una masilla más adecuada.


Y otra cuestión importante es examinar si el techo está bien recto. Pues a veces presenta ligeras ondulaciones, imperceptibles a simple vista, pero que pueden dificultar o imposibilitar que las persianas queden alineadas o incluso que podamos encajarlas en los soportes, como es el caso que me ocurrió con uno de ellos….


Si en vuestro caso el techo está bien alineado, no había soportes viejos que retirar ni ningún elemento que os estorbe, podéis empezar a colocar directamente los soportes de la persiana y os aseguro que es un trabajo limpio y rápido ¡Casi lo que me ha llevado más tiempo han sido estos preparativos!


En el próximo post veremos Como poner los soportes y colocar y alienar las persianas. Os sorprenderéis de lo sencillo que es.