miércoles, 30 de noviembre de 2011

Soldadura al arco. Precauciones para soldar. Protecciones. Guantes para soldar. Petos de soldador

Protecciones para soldar: Guantes y peto de soldador



Amig@s: Ya vimos en otra ocasión una protección fundamental para soldar al arco: la careta de soldador. Vimos los distintos tipos y sus ventajas e inconvenientes.


Ahora vamos a ver otras protecciones que pocas personas usan, pero que podemos conseguir por muy poco dinero y, como veremos, nos supondrá un ahorro más o menos considerable.

Se trata de los guantes y el peto de soldador.



Respecto a los guantes, tengo que decir que yo he soldado muchas veces sin ellos… en realidad son muy pocas las chispas que se nos van hacia las manos, pues tienden a caer hacia el suelo.


Pero si vamos a realizar muchas soldaduras, recibiremos las radiaciones directamente en las manos y eso no es nada recomendable.

En el mejor de los casos se nos enrojecerá la piel como si se nos hubiera quemado por el sol.


Los guantes evitarán este problema y nos darán confianza porque no tendremos que parar en mitad de un cordón para retirarnos un trocito de escoria candente de una mano.


Los guantes son especialmente recomendables si soldamos en posiciones “aparatosas”, como lo sería soldando sobrecabeza, o sea, hacia arriba.

Es, ciertamente, una soldadura poco usual y que debemos evitar dando la vuelta a la pieza para soldar con la pieza debajo del electrodo o en pared… Pero a veces es inevitable.


Y, amig@s, si no estamos acostumbrados a soldar con guantes, nos encontraremos con un doble problema: la soldadura en sí, y la falta de tacto producida por los guantes.


Por eso, conviene que estemos acostumbrados a usarlos siempre que podamos. Así cuando realmente nos sea imprescindible su uso, estaremos tan acostumbrados a ellos que no supondrán un obstáculo.


En los noveles o principiantes, los guantes pueden ser un poderoso aliado, pues a veces cuesta mantener el pulso necesario para hacer un buen cordón, sobre todo cuando el electrodo es nuevo -y largo-.

Con los guantes, podemos sujetar el electrodo por la mitad con la mano que no sujeta la pinza porta electrodos y así manejarlo con precisión hasta que se haya consumido un trozo y ya sea más sencillo atinar.


Por otro lado, estos guantes son gruesos y rígidos, así que cuanto más los usemos, más los ablandaremos ¡No los dejéis de usar, pues cuando os resulten imprescindibles, os será casi imposible manejaros con ellos!



Respecto al peto, es otro implemento que no se suele usar. Son frecuentes las partículas candentes que caen en brazos, zapatos, en incluso en la cabeza. Pero el pecho, abdomen y piernas reciben menos impactos y por eso se suelen dejar sin protección especial.


Insisto: la soldadura desprende radiación que podemos evitar o mitigar con un peto de soldador… pero lo que es mucho más obvio: cuando preparemos los hierros para soldar, tendremos que hacer uso de la radial.


Yo he llegado a hacer agujeros en delantales de tela, monos de trabajo (100% algodón), y hasta vaqueros gruesos… Algunas prendas hasta han salido ardiendo… sí, sí, como lo oís: con llamas y todo.


Y las zonas más propicias a chamuscarse –dependiendo, naturalmente, de la posición en que cortemos los hierros- son el bajo vientre y parte superior de los muslos… Zonas que quedan perfectamente protegidas de las chispas con un peto de soldador.


Solo con poneros el peto de serraje a la hora de hacer estos trabajos, os permitirá ahorrar un montón de dinero, porque la ropa que uséis sin protección, acabará para tirarla.


Y no os costará una fortuna conseguir estas dos protecciones que, además, os durarán muchos años. Los guantes y el peto salen por unos 10€: unos 7€ el peto y unos 3€ los guantes. (aprovechando alguna oferta, como he hecho yo, naturalmente).



Podéis conseguir un peto más reforzado y de mayor tamaño, o unos guantes más flexibles y largos… Pero el equipo básico os sacará de más de un apuro… ¡Nunca costó tan poco estar protegidos!