Amig@s: Tengo toda una colección de
escuadras. Al parecer… ¡No existe el ángulo de 90º exacto! O al menos, pocas
escuadras parecen dar la talla a la hora de señalar una línea perfectamente
perpendicular.
Para colmo, cuando parece que hemos
encontrado la escuadra perfecta –independientemente de su precio, calidad y
marca-, Se nos cae o le damos un golpe… Y se estropea.
No voy a ponerme a describiros todas mis
escuadras… Sólo voy a referirme a mi última -y no muy acertada- adquisición.
Es esta escuadra de carpintero cuya regla
puede deslizarse sobre el mango. Así podemos regular la escuadra a nuestras
necesidades.
También tiene burbuja para poder ver si las superficies están
niveladas… y hasta un punzón oculto para poder marcar líneas… Todo
aparentemente perfecto…
El problema es que con tanta escuadra, me he
ido a una de las más económicas de estas características… Y como se suele
decir, “lo barato sale caro”.
Efectivamente, tras la correspondiente espera
para recibirla, ya que la compré por Internet, por fin pude examinarla.
Los dos defectos principales:
No marca los
90º y
como intentemos apretar el tornillo que fija la regla, la pestaña
resbala, ya que le han dejado una muesca demasiado ancha en el carril de la
regla, donde ésta baila
y la pestaña que debe apretar la regla contra la base
del cuerpo, se sale, al separarse la regla de la pestaña.
Lo segundo tiene fácil solución: meterle un
calzo que cierre o ajuste un poco el carril y la regla vaya un poco menos
holgada, sin restarle movilidad.
Probé provisionalmente con el cartón de una
etiqueta que corté con las tijeras de mi Surge...
Y el resultado ha sido satisfactorio.
Tendré que estar pendiente a
partir de ahora de que el cartón no se salga cada vez que manipule la escuadra…
pero cumple su función y espero buscarle algo más estético y duradero, como una
chapita de aluminio que pueda pegar dentro de la muesca o carril por la que se
desliza la regla.
Ahora vamos por lo principal…
Si examinamos el fondo del carril, vemos que
tiene dos pequeños salientes…
Al menos quién hizo la escuadra, pensó en esto…
Porque la solución es bien sencilla: desgastar uno de los salientes o puntos de apoyo para modificar
la inclinación de la regla respecto a la base… Y por tanto, corregir el
descuadre.
Eso sí, los dos puntos de apoyo tienen una
separación de un par de centímetros y la regla tiene 30cm. Esto significa que
basta un ligerísimo desgaste en uno de los puntos para que tengamos mucha variación…
O sea, que hay que trabajar con sumo cuidado y comprobando continuamente el
resultado.
Para limar el punto externo, que es el que
hay que reducir en este caso, voy a usar la lima de mi Leatherman Surge. Por
suerte, la excesiva holgura que han dejado en el carril tiene esa ventaja:
entra fácilmente la lima para trabajar sobre el punto que queremos reducir.
Así que sacamos la regla del carril, damos
dos o tres pasadas de lima, y montamos otra vez la regla en su lugar, con el
cartón que le preparé para que quede ajustada y podamos apretar un poco el
tornillo de fijación.
Repetimos y vemos que, poco a poco, vamos
corrigiendo el error.
Especialmente importante es cuidar las
últimas pasadas. Hemos de darlas con mucho cuidado de mantener la lima bien
derecha y alineada con el carril para evitar dejar el punto en bisel o con alguna rebaba que nos
falsee la medición.
Y ya podemos hacer uso de la escuadra.
Podemos sustituir el cartón de ajuste por una chapita –como dije antes- o un
plástico rígido.
Y también podemos comprobar de vez en cuando que no se haya
descuadrado.
En cualquier caso, creo que con este ajuste,
la escuadra ha quedado bastante bien y podemos trabajar correctamente con ella.
Como estas escuadras se suelen usar para comprobar si los cantos de las maderas
están a escuadra, ensambles y para medir piezas no muy grandes, tampoco un
ligerísimo descuadre va a suponer un grave problema…
Aunque si yo estuviese en
vuestro lugar, compraría sin dudarlo una
escuadra de calidad, visto lo visto.
Pero si queréis gastar lo mínimo para tener una escuadra funcional para llevar en la caja de herramientas sin temor a perderla... En diez minutos podemos dejarla en perfecto uso.
Finalmente... ¿Cómo comprobar si nuestra escuadra marca bien los 90º? O ¿Cómo saber si una escuadra que entra nueva en nuestro taller es fiable? La comprobación es muy sencilla:
pegamos un cartón o cartulina lisa sobre un cristal con tres o cuatro trocitos de cinta adhesiva. Podemos usar otra superficie en vez del vidrio, pero es imprescindible que sea lisa y, sobre todo, que uno de los lados esté bien liso y recto. Por eso uso este vidrio, pues sé que cumple estas características.
Pues bien, basta poner la escuadra bien pegada al borde del vidrio, y trazar una línea sobre la cartulina.
Seguidamente, giramos la escuadra sobre sí misma de modo que podamos trazar una línea lo más cerca posible del trazo anterior.
Si la escuadra está bien, las dos líneas serán perfectamente paralelas o incluso coincidirán... De lo contrario -En el caso de la escuadra que estamos tratando en esta entrada- ya sabemos de qué lado debemos desgastar para corregir la desviación.
Como podéis ver... he aprovechado para comprobar varias escuadras, de ahí la cantidad de líneas trazadas.
Como no, he visto que alguna escuadra que había dado por buena, tiene una ligera desviación... ¡No existe la escuadra perfecta! Je, je, je.
Por suerte, la última ha tenido solución.
Finalmente... ¿Cómo comprobar si nuestra escuadra marca bien los 90º? O ¿Cómo saber si una escuadra que entra nueva en nuestro taller es fiable? La comprobación es muy sencilla:
pegamos un cartón o cartulina lisa sobre un cristal con tres o cuatro trocitos de cinta adhesiva. Podemos usar otra superficie en vez del vidrio, pero es imprescindible que sea lisa y, sobre todo, que uno de los lados esté bien liso y recto. Por eso uso este vidrio, pues sé que cumple estas características.
Pues bien, basta poner la escuadra bien pegada al borde del vidrio, y trazar una línea sobre la cartulina.
Seguidamente, giramos la escuadra sobre sí misma de modo que podamos trazar una línea lo más cerca posible del trazo anterior.
Si la escuadra está bien, las dos líneas serán perfectamente paralelas o incluso coincidirán... De lo contrario -En el caso de la escuadra que estamos tratando en esta entrada- ya sabemos de qué lado debemos desgastar para corregir la desviación.
Como podéis ver... he aprovechado para comprobar varias escuadras, de ahí la cantidad de líneas trazadas.
Como no, he visto que alguna escuadra que había dado por buena, tiene una ligera desviación... ¡No existe la escuadra perfecta! Je, je, je.
Por suerte, la última ha tenido solución.
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